Rojos se preparan para su última estadía en casa aún con vida en la lucha por el Comodín
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SAN LUIS – Diez juegos, tres series. Eso es lo que queda de la temporada regular de los Rojos.
Aunque sus posibilidades de playoffs se han vuelto mínimas a estas alturas, no son nulas. Por eso, la victoria del miércoles por 6-2 sobre los Cardenales en el Busch Stadium, con la que concluyeron su gira, fue crucial.
Cincinnati (76-76), que terminó su gira por tres ciudades con un récord de 4-5, está a 2.5 juegos de los Mets (78-73) – a la espera de su juego nocturno contra los Padres – por el último puesto del Comodín de la Liga Nacional. Otros dos conjuntos en la contienda, los Diamondbacks (77-75) y los Gigantes (75-76), jugaban el miércoles por la tarde.
El jonrón solitario de Alec Burleson con dos outs por el jardín central-derecho contra Brady Singer le dio a San Luis una ventaja de 1-0 en la primera entrada. Singer luego se asentó y retiró a 10 de sus siguientes 12 bateadores.
Contra el abridor de los Cardenales, Andre Pallante, en la cuarta entrada, Sal Stewart y el dominicano Elly de la Cruz negociaron bases por bolas consecutivas con un out. Eso preparó el escenario para Spencer Steer, quien conectó un primer lanzamiento de Pallante al bosque central para un cuadrangular de tres carreras, su 18vo bambinazo de la temporada. Un wild pitch de Pallante a De la Cruz con las bases llenas y dos outs en la quinta entrada trajo al plato a Gavin Lux para una ventaja de tres carreras.
Singer terminó con dos carreras (una limpia) y tres hits permitidos en 5.2 entradas, con dos boletos y seis ponches. Cedió una carrera sucia que anotó por un error en tiro de De la Cruz en la sexta.
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Steer amplió la ventaja en la séptima entrada con su sencillo de dos carreras con dos outs por el jardín derecho, empujando a Austin Hays y al corredor emergente dominicano Santiago Espinal, lo que le dio un juego de cinco carreras remolcadas.