
COOPERSTOWN, Nueva York – CC Sabathia tuvo su infancia en Vallejo, California, cerca de Oakland y San Francisco. Se crio como fanático de los Atléticos y, en menor grado, de los Gigantes.
Cuando se convirtió en agente libre tras su octava temporada en Grandes Ligas, luego de siete campañas y media con Cleveland y los últimos tres meses del 2008 con Milwaukee, una de sus metas era lanzar en California.
Pero los Yankees, casi siempre agresivos a la hora de perseguir a los agentes libres, pusieron sus cartas sobre la mesa de inmediato. Nueva York se había perdido los playoffs por vez primera desde 1993 (los Bombarderos del Bronx encabezan el Este de la Liga Americana cuando se detuvo la temporada de 1994 por el paro laboral) y quería reforzar su roster en grande. Sabathia era uno de los objetivos principales del club.
“El primer día de la agencia libre, los Yankees me ofrecieron un contrato. Traté de ignorarlo”, recordó Sabathia con una sonrisa. “No quería ir a Nueva York como agente libre. Soy del norte de California. Entonces, en ese momento pensaba que quería estar más cerca de casa”.
Como parte de la “campaña” de los Yankees, el entonces dirigente Joe Girardi se reunió con Sabathia, al igual que el gerente general Brian Cashman. De hecho, Cashman lo hizo dos veces, siendo la segunda en la misma casa de Sabathia en California.
Cuenta Sabathia que al fin y al cabo, fue su esposa Amber quien marcó la diferencia en su decisión.
“Me dijo, ‘Estás tratando de hacer todas estas cosas diferentes, de saber de todos estos contratos diferentes. Pero necesitas ir a un lugar donde te quieran. Si lo único que siempre hablas es que quieres ganar, quieres ser un ganador y todas esas cosas, ¿cómo no puedes ir a Nueva York? Ése es el único lugar en que tratan de ganar todos los años’, recordó Sabathia. “Cuando ella me lo dijo así, yo dije, ‘Nací para ser un Yankee’”.
¿Era sólo el hecho de querer lanzar cerca de casa, o había otro factor a la hora de vacilar en torno a Nueva York?
“Por mucho tiempo, creo que traté de huirle a eso”, explicó Sabathia, quien ganó 134 juegos de sus 251 en Grandes Ligas con los Yankees del 2009 al 2019, además de ponchar a 1,700 bateadores del total de 3,093 que fulminó en su carrera de 19 temporadas. “Creo que tenía miedo de ir allá y fracasar. Pero, terminó siendo la mejor decisión que tomé en mi vida.
“Diecisiete años después, aún vivo en la misma casa (en New Jersey) y es mi hogar. Me siento bien cuando tengo puesta la gorra de los Yankees. Me siento bien cuando estoy en ese estadio (el Yankee Stadium). Estoy agradecido de ser parte de esa organización y la familia Steinbrenner, de tener a Brian Cashman en mi esquina”.
Por supuesto, Sabathia – junto con las otras dos grandes adiciones a los Yankees en el 2009, A.J. Burnett y Mark Teixeira, ayudó a los Yankees a ganar ese año su primera Serie Mundial desde el 2000... y su más reciente hasta ahora.
“Le hui a esa decisión por mucho tiempo y pensaba que quería jugar en la otra costa, pero creo que nací para jugar con el uniforme rayado”, concluyó Sabathia.