
NUEVA YORK – Los momentos más ruidosos del día de Aaron Judge suelen ocurrir por la noche, cuando se dirige al plato del Yankee Stadium en medio del estruendo del público. Una voz anuncia su nombre, seguida por una explosión de Swag Surfin', su canción de entrada ("F.L.Y." de Fast Life Yungstaz), a todo volumen.
Pero ése es Judge en la oficina con el bate en alto, listo para infligir daño a cualquier lanzador que los Yankees estén enfrentando. Los momentos tranquilos se desarrollan a puerta cerrada en su apartamento de Manhattan: Viendo el amanecer mientras da un biberón, u ofreciéndose como voluntario para cambiar un pañal.
Éste será el primer Día del Padre de Judge como papá. Él y su esposa, Samantha, le dieron la bienvenida al mundo a Nora Rose Judge el 27 de enero. Judge atesora su rol como capitán de los Yankees, pero una vez que está en casa, la labores cambian.

“Ella me trae tanta alegría, tanta emoción, tanto asombro”, dijo Judge. “Especialmente en los días buenos o malos aquí en el trabajo, cuando llego a casa con ella, todo cambia”.
Los padres lo entienden: Puedes leer los libros, tomar las clases, pedir consejos a amigos y familiares... y aun así, nada te prepara para estar en las trincheras. Cada día te lanza una nuevo pitcheo envenenado; un chupete perdido, una regurgitación sorpresa, un desastre por limpiar, una rabieta que calmar.
Para Judge, han sido los pañales. Cambió el primero en el hospital, radiante de orgullo después de copiar el ejemplo de la enfermera a la perfección. No se dio cuenta de la frecuencia con la que repetiría esos pliegues y ajustes. A estas alturas, esa mecánica es casi tan familiar como su swing.
“Los primeros cuatro meses, creo que es simplemente la cantidad de veces que tienes que cambiar los pañales; eso es lo más importante”, comentó Judge. “Realmente no esperaba eso”.
Pero él no huye al trabajo. Junto con Samantha, cuidan de Nora por su cuenta; sin niñera, sin enfermera nocturna.
“Me encanta hacerlo todo”, afirmó Judge. “Especialmente si eso la ayuda a ella, o ayuda a mi esposa”.
En un típico día de juego, horas antes de pararse en la caja de bateo, Judge ejerce de papá.
“Me levanto, bajo con ella, simplemente pasamos el rato”, relató. “Yo le doy de comer; mi esposa le da de comer. Realmente, simplemente soy yo sosteniéndola, caminando por el apartamento. No es nada demasiado loco. Estamos bastante tranquilos antes de los días de partido”.
Pero eso cambia durante los raros y preciados juegos vespertinos de los Yankees o en un día libre en casa, cuando el cochecito de los Judge podría recibir el tan esperado llamado desde el bullpen.
“En los días libres, nos activamos un poco: Salimos, vamos al parque, hacemos algo bonito”, indicó. “Si es un juego más temprano, tenemos la oportunidad de jugar, hacer algunas cosas como el ‘tummy time’ [tiempo boca abajo] que son importantes. Entonces, cosas como ésas”.
Mucho se ha hablado de la “Fuerza de Papá”. La liga prácticamente tembló al considerar lo que eso podría significar en el caso de Judge, recién salido de una campaña del 2024 en la que encabezó las Mayores en jonrones (58), carreras impulsadas (144) y OPS (1.159), entre otras estadísticas.
Pero para Judge, la paternidad no ha sido una cuestión de músculo. Se siente más centrado y con los pies en la tierra que antes.
“Definitivamente, me calma”, dijo Judge. “Es una presencia tranquilizadora, lo cual es bastante increíble. Casi te quedas dormido cuando la sostienes. Es genial: Me calma por la noche antes de irme a la cama, y me mantiene calmado cuando vengo aquí al trabajo. Es increíble”.
Judge es famoso por concentrarse en el momento – el próximo lanzamiento, no el próximo mes. Pero con Nora, se permite imaginar el futuro: Ella en las gradas, con la edad suficiente para entender por qué parece que toda la ciudad aclama a su papá.
“Espero que tenga la edad suficiente para verme jugar este deporte”, expresó Judge. “Puede que yo sea un poco mayor para cuando ella realmente comience a reconocer lo que está pasando. Sólo quiero enseñarle la importancia del trabajo duro, la importancia de presentarse cada día para algo y la importancia de ser un jugador de equipo. Todo se trata de las pequeñas cosas”.