LOS ÁNGELES -- Varias horas después de recibir un slider de 89 millas por hora de Tony Gonsolin en su pie derecho el miércoles, lo que generó una fractura en el dedo meñique, el puertorriqueño Francisco Lindor estaba sentado en el autobús del equipo de los Mets de regreso al hotel, insistiéndole al mánager venezolano Carlos Mendoza para que lo dejara seguir jugando. Cuando Mendoza dijo que no, Lindor le imploró que lo reconsiderara al día siguiente.
“OK, te voy a dar hasta mañana por la mañana”, le indicó Mendoza. “Pero la respuesta va a ser la misma”.
La realidad, como dijo Mendoza más tarde, es que Lindor recibió “noticias relativamente buenas” sobre su dedo del pie la mañana del jueves. El hueso está roto, pero no en la articulación, lo que lo convierte en un asunto puramente de tolerancia al dolor. Aunque Lindor efectivamente estuvo fuera de la alineación para el último juego de la serie de los Mets contra los Dodgers, evitó la lista de lesionados y espera regresar en unos pocos días.
“Es una cuestión de tolerar el dolor”, explicó Lindor. “Así que, con suerte, seré lo suficientemente fuerte para jugar más temprano que tarde”.
Inmediatamente después de recibir el slider de Gonsolin en el pie abriendo la victoria del miércoles por 6-1 sobre Los Ángeles en el Dodger Stadium, Lindor se desplomó en el suelo. Rápidamente se reincorporó y permaneció en el encuentro, aunque con una evidente molestia. Dijo que sentía “mucho” dolor. Aun así, para las entradas intermedias, el boricua se sentía lo suficientemente bien como para albergar la esperanza de que no había nada roto.
No fue hasta después del partido, cuando se quitó el calcetín para someterse a una radiografía, que Lindor vio los significativos hematomas y se dio cuenta de que algo andaba seriamente mal. Los rayos X confirmaron la fractura.
“Duele”, dijo Lindor a la mañana siguiente. “Con zapatos, duele un poco más [que] descalzo. Me desperté y pensé: ‘OK, no me siento mal’. Tan pronto como me puse los zapatos, no fue bueno”.
Mientras Lindor permanezca fuera de acción, el novato venezolano Luisángel Acuña será el titular en el campocorto. El equipo también le dará repeticiones en la posición al dominicano Ronny Mauricio, pero el quisqueyano se está recuperando de múltiples cirugías de rodilla y no ha jugado regularmente en las paradas cortas desde el 2023.
Ninguno de ellos puede reemplazar por completo a Lindor, quien viene de terminar en el segundo lugar del Premio JMV de la Liga Nacional en el 2024 y estaba disfrutando de otra sólida temporada como uno de los torpederos más completos del juego. En 61 partidos, Lindor batea .279/.353/.490 con 14 jonrones y 11 bases robadas.
Lindor espera que la lesión resulte similar a la que soportó en el 2022, cuando accidentalmente se machucó el dedo medio derecho con la puerta de un hotel, fracturándose el dedo. Terminó perdiéndose un solo partido, aunque sí cayó en un slump que duró varias semanas.
“Creo que va a ser una molestia persistente”, dijo Lindor sobre su dedo del pie. “Es un hueso roto. Creo que un hueso tarda seis semanas en sanar por completo. Hace tres años, me lesioné el dedo aquí, y todavía duele a veces. Es parte de depender de tu cuerpo. Como atletas profesionales, son cosas por las que pasamos. Esto es lo que Dios quería esta semana, y lidiaremos con eso. Pudo haber sido peor”.
Lindor planea recibir tratamiento diario en su dedo y hablar regularmente con Mendoza sobre su estado.
“Lo que pasa con Francisco es que conoce su cuerpo mejor que nadie”, comentó el manager. “Tienen una buena sintonía entre ellos; no sólo Francisco conociéndose a sí mismo, sino los preparadores físicos conociendo al jugador, y él confiando en el personal médico. Creo que hay mucha confianza de ambas partes, y lo llevaremos día a día”.