PHOENIX – Mientras subía por el sistema de liga menor de los Cardenales, Iván Herrera siempre era considerado un receptor del futuro del equipo – con todo y la firma hace dos años y medio del venezolano Willson Contreras, tras el retiro de la leyenda puertorriqueña Yadier Molina.
El panameño Herrera siempre había bateado en liga menor, ni hablar de la pelota invernal de su país y tres Series del Caribe. Pero lo que no se imaginaba en los predios de San Luis era que el bate de Herrera sería de una calidad suficiente para justificar su presencia diaria en la alineación como puro bateador designado. Pero ésa es la situación ahora mismo.
Tras salir hace una semana de la lista de lesionados por un tirón en la corva izquierda, dolencia que lo mantuvo fuera de acción durante casi un mes, Herrera ha sido limitado a bateador designado por los Cardenales, para protegerlo de otra lesión.
¿Y por qué no? Con línea de bateo de .315/.386/.512 en 45 partidos del 2025, el istmeño es el líder de San Luis en promedio, porcentaje de embasarse, slugging, OPS (.898) y OPS+ (151). Y claro, el 2 de abril, se convirtió en el primer receptor en la ilustre historia de la franquicia en dar tres jonrones en un juego.
“Hizo falta su bate”, dijo el manager de los Cardenales, Oliver Mármol, sobre la ausencia de Herrera desde mediados de junio hasta mediados del presente mes. “Es un bateador de verdad. Él sabe lo que hace en la caja (de bateo). Tiene muy buena de idea de lo que ellos (los lanzadores contrarios) están tratando de hacer con él y lo combate muy bien”.
Las lesiones han sido un tema a seguir con Herrera desde que fue incluido de manera definitiva en el roster del equipo grande de San Luis saliendo de los Entrenamientos de Primavera del 2024. El año pasado, participó en apenas 72 partidos y en la presente temporada, se ha visto limitado a 45. Ahora, la meta es que el jugador de 25 años pueda completar la campaña en salud y tratar de ayudar a los Cardenales a capturar uno de los Comodines de la Liga Nacional.
“Bien físicamente, súper bien en el home plate”, dijo Herrera tras su regreso a la acción, en que ha dado tres hits en 12 turnos. “Todo ha sido positivo. Seguimos jugando duro cada día”.
Los Cardenales sabían que Herrera tenía el don de batear desde que lo firmaron en julio del 2016, cuando él tenía apenas 16 años. Pero el hecho de poder ser el bateador designado a tiempo completo habla de esa calidad con el madero.
“Ha hecho un buen trabajo”, expresó Mármol, de ascendencia dominicana. “Ha construido un año bastante decente, así que es importante tenerlo en salud. Y creo que la mejor manera de hacer eso es no tenerlo detrás del plato, por lo menos en este momento.
“Los informes que recibíamos (cuando Herrera estaba en liga menor) aquí señalaban que él era un bateador de verdad. Y mientras más lo ves, el estilo de sus turnos, es impresionante”.
Otro elemento clave en la rotación de caretas de los Cardenales – y que hace mucho más fácil tener a Herrera fuera de la receptoría – es lo que ha hecho como cátcher el venezolano Yohel Pozo, quien ha superado todo tipo de obstáculos en el camino para establecerse como una figura confiable detrás del plato y con el madero. Llegó al domingo bateando .312/.330/.505 en 38 juegos del 2025. Con esa clase de producción, él se encuentra en el lineup entre tres y cinco veces por semana, con su compatriota Pedro Pagés – buen receptor defensivo, pero con números ofensivos menos impresionantes – como pieza complementaria.
“Poco a poco he tenido mi rol durante el año y he sabido aprovechar las oportunidades que me han dado”, comentó Pozo. “Iván es tremendo cátcher, pero ha pasado por par de lesiones y ser el segundo cátcher aquí, lo aprovecho al máximo. De verdad, me siento muy feliz por esta oportunidad”.
Al fin y al cabo, dejar la receptoría – por el momento – también es una ventaja para Herrera en cuanto a su bateo se refiere.
“Uno se enfoca más en una sola cosa”, dijo Herrera al respecto. “Cuando uno está quechando, a veces no batea bien, porque tiene que trabajar defensa. Es más importante tu defensa. De DH (designado), uno anda pensando en el pitcher (contrario), cómo le lanza a mis compañeros, para yo estar listo. Y ver qué pitcheo le está funcionando en el juego. Uno anda más enfocado en esa parte.
“Batear es una de las cosas más difíciles. Siempre he sido buen bateador, pero es difícil ser buen bateador en Grandes Ligas. Lo único que (hago) es tratar de pensar en el siguiente día; no se puede vivir en el pasado. Venir todos los días listo para trabajar y dar lo mejor de mí cuando estoy jugando. Todo eso salió bien debido a la preparación que he tenido”.