El jardinero central de los Marlins, Derek Hill, fue el autor el martes de lo que fue calificada como la que podría ser la atrapada del año hasta ahora, y una que honestamente sería difícil de superar. Pero -- ¿es posible que su propio compañero, y también jardinero central, lo opaque menos de 24 horas después?
Dane Myers patrullaba la pradera central por los Peces el miércoles cuando el cañonero de los Mets, Pete Alonso, dio un tablazo directo al bosque central del Citi Field con dos outs en el noveno episodio, y parecía que Myers no tenía ninguna posibilidad de atraparla, especialmente después de que en un principio tuvo un mal recorrido hacia la bola. Pero Myers necesitaba cubrir 81 pies para apenas tener una oportunidad, y fue al final cómo logró mantener la pelota engarzada lo más impresionante de esta jugada.
A último momento, Myers se estiró con el guante para realizar la atrapada. Luego, se estrelló de cara contra el muro, a la vez que sus lentes y gorra salieron volando a direcciones opuestas.
Las pelotas bateadas con una velocidad de salida de 109 millas por hora con un ángulo de despegue de 25 grados, como el batazo de Alonso, resultan en extrabases el 99% de las veces. Pero ésta cayó en el 1%. Y le puso punto final a una victoria por 5-0 que ayudó a Miami a evitar la barrida en Nueva York.
Es difícil señalar cómo se compara esta atrapada con la brillante jugada de Hill -- quien robó un imparable que iba a limpiar las bases. Hill cubrió 110 pies, debido a que lo habían posicionado no tan profundo en el bosque central, y el viento estaba bien fuerte. De hecho, esas ráfagas impulsaron el tablazo de Tyrone Taylor 26 pies hacia el suelo y nueve pies a la derecha, lo que significó que hubiera sido un grand slam bajo condiciones normales. Entonces, si el clima no hubiera intervenido, Hill jamás hubiera tenido una oportunidad de realizar la jugada.
Le daremos a Myers puntos de estilo por el gran golpe contra la barda, pero Hill se lleva los puntos por dificultad. De cualquier manera, los jardineros centrales de los Peces convirtieron el Citi Field en su propia competencia de clavados en las últimas dos jornadas, y fue bastante divertido verla.