Kennedy y Breslow hablan sobre “el punto de quiebre” que llevó al cambio de Devers
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SEATTLE – Aunque el impactante cambio del dominicano Rafael Devers a los Gigantes el domingo ayudará a los Medias Rojas a enfocarse en su núcleo joven, encabezado por los "Tres Grandes" Roman Anthony, el mexicano Marcelo Mayer y Kristian Campbell, el director de operaciones de béisbol de Boston, Craig Breslow, quiso dejar una cosa bien clara.
“Es importante señalar que esto de ninguna manera significa que estemos sacando la bandera blanca para el 2025”, dijo Breslow antes del juego del lunes en Seattle. “Estamos tan comprometidos como lo estábamos hace seis meses con poner un equipo ganador en el terreno, con competir por la división y con tener una participación larga en la postemporada”.
Lo que sigue para los Medias Rojas tras el canje de Devers
Después de mostrarse reacio en un principio a dejar la tercera base y pasar a ser bateador designado tras la firma de Alex Bregman en la pretemporada, Devers se negó a jugar en la inicial cuando Triston Casas sufrió una lesión en la rodilla izquierda el 2 de mayo que puso fin a su temporada. Ése pareció ser el catalizador para la salida de Devers de la organización que lo firmó como agente libre internacional en el 2013.
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“Al final, creo que está bastante claro que no pudimos encontrar un punto en común con Raffy”, comentó el presidente y CEO de los Medias Rojas, Sam Kennedy. “Todos trabajamos en ello durante los últimos meses, remontándonos a la temporada baja, comenzando con Alex Cora y Craig y el personal, y luego hasta yo y hasta John Henry.
“Trabajamos en ello. Teníamos una visión diferente para él en el futuro a la que él tenía y no pudimos llegar a un acuerdo. No pudimos encontrar un punto medio... llegamos a ese punto de quiebre y tomamos la decisión de hacer un gran movimiento”.
Una de las cosas que tomó a la gente por sorpresa sobre el canje fue el momento. Los Medias Rojas acababan de barrer a los Yankees en el Fenway Park el domingo para sumar siete victorias en sus últimos ocho partidos. Un par de horas más tarde, Devers se bajó del avión del equipo que iba a Seattle, tras enterarse de que había sido traspasado.
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Y así de sencillo, se convirtió en un exjugador de los Medias Rojas.
“El momento no fue ideal”, confesó Breslow. “Y no siempre tenemos la opción de decidir cuándo estas cosas llegan al punto de ejecución, más allá de que… definitivamente, podríamos habernos retirado o dicho que no íbamos a hacer este traspaso, pero en última instancia, creemos que era lo mejor para la organización”.
Para los Medias Rojas, que llegan al juego del martes con récord de 38-36, tratar de establecer una cultura sólida en un equipo joven jugó un papel en la decisión.
“Cuando pensamos en la identidad, la cultura y el ambiente que crean los grandes equipos, algo no andaba bien aquí”, señaló Breslow. “Y era algo en lo que necesitábamos actuar con decisión para corregir el rumbo”.
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Después de que Devers criticara públicamente a Breslow por pedirle que jugara en la primera base el 8 de mayo, Kennedy y el propietario principal del equipo, John Henry, volaron a Kansas City al día siguiente para tratar de suavizar la situación, hablando directamente con el cañonero dominicano. En ese momento, el club describió la conversación como “productiva”.
Sin embargo, al final no cambió nada y Devers continuó siendo utilizado exclusivamente como bateador designado, y haciéndolo a un alto nivel. En su encuentro número 1,053 y último con los Medias Rojas el domingo, Devers conectó con violencia su jonrón 215 de por vida y su extrabase 500.
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“Fue un cambio de béisbol, porque hicimos lo que sentimos era en el mejor interés de los Medias Rojas dentro y fuera del terreno, para ganar campeonatos y para continuar persiguiendo feroz e implacablemente una cultura que queremos que todos en ese clubhouse adopten, haciendo todo lo que esté en su poder, noche tras noche para ayudar al equipo”, agregó Kennedy.
Fue Breslow quien finalmente tuvo que encontrar un socio para el canje, y los Gigantes – que terminaron segundos en la contienda por Aaron Judge en las Reuniones Invernales del 2022 – estuvieron dispuestos a asumir los aproximadamente US$254 millones que se le deben a Devers hasta el 2033.
Los Medias Rojas recibieron al derecho Jordan Hicks, al zurdo Kyle Harrison y a un par de prospectos: El jardinero James Tibbs III (clasificado por MLB Pipeline como el prospecto Nro. 6 de Boston) y el derecho dominicano José Bello.
“No había un mandato [de cambiar a Devers]”, aclaró Breslow. “La orden es armar el mejor equipo que podamos. Y para hacer eso, necesitábamos crear un roster más funcional y darles a ciertos muchachos más tiempo de juego, poder rotar en el puesto de BD, potencialmente buscar enfrentamientos favorables allí. Y además, éste es un roster que tiene algunas necesidades y podemos hablar de ayuda en la rotación abridora y en el bullpen, y creemos que abordamos algunas de ésas en el retorno que obtuvimos en este acuerdo. Pero además, sí creo que nos da algunos recursos a medida que nos acercamos a la Fecha Límite”.
A través de todos los movimientos significativos que los Medias Rojas han hecho desde el final de la temporada pasada – la tercera consecutiva del club fuera de los playoffs – Breslow había dicho firmemente que cada transacción se hizo con la campaña del 2025 en mente, por encima de todo.
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¿Fue el cambio de Devers contrario a esa meta?
“Sí, es una buena pregunta y entiendo por qué la reacción inicial sería ésa”, reconoció Breslow. “Sería difícil sentarme aquí y decir que cuando canjeas a un jugador del calibre de Raffy, cuando sacas ese bate de la alineación, ¿cómo podría sentarme aquí y decir que somos un mejor equipo?
“Reconozco que en el papel, no vamos a tener la misma alineación que teníamos. Pero esto no se trata del juego que se disputa en el papel, sino del que se lleva a cabo en el terreno y en última instancia, de ganar la mayor cantidad de partidos que podamos. Para hacer eso, estamos tratando de armar el equipo más funcional y completo posible”.
¿Cómo se volverá más funcional el equipo después de Devers?
“Creo que cuando consideras la flexibilidad, la capacidad de darles tiempo de juego a algunos de los jugadores jóvenes, la oportunidad de quizás reestructurar algunos de los recursos y llenar algunos vacíos en el roster tan pronto como la Fecha Límite de este año, y ser intencionales sobre el ambiente que creamos para que estos jugadores jóvenes prosperen, entonces sí creo que hay una posibilidad real de que al final de la temporada, cuando miremos hacia atrás, habremos ganado más partidos de los que hubiésemos logrado de otra manera”, concluyó Breslow.