El jardinero de los Filis, Weston Wilson, conectó el primer lanzamiento que vio del dominicano Rafael Montero y lo mandó lejos por la línea del jardín izquierdo la noche del jueves. Luego de ver volar la bola, empezó a recorrer las bases. No fue sino hasta cuando llegó al plato, que Wilson se dio cuenta de que había un pequeño problema.
El batazo había sentenciado como foul desde un primer momento.
El umpire de tercera base, Brock Ballou, aparentemente fue una de las pocas personas el jueves en el Citizens Bank Park que se dio cuenta de inmediato: el elevado de 341 pies de Wilson había pasado justo por fuera del poste de foul del left field. En lugar del segundo jonrón de Wilson esta campaña, fue solo el primer strike.
Fue como si nadie le dijo a los Filis. Bueno, Ballou lo intentó, señalando inmediatamente que la bola era foul, pero los fanáticos empezaron a festejar y el efecto de sonido de jonrón del estadio se reprodujo en el sistema de parlantes: “¡Esa bola está fuera de aquí!”. Wilson no necesitó más aliento para empezar su recorrido, pensando que había ayudado a los Filis a subir una rayita a la pizarra en un juego en el que los Bravos tenían una ventaja de 8-0 en el séptimo inning.
No fue así. Después de parecer sorprendido cuando pasó al receptor de los Bravos, Drake Baldwin, tras llegar al plato, Wilson tuvo que reanudar su turno contra Montero. No le fue tan mal: batalló para obtener una base por bolas tras ocho lanzamientos. Pero después de pensar que has bateado un jonrón -- y darle la vuelta a las bases --, una pasaporte probablemente no se siente tan bien.