¿Es una rotación de seis abridores normal ahora, o algo pasajero?
Los Dodgers tienen previsto usar una rotación de seis abridores en el 2025, tanto por la cantidad de lanzadores que regresan de lesiones, como la manera en que operaban Shohei Ohtani y Yoshinobu Yamamoto en Japón.
Los Medias Rojas podrían hacer lo mismo, aunque Lucas Giolito no parece estar muy a favor de la idea. Es probable que los Mets también la implementen. Sin duda, otros equipos seguirán este modelo en varios momentos, si no durante toda la temporada, tal como lo hicieron los Orioles (2024), Nacionales (2023), Marineros (2023), Filis (2023), Astros (2022), Marineros (2021), Angelinos (en varias ocasiones) y muchos otros recientemente.
Puede que esto suene contradictorio. Después de todo, ¿tiene sentido que, en un momento en el que los equipos tienen dificultades para mantener a los lanzadores saludables, algunos opten por un modelo que requiere a más abridores? Por eso vale la pena explicarlo, ya que no es una tendencia que surgirá de la nada en el 2025. De muchas maneras, ya está en marcha. Consideremos esto:
- En el 2021, por primera vez, hubo más aperturas con exactamente cinco días de descanso (37 %) que con cuatro (33 %).
- En el 2023, volvió a suceder (41 % frente a 33 %).
- En el 2024, volvió a repetirse (42 % frente a 32 %).
¿Por qué? Existen muchas teorías. Tal vez más descanso ayuda a mantener a los lanzadores saludables; quizá más descanso los hace más eficaces; tal vez contar con más abridores reduce la carga del relevo; o quizá, si tienes suficientes abridores, prefieres no mover a ninguno al bullpen. También es posible que algunas “aperturas” sean, en realidad, simplemente “juegos del bullpen.” Todas éstas son teorías interesantes, aunque ninguna ha sido comprobada de verdad.
Tal vez sea una combinación de todo eso, en cierta medida. Pero también podríamos presentar otra teoría: Está, en parte, relacionada con la cantidad de béisbol que se juega en una temporada y el tiempo que transcurre entre esas campañas. No olvidemos que, durante los primeros 60 años del siglo XX, los equipos jugaban 154 partidos y luego iban directamente a la Serie Mundial, con el Clásico Otoñal iniciando en varias ocasiones antes de que septiembre terminara.
Por ejemplo: Cuando los Gigantes de Willie Mays ganaron el título en 1954 con una barrida frente a Cleveland en la Serie Mundial, jugaron un total de 158 partidos entre la ronda regular y la postemporada. El último juego fue el 2 de octubre, lo que les dio 193 días de descanso antes del inicio de la siguiente campaña, el 13 de abril.
Sin embargo, los Dodgers, campeones del 2024, tuvieron que jugar 178 encuentros, con un mes de playoffs ampliados sumado a una temporada regular de 162 juegos, y tendrán apenas 139 días de descanso antes de comenzar esta temporada del 2025 contra los Cachorros en Tokio (o 148 días antes del Día Inaugural en territorio estadounidense el 27 de marzo, para una comparación más equitativa).
Pongámoslo de esta manera: Esos Gigantes de 1954 lanzaron un total de 1,427 entradas. Los Dodgers del 2024 tiraron 1,582.2 episodios, y tendrán 54 días menos para recuperarse de ellos.
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Cuando los equipos contendientes planifican la campaña del 2025, no sólo están pensando en 162 juegos. También están considerando la posibilidad de enfrentar cuatro rondas de playoffs, dependiendo de si obtienen el pase directo y hasta dónde lleguen. Éstas son rondas que, al menos antes de la Serie Mundial, leyendas como Sandy Koufax nunca tuvieron que preocuparse por jugar.
Si todas esas rondas se extendieran a la máxima cantidad de partidos, eso podría significar 22 duelos adicionales, o cerca de 200 innings de alto estrés adicionales, con mucho menos tiempo para que esos brazos descansen. (Eso sin mencionar otros cambios en el deporte, como el bateador designado universal, la capacidad de casi todos los toleteros para conectar jonrones hoy en día y la búsqueda incesante de cada serpentinero por mayor velocidad y rotación).
Para explicar lo que viene, hablemos un momento sobre cómo llegamos hasta aquí. Este gráfico, que muestra el porcentaje de aperturas basado en el tiempo de descanso del abridor, explica mucho sobre cómo ha evolucionado la historia del béisbol. Hasta 1960, es un completo desorden, y eso incluso excluyendo la era del Siglo XIX, que era prácticamente otro deporte, cuando algunos equipos usaban rotaciones de dos lanzadores o incluso un solo abridor durante toda la campaña.
Durante gran parte de la primera mitad del Siglo XX, hacer una apertura con cinco días de descanso -- que es lo que se obtiene con una rotación regular de seis lanzadores -- era algo raro, representando sólo alrededor del 10% de las salidas. En los primeros días del béisbol, lo más común era abrir con apenas dos días de descanso. Pero durante décadas, las aperturas se dividían de manera relativamente uniforme entre todos los demás, excepto los cinco días de descanso: Dos, tres y cuatro días, además de seis o más.
Por supuesto, es algo difícil comparar directamente, ya que la idea de una “rotación de abridores” era bastante flexible en las primeras décadas del béisbol. Parte de esto se debía a la necesidad de programar doble-carteleras regularmente, algo poco común hoy en día, cuando es raro que un equipo necesite a dos abridores el mismo día. Aun así, podría sorprenderte saber que, por ejemplo, los campeones Dodgers de Brooklyn de 1955 tuvieron siete abridores con al menos 10 aperturas cada uno y solamente uno superó los 200 entradas, antes de que los azules usaran seis abridores en siete choques de la Serie Mundial. Pero eso fue lo que hicieron. No todos los equipos clásicos tenían a cuatro lanzadores que tiraban 350 innings, contrario a lo que se cree comúnmente.
Ahora, veamos exactamente el mismo gráfico, pero con algunos momentos importantes en la historia del béisbol incluidos.
No es difícil encontrar algunas conexiones.
¿Cuándo dejó de ser común que los abridores lanzaran regularmente con dos o tres días de descanso?
A mediados de la década de los 70, cuando el béisbol se había expandido de 16 equipos (1901-1960) a 24 (a partir de 1969), el calendario de la temporada regular pasó de 154 juegos a 162, y se agregó una ronda extra de postemporada en 1969 (la Serie de Campeonato, inicialmente al mejor de cinco juegos, más adelante ampliada a siete). Hay una razón por la cual ningún lanzador ha iniciado siquiera 38 juegos en una campaña en casi 40 años, y es porque la popular rotación de cuatro lanzadores se convirtió en una rotación de cinco.
¿Cuándo dejó de ser dominante la rotación de cinco lanzadores?
Un poco hacia el cambio de siglo, cuando se agregaron cuatro equipos en la década de 1990 y se introdujo el Comodín en 1995. Pero cayó por debajo del 50 % de las aperturas por primera vez en décadas justo cuando se añadió el segundo Comodín en el 2012.
¿Cuándo dejaron de ser los cuatro días de descanso lo normal?
Justo cuando la postemporada se amplió a un formato de 12 equipos. No es que la tendencia no estuviera ya en marcha desde hace años, pero éste fue el punto de inflexión.
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Entonces, ¿funciona o no? ¿Importa? A pesar de numerosos estudios – aquí uno de FiveThirtyEight en el 2015, otro de Russell Carleton de Baseball Prospectus del mismo año y uno más de FanGraphs en 2021 – es extremadamente difícil de decir.
Una evidencia anecdótica a favor es que el día extra de descanso se asemeja más a lo que hacen otras ligas de béisbol de alto nivel. Como sabemos, en Japón, los abridores lanzan una vez por semana. Sin embargo, no es sólo allí.
Cuando MLB publicó los hallazgos de un informe sobre el problema de lesiones de lanzadores el mes pasado, se señaló que los abridores de las Ligas Menores generalmente tienen más días de descanso que los de las Grandes Ligas. El año pasado, poco más del 10 % de las aperturas en las Menores se realizó con cinco días de descanso o menos. Como comentó un exlanzador de Grandes Ligas de forma anónima: “Un fenómeno sube y lo colocan en una rotación de cinco abridores, mientras que en las Menores lanzaba cada seis días”.
En el béisbol universitario, el rol de “abridor de los viernes por la noche” es un motivo de orgullo, reservado para el as del equipo. Pero no es sólo un título, ya que los abridores de los viernes tienden a lanzar los viernes y por ende, una vez por semana. Basta con observar el registro de juegos de Paul Skenes – ganador del premio a Novato del Año de la Liga Nacional en el 2024 – durante su última temporada en la Universidad Estatal de Luisiana (LSU) en el 2023. Ese año, Skenes realizó 19 salidas con los Tigres y las primeras 18 fueron con seis, siete u ocho días de descanso. La única apertura con menos descanso fue la última, con cinco días, debido a que en ese momento LSU estaba en las etapas finales de la Serie Mundial Universitaria, la cual terminaría ganando.
Cuando Skenes se unió a los Piratas el año pasado, cada una de sus aperturas se realizó con cinco días de descanso o más, lo que, al menos en este caso en particular, se alinea con la idea de “usar a los lanzadores en las Grandes Ligas como se usaron en niveles inferiores”. Es también la razón por la cual no se puede simplemente observar a las Mayores para determinar si a los abridores en general les fue mejor o peor con más días de descanso, porque ahora se están comparando grupos y niveles de talento distintos. Todas las salidas de alta calidad de Skenes caen en un solo grupo, lo que sesga los resultados.
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Tiene sentido anecdótico pensar que hacer que los lanzadores lleguen al nivel más alto de competencia y pedirles que hagan algo diferente a lo que han hecho en el pasado podría no ser ideal. Sin embargo, nuevamente, esto es mayormente anecdótico.
Por un lado, tienes al entonces gerente general de los Astros, James Click, quien dijo en el 2022 que “esperamos poder alargarlos, seguir sacando más innings de ellos y reducir algo del estrés en el bullpen”. Por otro lado, tienes al mánager de los Filis, Rob Thomson, señalando que “una cosa sobre usar una rotación de seis es que pone más presión sobre tu bullpen, porque tienes un hombre menos”. Ninguno está equivocado. Y, además, hay que tener en cuenta que, en el 2021, el roster de 25 jugadores se amplió a 26, lo que añade más factores a considerar en esta dinámica con muchas piezas en movimiento.
Además, hay más de una manera de implementar una rotación de seis; no significa necesariamente que los seis deban lanzar con cinco días de descanso, o por lo menos no tiene por qué ser así. Podría significar que tu principal abridor, o incluso tus dos mejores, mantengan el ritmo de cuatro días de descanso – tal vez esto es lo que Giolito termine haciendo – a la vez que el resto va con cinco días. Y, por supuesto, hay varios equipos que apenas pueden encontrar a cinco abridores, mucho menos seis.
Esto no se extenderá a los 30 clubes, al menos no en un futuro cercano, y probablemente nunca pase. Siempre habrá resistencia, como cuando Cole Hamels dijo en el 2018 que “eso no forma parte del béisbol... me formé en las Ligas Menores con una rotación de cinco y para eso estoy diseñado y condicionado.” Claro, no es difícil imaginar que los abridores en la década de los 70, acostumbrados a lanzar cada cuatro días, también se opusieran a pasar a un descanso de cinco días.
Los equipos que adopten esta estrategia podrían optar por usarla en períodos específicos de la temporada, cuando los días de descanso son escasos y los brazos están saludables. Y puede que no sea sólo una curiosidad. Las aperturas con cuatro días de descanso, durante décadas una norma establecida – incluso si no siempre eran los mismos cinco lanzadores consistentemente – no han sido el método principal en tres de los últimos cuatro años. Es posible que tampoco lo sea en el 2025.
Pero si te preguntas por qué hay más abridores con más días de descanso, hay al menos una respuesta obvia: Hay más béisbol.