COOPERSTOWN, Nueva York – Entre los fanáticos japoneses presentes en Cooperstown para ver en persona la exaltación de Ichiro Suzuki, el primer jugador asiático en el Salón de la Fama, se esperaba expresiones de admiración y orgullo patrio con lo hecho por la leyenda de los Marineros.
Sin embargo, lo que siente una familia japonesa en particular por el exjardinero de Grandes Ligas va mucho más allá de eso. Resulta que la inspiración de Ichiro llegó a impactar la vida de un aficionado de manera contundente.
Según Yukiyo Ito, quien vino a Cooperstown desde la ciudad de Nagoya para ver exaltado a Ichiro, el ídolo japonés le salvó la vida a su padre en el 2008.
Cuenta Ito que su padre se había enfermado, hasta el punto de caer en coma. Durante dos semanas, la familia intentó todo, pero nada hacía volver al señor. Luego, la familia decidió poner un radio al lado de uno de sus oídos, con la transmisión de los partidos de los Marineros e Ichiro sonando. Según Ito, después de dos semanas, eso resultó en el despertar de su papá, quien viviría ocho años más.
“Ichiro le salvó la vida a mi padre”, dijo Ito entre lágrimas. “Fue un milagro. Ichiro nos regaló ocho años más de su vida”.
Ito andaba este fin de semana con su esposo en el Museo de los Inmortales, viendo el lugar exacto en que pondría la placa de Ichiro, quien fue elegido al Salón en enero y quedó a un solo voto de ser electo de manera unánime.
“Él quería mucho a Ichiro”, dijo Ito al referirse a su padre. “Lo seguía de verdad, siempre. Le encantaba ver los juegos de Ichiro en casa y también en su oficina. Los miembros de mi familia siempre apreciaron la actuación de Ichiro. Estuvimos todos muy orgullosos de él todo el tiempo”.
Por supuesto, la familia de Ito no estaba sola en eso. La aficionada Nao Kobayashi, de visita desde la ciudad de Kobe (municipalidad que fue la inspiración del nombre de Kobe Bryant, por cierto), viajó unas 30 horas para llegar hasta Cooperstown.
Kobayashi comparó la popularidad y la figura de Ichiro en Japón con las del futbolista Pelé en Brasil.
“Es nuestra leyenda en Japón”, dijo Kobayashi. “Todo el mundo sabe quién es Ichiro. Y no puedo explicar con palabras lo contenta que estoy. Es algo grande”.