Análisis: Cómo Jeremy Peña ha dado un gran salto al bate ahora
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Cuando el dominicano Jeremy Peña llegó al partido de sus Astros el 17 de junio contra los Atléticos en West Sacramento en medio de un bache bateando de 11-0, el infielder sabía precisamente cómo sacudirse.
Luego de caer en varias sequías durante los primeros tres años de su carrera, el torpedero tenía una nueva estrategia en el 2025 -- una que le está dando resultados.
“Cuando siente que le va mal, regresa a lo básico”, señaló el coach de bateo de Houston, el puertorriqueño Alex Cintrón. “Vuelve a su estrategia y todas las mecánicas que estuvo trabajando desde los Entrenamientos de Primavera”.
Peña y Cintrón se reunieron durante las prácticas de bateo de los Astros, fijando un plan para que el estelar campocorto recuperara la forma. Y no tardó en lograrlo.
Al día siguiente, Peña salió de su mal momento con una jornada de tres hits y dos impulsadas. Dio dos imparables el 19 de junio y luego se fue de 4-3 con un jonrón el 20 de junio en Anaheim, cumpliendo un rol clave en la victoria de Houston en extrainnings.
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Fue otra muestra de que el torpedero de los Astros ha dado un gran salto en el plato este año. Gracias a cambios en su swing, un renovado cuadre y una mejora en la disciplina en el plato, el JMV de la Serie Mundial del 2022 ha estado entre los jugadores de mayor valor en MLB esta campaña.
El hecho de Peña afianzarse como primer bate de su club ha ayudado a Houston a amortiguar el golpe de la ausencia del cubano Yordan Álvarez y ha impulsado al equipo al primer lugar del Oeste de la Americana.
“Ha sido toda una potencia para nosotros en lo que va de esta temporada”, declaró el manager de los Astros, el boricua Joe Espada.
Aquí, demostramos cómo Peña ha llevado su juego a otro nivel en el 2025.
Progreso interrumpido
Es difícil calificar la campaña de novato de Peña como algo menos que un rotundo éxito. Pegó 22 cuadrangulares, registró bWAR de 5.0, ganó un Guante de Oro y terminó de quinto en las votaciones al Novato del Año. Y eso fue solamente en la campaña regular. En la postemporada, el quisqueyano bateó .345 con OPS de 1.005 y cuatro cuadrangulares, incluyendo el bambinazo de la ventaja en el Juego 5 de la Serie Mundial del 2022.
Pero Peña registró porcentaje de embasarse de apenas .289 en dicho año y a lo largo de dos campañas siguientes, no demostró mejorías en el plato. Velocidad, defensa y una ofensiva promedio en una posición clave todavía lo hizo un jugador de valor, pero no era un bateador del nivel del puertorriqueño Carlos Correa. Tampoco negoció tantos boletos, eran pocas las veces que daba macetazos y les daba swing a muchos pitcheos fuera de la zona de strike.
Cuando Peña lograba encontrar el éxito, no duraba tanto.
“En el pasado, me sentía bien en el plato y pensaba que le podía dar a todo”, le dijo Peña a MLB.com. “Y ahí es que entras en problemas, porque comienzas a tratar de darle a todo”.
Según Cintrón, el cuadre de Peña no le ayudaba. Hubo muchas partes que se movían. Su cuerpo se mecía de adelante hacia atrás, causando que su cabeza se moviera, y sus manos estaban en constante movimiento. Para el joven bateador, eso le hacía difícil darles bien a los pitcheos, resultando en swings en blanco o contacto débil.
Ése ahora no es el caso: Peña ha limitado la cantidad de movimientos en la caja de bateo. En el 2025, se está parando más de una pulgada más atrás en la caja de bateo que en el 2024, lo que le permite caerles a los lanzamientos en vez de verlos dejar pasar.
“Ahora se mantiene más conectado”, explicó Cintrón. “Se mantiene detrás de la bola más y tiene un mejor ángulo para mandar la bola al aire con mayor consistencia y también con mayor fuerza”.
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Paciencia y jalar la bola con poder
El cuadre renovado era una sola parte del gran esfuerzo que Peña ha puesto -- un trabajo que ahora rinde enormes dividendos.
En Houston durante el invierno, trabajó junto con el hombre que reemplazó en el campo corto de Houston -- Correa, quien ahora está en los Mellizos. El veterano le enseñó algunas cosas al joven infielder, como ser rápido hacia la bola con un swing y a la vez mantenerse agresivo.
“Le pregunté sobre cualquier cosa que le funcionaba”, indicó Peña. “Tuvo una gran temporada el año pasado. Estaba dándole a todo muy fuerte”.
Durante los Entrenamientos de Primavera, Peña practicó en ser más selectivo en el plato -- una cualidad que normalmente no demostró en sus primeras campañas en las Mayores. Su tasa de swings fuera de la zona de strike del 34.5% en el 2025 todavía es alta, pero es la mejor de su carrera, y le está dando a menos pitcheos que antes.
La experiencia también ha sido crucial. Cuando llega el momento de darles a pitcheos rompientes como curvas y sliders, Peña batea apenas .233 con una tasa del 37.8% de swings en blanco del 2022 al 2024. Este año, lleva promedio de .313 contra rompientes con una tasa de swings en blanco del 33.2%.
“Sabe cómo los lanzadores lo están atacando”, declaró Cintrón. “Sabe que los pitcheos vienen con muchas revoluciones, así que ahora está tratando de ir con una buena estrategia y darle a la bola entre el jardín derecho y el central, por el medio del terreno”.
Los resultados están llegando. Sus métricas de Statcast en cuanto a la calidad de contacto se refiere, como wOBA anticipado y slugging anticipado, son las mejores de su carrera. Su tasa de ponches es la menor de su carrera con el 16.0%. Se ha robado 15 bases en 17 intentos. Y ha sacudido 11 vuelacercas, que lo ponen en un paso hacia los 22 cuadrangulares (que son la mayor cantidad en su carrera que alcanzó como novato).
Ese trueno parece estar guiado por la capacidad que tiene Peña de jalar la bola por el aire -- el 20.1% en el 2025, la mayor marca de su carrera y una notable mejora sobre el 2023 y el 2024 (14.3%).
“Creo que ése siempre es el resultado que quieres”, expresó Peña. “Quieres darle a la bola por el aire. Pienso que es un resultado de los otros ajustes que hemos hecho. Quieres pensar siempre que quieres enviar la bola al aire, pero si no haces las cosas correctas en el plato, no veras esos resultados. Es casi como si te enfocas en mantener un cuadre que siempre puedas repetir, un swing que puedas repetir, y luego de ahí avanzas”.
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Encabezando el lineup
Antes del candente junio de Peña, los Astros tenían fe en su torpedero. El 26 de abril, Peña bateaba .244 con OPS de .695 cuando Espada se le acercó a su joven campocorto con una noticia. El venezolano José Altuve, quien siempre fue el primer bate, quería más tiempo para ir hacia la cueva desde su nueva posición en la pradera izquierda para poder preparase para su turno. El rol de primer bate era de Peña.
“Él estaba bien entusiasmado cuando le dije eso”, dijo Espada.
Era una tarea abrumadora. En 919 partidos de su carrera encabezando la alineación de Houston, Altuve consiguió una línea ofensiva de .303/.365/.478. Peña sabía que el fijar la mesa para el talentoso lineup de los Astros -- y llenar el hueco que dejó Altuve -- sería una gran responsabilidad, y ha tenido éxito: Antes de la jornada del viernes, batea .357 con ocho jonrones y OPS de .947 en 54 encuentros como primer bate.
“Creo que es un muchacho al que le gustan los retos, le gusta la presión”, indicó Cintrón. “Sabía que debía dar la cara para su equipo como primer bate y que podía embasarse para su equipo. Ha hecho un trabajo bastante bueno con eso”.
Peña señaló que le gustaba que como primer bate tuviera más oportunidades de enfrentarse a los lanzadores rivales que cualquiera en la alineación. Eso significa más oportunidades de embasarse, por supuesto, pero también más oportunidades de llevarles a sus compañeros información importante de lo que pueden esperar cuando entren a la caja de bateo.
La ofensiva de Houston ya es excelente, pero Peña sabe que todos valoran cualquier manera en que pueda ayudar.
“Tenemos una excelente alineación”, declaró Peña. “Cualquiera puede vencerte en cualquier día. Mi trabajo es embasarme para que los otros muchachos me remolquen”.
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Hacer el trabajo
Peña está haciendo más que embasarse. Encabeza el equipo con su promedio de .324, slugging de .492 y OPS de .871, con su promedio ocupando el quinto lugar entre los bateadores de MLB que califican. Llegó a la acción del jueves con bWAR de 4.6, que lo ponen de segundo en las Grandes Ligas solamente por debajo de Aaron Judge (5.8). En el último boletín de las votaciones de los aficionados al Juego de Estrellas, Peña es tercero entre los torpederos de la Liga Americana.
Para un equipo de Houston con siete abridores y su estelar toletero en la lista de lesionados, la producción de Peña ha sido crucial. Desde el 5 de mayo, el día en que Álvarez pasó a la lista de lesionados, los Astros llevan marca de 31-17 (.646) -- la mejor foja en MLB. Pese a no estar en la cima del Oeste de la Americana sino hasta el 30 de mayo, el equipo llegó a la jornada del viernes con una impresionante ventaja de 6.5 juegos sobre los Marineros. Su campocorto es una pieza clave de ese ascenso.
“Uno de los motivos por los que estamos de primeros ahora mismo es porque Jeremy Peña ha tenido un desempeño consistente todo el año”, expresó Cintrón.
Eso es en gran parte gracias a que Peña ha madurado a la ofensiva, una tarea que jamás terminará. Aunque ha progresado últimamente, hay aspectos en el que puede mejorar, como el reducir su tasa de swings fuera de la zona de strike, pegar menos rodadas y tener mejores resultados contra pitcheos de baja velocidad.
Peña dijo que siempre trata de hacer ajustes y mejorar, pero por ahora, simplemente está “confiando en el proceso y partiendo de ahí”.
“Creo que entre más juegues este deporte, aprenderás más de ti mismo”, agregó el quisqueyano. “Conoces mejor tu cuerpo, sabes lo que funciona y lo que no funciona, y de ahí avanzas. Me he enfocado bastante en eso -- encontrar lo que funciona para mí y mantenerme ahí”.