“Esto apenas comienza”. Ramírez continúa histórico arranque con juego de 2 HR

28 de abril de 2025

SEATTLE -- Un slump de un juego al parecer fue suficiente para .

El dominicano y prospecto número 4 de los Marlins, cuya carrera en Grandes Ligas tuvo un inicio nunca antes visto en al menos 125 años, se fue por primera vez en blanco en un encuentro el sábado, yéndose de 4-0 en la fea derrota de Miami por 14-0 ante los Marineros, para dejar su promedio de bateo en .500.

El domingo, en el revés de los Marlins por 7-6 en el T-Mobile Park, le dio la vuelta a la situación en un abrir y cerrar de ojos, con el primer encuentro de dos jonrones de su carrera.

Al hacerlo, se convirtió en el primer jugador desde al menos 1901 con dos o más extrabases en tres de sus primeros cinco juegos en las Grandes Ligas.

“Ciertamente ha tenido un buen comienzo, eso es seguro”, dijo el mánager de los Marlins, Clayton McCullough, antes del juego del sábado. “La producción ha sido excelente. La velocidad del bate, las velocidades de salida, la calidad del contacto. Eso siempre iba a estar ahí. Nunca se está seguro de cómo un joven bateador va a manejar las cosas cuando sube por primera vez. Me ha impresionado tanto la calidad del contacto como su disciplina en el plato”.

En la parte alta del primer episodio, Ramírez le pegó al segundo lanzamiento que vio de Logan Evans y lo mandó en línea sobre la pared del jardín central a 105.1 mph con un ángulo de salida de 18 grados, enviando la bola a una distancia proyectada por Statcast de 404 pies en solo 4.5 segundos.

Eso está empatado como el ángulo de salida más bajo en un jonrón en las Mayores esta temporada, el ángulo más bajo de un bateador de los Marlins en cualquier jonrón desde Jake Burger el 16 de septiembre del 2023, y es además el quinto ángulo de salida más bajo en un jonrón al jardín central en el T-Mobile Park en la era de Statcast (desde 2015).

“Simplemente no se ven muchas bolas con ese tipo de trayectoria saliendo a esa parte del terreno”, apuntó McCullough. “Eso demuestra su fuerza y la velocidad del bate, el tipo de impacto del que es capaz”.

Luego, en el sexto episodio, Ramírez entró en modo majestuoso. Estando abajo 1-2 en la cuenta, Ramírez dejó pasar un sweeper afuera, abanicó en blanco un segundo sweeper en la esquina exterior, y luego no falló el tercero, bateando un descomunal vuelacercas de 421 pies al segundo piso por encima del bullpen.

“He estado trabajando mucho en el plato, trabajando mucho con los coaches”, explicó Ramírez. “Tratando de tomar buenas decisiones en el plato, y eso es lo que hemos estado haciendo”.

Esa disciplina -- combinada con su capacidad para hacer contacto -- es algo que McCullough ha enfatizado durante toda la semana.

Todavía es muy temprano en la carrera de Ramírez, e incluso aunque la tasa de persecución del 36.4% del jugador de 23 años antes de comenzar la jornada del domingo estaba justo por debajo de su única métrica que se ubicaba por debajo del promedio de la liga, su tasa de swings en blanco del 19.2% -- como casi todo lo demás -- se ubicaría en los escalones superiores de la liga si fuera un bateador calificado.

“Creo que eso es lo que hacen los bateadores realmente buenos”, siguió McCullough. “Tienen control de la zona, tienen disciplina para saber lo que están buscando, y si añades la calidad y el tipo de contacto, esa es una muy buena receta para el éxito en la caja de bateo. Él está combinando su tremenda disciplina en el home con la calidad de los batazos que está dando”.

El domingo, el tipo de contacto de Ramírez se mantuvo a un nivel estelar, combinado con una velocidad de swing promedio de 76.1 mph que se ubica como la más alta entre los bateadores de los Marlins (mínimo 10 swings) desde que comenzó el seguimiento de la velocidad de los swings en la segunda mitad de la temporada 2023.

Desde su ascenso el lunes, Ramírez ha puesto 16 bolas en juego; siete de ellas han tenido una velocidad de salida de al menos 100 mph. Su segundo jonrón tuvo una velocidad de salida de 108.7 mph. El receptor novato ha bateado múltiples pelotas a más de 100 mph en cada uno de sus últimos cuatro juegos. Amaneció el domingo con una velocidad de salida promedio de 94.3 mph, la más alta entre los bateadores de los Marlins con al menos 10 bolas bateadas en la era de Statcast, aunque ese número bajó un poco -- después de que los jonrones lo elevaron -- cuando el cerrador de los Marineros, el mexicano Andrés Muñoz, obligó a Ramírez a dar un roletazo que puso fin al juego en la alta del noveno.

Pero los dos bambinazos hicieron su parte para mantener las primeras estadísticas de Ramírez en territorio absurdo.

Tras los primeros cinco duelos de su carrera, el receptor está bateando .474 (de 19-9) con cuatro dobles, tres cuadrangulares y cinco impulsadas. Tanto su promedio como su OPS de 1.682 se ubican como el tercer mejor en la liga (mínimo 15 turnos al bate) desde su ascenso hace siete días.

“Fue una serie tremenda”, reconoció Ramírez. “Mi mentalidad es continuar. Creo que esto apenas comienza".