CHICAGO – El cubano José Abreu recorrió el Rate Field la noche del viernes, unas horas antes de que una victoria de los Medias Blancas 4-3 sobre los Padres pusiera fin a su racha de seis derrotas frente a 30,505 aficionados, como si uno de los mejores jugadores en la historia de la franquicia nunca se hubiera ido.
Abreu se detuvo a hablar con viejos amigos, aunque el roster de los Medias Blancas ha cambiado casi en su totalidad desde su última temporada en Chicago en el 2022. Abrazó a su compatriota Luis Robert Jr. y al también cubano Miguel Vargas, haciendo lo mismo con Gavin Sheets, su antiguo compañero en los Medias Blancas que fue el bateador designado de los Padres.
No hubo anuncios especiales sobre Abreu o de parte del excañonero, aparte de su mensaje de amor a los aficionados de los Medias Blancas y a la gente de toda la ciudad después de lanzar la primera bola a Robert, con su hijo de 7 años a su lado.
“Mi corazón siempre estará con los Medias Blancas”, expresó Abreu. “Este es mi lugar, esta es mi casa. Cuando entré, sentí muchas emociones y recuerdos. Esta es mi casa, y eso es todo lo que puedo decir. Es muy especial. Fue un gran lugar para mí, y agradezco estar aquí”.
Antes de expresar su gratitud a los medios reunidos por cubrirlo durante nueve temporadas con los Medias Blancas, estrechó la mano de todos los periodistas que se encontraban en el dugout del equipo. Ese es el tipo de clase que Abreu siempre demostró.
Los resultados positivos en el terreno también fueron un sello distintivo en la carrera de Abreu. Sus 243 jonrones con Chicago lo dejan por detrás de Frank Thomas (448) y Paul Konerko (432) en la historia de los Medias Blancas. Sus 863 carreras remolcadas con el equipo del sur de Chicago lo ubican en el quinto lugar, mientras que sus 303 dobles con Chicago lo colocan en el sexto.
Si a eso se le suma el Premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana durante la temporada del 2020, es comprensible por qué Abreu recibió una fuerte ovación antes del partido y una ovación de pie cuando fue reconocido a mitad del encuentro.
“Ciertamente, desde la acera de enfrente, viéndolo jugar, sabes qué tipo de jugador es”, dijo el manager de los Medias Blancas, Will Venable, sobre Abreu. “Y luego, al estar aquí y escuchar historias sobre él, te das cuenta del gran impacto que tuvo en este clubhouse y en esta ciudad. Eso coincide con el tipo de persona que parece ser desde el otro lado. Sé que todos estarán emocionados de tenerlo cerca”.
Venable estaba totalmente a favor de abordar el tema de añadir a Abreu en algún rol de coach, aprovechando a las personas que tuvieron un gran impacto en la organización. Pero Abreu no estaba listo para hablar de ser entrenador. El veterano de 38 años, quien jugó por última vez para los Astros en el 2024, no está listo para hablar de su retiro.
Cuando se le preguntó cómo quiere ser recordado por los aficionados de los Medias Blancas, Abreu sonrió y dijo: “Esto todavía no ha terminado”.
“Quiero que me recuerden como una persona muy respetuosa”, dijo Abreu. “Yo los respeto. Di todo lo que tenía por ellos y por el juego. Me gustaría que me recordaran de esa manera”.
“Lo más importante para mí en este momento, y lo que estoy haciendo, es simplemente llevar a mi hijo a la escuela todos los días, pasar tiempo con él, con mi familia. Eso es lo que más importa”.
Robert recibió una placa de cristal de los Medias Blancas que lo reconoce como el cuarto jugador en la historia de la franquicia con al menos 100 bases robadas y 100 cuadrangulares en su carrera. Y Abreu, quien decidió no salir del dugout durante su último juego en casa con los Medias Blancas el 5 de octubre del 2022, experimentó el amor y la adulación de los fans de los Medias Blancas al menos una vez más. El último partido que jugó con los Medias Blancas fue el 4 de octubre de esa temporada. En lugar de jugar en ese último encuentro, se sentó con el manager interino, el venezolano Miguel Cairo, en el dugout.
“Soy una persona agradecida. No me gusta decir adiós porque eso es el final”, indicó Abreu. “Así no soy yo. Esa no es la persona que soy. Para mí, decir adiós es el final, tu vida se acaba. Por eso no me gusta decir adiós”.
“Es uno de los mejores jugadores de mi país, probablemente el mejor”, dijo Vargas sobre Abreu. “Uno de los mejores atletas también. Es una gran persona. He estado hablando con él durante mucho tiempo, desde que estoy en las Grandes Ligas. Me ha ayudado mucho en la temporada muerta. Es mi ídolo y mi modelo a seguir. Fue genial tenerlo aquí hoy”.