ATLANTA – La edición número 26 del Juego de las Futuras Estrellas el sábado en el Truist Park contó con un ya acostumbrado destaque latinoamericano, hasta el punto de producir el quinto Jugador Más Valioso latino en la historia del evento.
En la victoria por 4-2 de la Liga Nacional sobre la Liga Americana, un jonrón de tres carreras del dominicano Josué de Paula – prospecto número 1 de los Dodgers y número 27 en sentido general en la lista de MLB Pipeline – le dio vuelta al juego, dándole una ventaja en el cuarto episodio al Viejo Circuito que jamás cedería.
Dicho batazo le valió a De Paula, quien se fue de 2-1 en el partido con esas tres impulsadas y una anotada, el Premio Larry Doby como el Jugador Más Valioso del evento. En ese sentido, De Paula les siguió los pasos a sus compatriotas Alfonso Soriano (1999), José Reyes (2002) y Nasim Núñez (2023), además del cubano Yoán Moncada (2016).
“Es un momento que no tengo palabras para describirlo”, dijo De Paula después del partido. “Eso es algo muy importante para mí. Muchas emociones en ese momento y hacerlo delante de mis padres, eso fue algo muy importante”.
Entre los otros 12 latinos participantes, se destacaron los siguientes:
--El venezolano Josué Briceño dio triple en la tercera entrada y anotó la primera carrera de la Liga Americana
--El cubano Lázaro Montes negoció una base por bolas en su única visita al plato
--El dominicano Jesús Made bateó de 3-1 y anotó con el cuadrangular de De Paula
--Y el quisqueyano Welinton Herrera se adjudicó el juego salvado al sacar el último out de los turnos de la Liga Nacional
“Una experiencia que siempre soñé”, dijo el receptor venezolano Afredo Duno, quien bateó de 1-0 en representación de los Rojos de Cincinnati. “Cuando yo jugaba desde pequeño, yo sólo veía por televisión (los juegos), y ahora lo estoy viviendo en carne propia. Significa mucho para mí”.
¿Y cuando Duno vio el jonrón de De Paula?
“Me emocioné bastante, porque él es latino también y tú sabes, uno siempre está apoyando a los latinos también”, expresó el careta.
Para De Paula, lo más especial fue poder compartir la experiencia del Juego de las Futuras Estrellas con su familia, desde que llegaron el viernes a la ciudad de Atlanta.
“Cuando di el palo, yo estaba corriendo (por) las bases y desde que pisé el home, dije, ‘Le doy las gracias a Dios’”, reveló el prospecto de 20 años. “De una vez busqué a mi papá, sabiendo que estaba ahí.
“Me siento bien de representar a mi mamá y a mi papá. Eso es algo inolvidable para mi familia y (para mí). Es una motivación. Es una emoción y la voy a mantener por mucho tiempo”.
Ese sentimiento de llevar la emoción de este juego por mucho tiempo se sintió en ambos clubhouses, sobre todo la camaradería de participar en un evento como éste, con miras a un posible futuro en Grandes Ligas.
“Me llevo una experiencia bonita”, dijo Duno. “Me llevo muchos amigos también, que no conocía. A seguir jugando béisbol”.