COOPERSTOWN, Nueva York – El 2025 representa un suceso sin precedente en Cooperstown, con el japonés Ichiro Suzuki programado este domingo para convertirse en el primer jugador asiático exaltado al Salón de la Fama.
Tras su debut en Grandes Ligas en el 2001 y su sinnúmero de hazañas en el béisbol – tanto en Japón como en Norteamérica – Ichiro es todo un pionero y un ícono mundial del deporte del bate y la bola.
Además, Ichiro es el primero en agregar desde tierras asiáticas un sabor internacional a las ceremonias de exaltación del Salón de la Fama, después de los 10 latinoamericanos con placa en Cooperstown, sea en vida o de manera póstuma. ¿Cómo será el ambiente en el Clark Sports Center de este pequeño pueblo del estado de Nueva York?
“Sin duda, pensamos que va a ser un público internacional, no tan diferente a cuando hemos exaltado a figuras como (los dominicanos) David Ortiz y Pedro Martínez”, dijo al respecto a MLB Español el presidente del Salón de la Fama, Josh Rawitch. “Ahí sí, tienes visitantes de todo el mundo. Obviamente, esto es algo único, habiendo un elegido de Asia. No hemos tenido eso en el pasado”.
Efectivamente, con Martínez, Ortiz, el boricua Iván “Pudge” Rodríguez, el quisqueyano Vladimir Guerrero Sr. el puertorriqueño Edgar Martínez, el panameño Mariano Rivera y el dominicano Adrián Beltré exaltados desde el 2015, se ha visto esa presencia latina entre los fans en Cooperstown. De hecho, algunas de las mayores asistencias se han producido en ese trecho: Aproximadamente 55,000 en el 2019, la segunda mayor; 53,00 en el 2018; 50,000 en el 2016 y 45,000 en aquel 2015. Claro, ninguna multitud se puede comparar con la del 2007, cuando un estimado de 82,000 personas presenciaron la exaltación de Tony Gwynn y Cal Ripken Jr.
Entonces, ¿cuánto será el impacto de la afición japonesa en Cooperstown en ese sentido? No se sabe exactamente, pero con las otras figuras a ser exaltadas – CC Sabathiay Billy Wagner, además de Dave Parker y Dick Allen de manera póstuma – el área geográfica de la afición es bien amplia.
“Estos cinco exaltados representaron más de la mitad de los equipos de Grandes Ligas en un momento u otro”, apuntó Rawitch. “Eso es algo positivo para todos en Cooperstown y nos brinda muchas ciudades diferentes de dónde atraer las fanaticadas. Y, además, muchas son ciudades cercanas, Nueva York, Filadelfia, Pittsburgh. Creo que eso podría permitirnos contar con un gran público”.
ICHIRO, BIEN FAMILIARIZADO CON EL SALÓN
Diferente a la mayoría de los ligamayoristas de su época y de hoy en día, Ichiro es un arduo estudioso de la historia del béisbol. En numerosas ocasiones, se ha tomado un tiempo para visitar Cooperstown y el Salón de la Fama como simple aficionado, viendo y conociendo a primera mano las placas y los artefactos del Museo de los Inmortales.
“Los jugadores que han jugado en el pasado necesitan relatarles a los peloteros jóvenes sobre el juego”, dijo Ichiro al ponérsele el tema.
Rawitch ha visto de cerca el interés de Ichiro en ese sentido.
“Lo que lo hace tan especial también es que él valora la historia del juego”, dijo el jefe del Salón. “Visitó Cooperstown muchas veces cuando era jugador activo. Le importaba mucho la historia del béisbol. Es poco común ver a jugadores activos pasando un fin de semana, durante su temporada baja, en Cooperstown viendo los artefactos y récords de los exaltados al Salón de la Fama”.
LES ABRIÓ EL CAMINO A SUS COMPATRIOTAS
Antes del 2001, un jugador de posición japonés en Grandes Ligas casi no se había visto. En 1995, Hideo Nomo fue un pionero japonés del montículo como novato de los Dodgers, un año después de que el surcoreano Chan-Ho Park había debutado con el mismo equipo de Los Ángeles. Pero fue Ichiro que demostró de una vez por todas que los bateadores japoneses – y de otros países asiáticos -- sí podían triunfar en las Mayores. Y, de paso, les despejó el camino a figuras como Hideki Matsui, Seiya Suzuki, Shohei Ohtani y otros.
“Cuando llegó él, obviamente había interrogantes sobre los jugadores de posición japoneses y si ellos podían tener éxito”, comentó Rawitch. “Nomo contestó eso en nombre de los lanzadores, pero mucha gente aún se preguntaba si lo de Ichiro iba a ser demasiados batazos por el suelo hacia la banda contraria, y no suficiente de lo que estábamos acostumbrados a ver en el béisbol de los Estados Unidos por tanto tiempo.
“Y él obviamente contestó esa pregunta desde el principio, siendo Novato del Año y Jugador Más Valioso (de la Liga Americana) y todo lo que hizo durante dos décadas. Fue algo asombroso”.

NUEVA EXHIBICIÓN DEDICADA A JAPÓN
Coincide con la exaltación de Ichiro una nueva exhibición en el Salón, denominada Yayku Baseball, the Transpacific Exchange of the Game. Está decidada a contar la historia de los lazos entre el béisbol de Japón y el del hemisferio occidental, en todo su esplendor. En ese sentido, es parecida a ¡Viva Baseball”, la exhibición que expone la historia y el impacto del béisbol latinoamericano.
“Obviamente, sabíamos que era probable que Ichiro fuera elegido, así que queríamos aportar una exhibición que pudiera ser de interés para los fanáticos por todo el mundo, y en especial para los fanáticos de Japón”, explicó Rawitch. “Es uno de los puntos luminosos del año para el Salón de la Fama”.