Eddie Pérez afirma que no hubo mala intención tras roce con Chisholm Jr.

20 de julio de 2025

ATLANTA – Mientras se encontraba en la antesala durante una visita al montículo en el sexto inning la noche del sábado, , de los Yankees, miró hacia la cueva de los Bravos en Truist Park. Pareció hacer un gesto de llanto con la mano derecha y luego saludó con desdén.

El blanco de Chisholm era el coach de la banca Eddie Pérez, quien estaba de pie en los escalones de la cueva local, gritándole desde el otro lado del campo al infielder. El enojo de Chisholm aumentó cuando el coach venezolano se señaló la cabeza, un gesto que él y los Yankees interpretaron como una amenaza.

Pérez aseguró que esa no fue su intención. Hablando con MLB.com después del triunfo 12-9 de los Yankees, Pérez dijo que los Bravos se molestaron por las acciones de Chisholm en la segunda base, donde bailó cerca de la almohadilla y pareció comunicar señas o ubicaciones al bateador Anthony Volpe, algo permitido dentro del reglamento.

“Yo sólo le decía, ‘Sé inteligente’”, comentó Pérez. “Ese muchacho me gusta. Es uno de mis favoritos. Y se molestó por eso. No sé por qué se enojó. Entonces le dije, ‘Tómatelo con calma’, y él empezó con algunas cosas”.

El coach de tercera base de los Yankees, el dominicano Luis Rojas, intentó calmar la situación en el momento, pero Chisholm siguió molesto al regresar a la cueva. Aún con el casco puesto, Chisholm se señaló la cabeza varias veces mientras hablaba con Aaron Judge y otros compañeros, imitando el gesto de Pérez.

Chisholm prefirió no dar más declaraciones después del juego.

“Sin comentarios”, dijo el sábado, postura que repitió la mañana del domingo: “Si vas a preguntar sobre lo de ayer, no tengo nada que decir”.

El mánager de los Yankees, Aaron Boone, sugirió tras el juego del sábado que Major League Baseball podría investigar el incidente.

“Sé que dijeron algunas cosas que probablemente se revisarán, y deberían revisarse”, comentó Boone.

El domingo, Boone dijo que no había hablado con Pérez ni con el piloto de los Bravos, Brian Snitker, sobre el tema, ni con alguien de la oficina de la liga.

Al ser informado de que Pérez negó haber amenazado a Chisholm, Boone respondió: “Espero que no lo haya hecho, porque obviamente no hay lugar para eso. Y ciertamente no sería algo aceptable. Así que espero que no haya querido decir nada por el estilo, porque eso sí merecería una revisión”.

Es la segunda vez en las últimas dos semanas que los Yankees hacen gestos exagerados desde la segunda base. El 10 de julio en el Yankee Stadium, Cody Bellinger y otros actuaron de manera similar cuando el cerrador de los Marineros, el mexicano Andrés Muñoz, estaba telegrafiando sus lanzamientos.

“Obviamente, no estaban siendo muy discretos”, dijo el receptor de Seattle, Cal Raleigh, después de la victoria 6-5 de los Yankees en 10 innings. “Es parte del juego. Es nuestro trabajo. Deberíamos haberlo notado antes de la serie. Nos lo pusieron muy difícil al final”.

Boone afirmó que transmitir señas y ubicaciones ha sido durante mucho tiempo una práctica aceptada en el béisbol.

“Mira, todos los equipos, desde el inicio hasta el final del año, tratan de encontrar pequeñas ventajas”, dijo Boone. “Intentas hallar formas de ayudarte a ganar un juego. Todo eso está dentro de los parámetros del reglamento.

“Cada equipo contra el que jugamos hace lo mismo, y nosotros también. Constantemente estás buscando ventajas cuando se presentan durante un juego, y todo eso está bien”.