BOSTON -- Haciendo su última apertura antes de la pausa del Juego de Estrellas, el as de los Medias Rojas, Garrett Crochet, procedió a ponerle el sello a su primera mitad, que superó con creces cualquier tipo de expectativas.
El zurdo completó una blanqueada el sábado en el Fenway Park, pintando de blanco a los Rays 1-0 para llevar a su equipo sumar su noveno triunfo consecutivo.
Crochet abrió el juego con una entrada de 1-2-3 que incluyó ponches consecutivos. Terminó el día con nueve abanicados para finalizar su primera mitad con 160 – la mayor cantidad en las Grandes Ligas. Crochet lanzó 129.1 entradas a lo largo de 20 aperturas de la primera mitad, apenas 16.2 menos que su total del 2024 con los Medias Blancas.
El único problema que enfrentó Crochet llegó en la sexta entrada, cuando los Rays intentaron un toque de bola con corredores en las esquinas y un out. El inicialista Abraham Toro tomó a mano limpia la pelota bateada por Ha-Seong Kim, y el venezolano Carlos Narváez hizo el toque en el plato para evitar que anotara la rayita del empate. Crochet escapó ileso al provocar un rodado de out de Jake Mangum para terminar la entrada.
La del sábado fue la más reciente demostración de que Crochet le está dando a los Medias Rojas algo que no han tenido en mucho tiempo: Un verdadero as. Y con eso viene no sólo la expectativa de rendir en el terreno, sino también la responsabilidad de actuar como un líder dentro del clubhouse. En su primer año con Boston, Crochet ha cumplido y superado todo lo que se esperaba tanto dentro como fuera del campo.
“Cada cinco días, sabemos que él va a estar en el montículo”, comentó el manager boricua Alex Cora, “pero lo que está haciendo en el clubhouse, lo ves en el dugout, siempre está metido en los juegos hablando con los lanzadores… Es muy similar a Alex [Bregman], en ese sentido. Él y [Walker Buehler]; ‘Walk’ tiene más experiencia, obviamente, pero es muy inteligente”.