“Es una superestrella”. Pese a fractura, Lindor decidió un triunfo clave para Mets

7 de junio de 2025

DENVER -- Fue justo antes del inicio del juego del viernes que el puertorriqueño Francisco Lindor completó su trabajo en la jaula de bateo en el Coors Field, sintiéndose con la confianza de que podría aportar más tarde esa noche. Así se lo hizo saber a su manager. A pesar de haberse fracturado el dedo meñique del pie derecho apenas dos días antes, Lindor tenía la intención de jugar.

“Sabía que tenía un as bajo la manga en algún momento”, indicó el dirigente venezolano Carlos Mendoza.

Mendoza también sabía que debía ser calculador sobre cuándo utilizarlo. Lindor todavía no puede correr. No podía jugar en el campo corto. Pero podía pararse sobre dos piernas, y eso significa que puede batear. Y eso convertía al boricua en una amenaza.

Durante el último año y más, Lindor ha demostrado con consistencia dos cosas. Una es que intentará jugar sin importar qué le esté afectando. La segunda es que sus dolencias no tienden a afectarlo tanto.

Y eso quedó demostrado el viernes, cuando Lindor se paró en el plato como bateador emergente en la novena entrada de un juego empatado, ignorando su dedo roto lo suficiente como para conectar un doble de dos carreras que le dio la ventaja a su equipo, en lo que fue una victoria de los Mets por 4-2 sobre los Rockies.

“Conociéndolo, uno piensa: ‘Por supuesto que va a hacer eso. Claro. Por supuesto’”, comentó el inicialista Pete Alonso. “Pero cuando realmente lo analizas en perspectiva, es realmente especial tener un compañero de equipo dispuesto a arriesgar su físico cada día de esa manera. Es un verdadero profesional”.

“Uno como que espera que él cumpla con el trabajo”, añadió el relevista Ryne Stanek. “Ha demostrado que eso es lo que es capaz de hacer”.

Sin Lindor, los Mets son un equipo menos peligroso. Así que la preocupación fue evidente cuando Tony Gonsolin golpeó a Lindor en el pie derecho con un slider el miércoles en Los Ángeles, causándole la fractura. Lindor estuvo fuera de la alineación al día siguiente, cuando los Mets sufrieron una derrota contra los Dodgers. Permaneció fuera durante las primeras ocho entradas del primer encuentro de la serie del viernes en Denver, en el que los Mets se fueron de 13-1 con corredores en posición de anotar.

Ese único hit fue un doble de dos carreras de Alonso en el séptimo episodio para darle a los Mets una oportunidad. Aunque los Rockies empataron en la parte baja de ese mismo inning, Stanek escapó de un atolladero con las bases llenas y sin outs en la octava, en gran parte gracias a una espectacular doble matanza de Brett Baty tirándose de cabeza.

Mientras tanto, Lindor esperaba en el dugout aferrado a un bate.

“Sólo quería jugar”, dijo.

Con un out en la parte alta de la novena, el dominicano Juan Soto conectó un sencillo y Alonso recibió un boleto. Lindor seguía preparándose. Cuando Jeff McNeil dio un elevado de out para el segundo out de la entrada, Mendoza finalmente recurrió a su lesionado torpedero, dándole esperanza a los Mets y provocando ansiedad en los Rockies.

“Francisco Lindor es uno de los grandes jugadores de este deporte”, expresó el manager de Colorado, Warren Schaeffer. “Es un tipo al que nunca puedes descartar. Es simplemente uno de los mejores. Nunca quieres verlo en la caja de bateo”.

A Lindor le bastaron sólo dos lanzamientos para demostrar que esas palabras eran proféticas, conectando su doble lo suficientemente profundo hacia la esquina como para que Alonso se deslizara en el plato con una segunda rayita.

“Somos privilegiados”, dijo Alonso. “Porque con él, tienes a un chico que simplemente está dispuesto a dar todo lo que tiene sin importar cómo se sienta o cuál sea su estado de salud. Le he visto hacer cosas como esta todo el tiempo. Sé que es difícil de hacer, porque batallar con problemas físicos implica limitaciones en todo. Simplemente no tengo nada más que el máximo respeto”.

Después, los jugadores de los Mets llenaron a Lindor de elogios similares, usando todo tipo de adjetivos para describir a su capitán de facto. El abridor del viernes, Kodai Senga, dijo a través de un intérprete que “esto simplemente ilustra qué tipo de persona es Francisco Lindor. Es un líder y es una superestrella”.

Gran parte de esa reputación proviene del hecho de que a Lindor no le gusta perderse partidos. En las últimas tres temporadas, ha promediado 158 compromisos por año.

Y no es porque Lindor haya evitado las lesiones. En mayo del 2024, se quedó fuera las primeras cinco entradas de un juego por una enfermedad grave, sólo para entrar en la sexta y conectar un par de dobles de dos carreras en una victoria en entradas extras. En septiembre pasado, Lindor se perdió 11 días debido a un dolor en la parte baja de la espalda que amenazó su capacidad para contribuir en octubre. Regresó para tres de los últimos cuatro encuentros de la temporada regular del equipo, conectando dos jonrones antes de jugar cada inning de cada encuentro de playoffs.

Anthony DiComo ha cubierto a los Mets para MLB.com desde el 2007.