¿En cuál dirección irá la campaña de Medias Rojas sin Devers?

21 de junio de 2025

La reacción inmediata al cambio de Rafael Devers a los Gigantes — una reacción comprensible para los fanáticos de los Medias Rojas que han visto cómo otra piedra angular de la franquicia se va — fue que, cuando el avión del equipo despegó la noche del domingo rumbo a Seattle sin el toletero dominicano a bordo, la temporada de los Medias Rojas se fue con él. Y quizás así sea.

El resto de la temporada, y no sólo la serie de este fin de semana entre los Medias Rojas y los Gigantes — un regalo cortesía del calendario — nos dirá qué pensar al respecto. Pero esto es lo que pienso sobre un cambio que, les aseguro, se volvió inevitable desde que Devers se negó a cubrir la primera base tras la lesión de Triston Casas: Creo que los Medias Rojas están a punto de convertirse en una de las historias más interesantes del béisbol en lo que resta del año, y no porque vayan a volver a caer al fondo del Este de la Liga Americana. Rafael Devers, por talentoso que sea, ya no ocultaba —ni siquiera ante sus compañeros— lo que pensaba sobre los directivos, desde que los Medias Rojas firmaron a Alex Bregman y Devers entendió que el puesto de antesalista en el Fenway Park no era suyo de por vida. Ahora él sigue su camino en San Francisco, donde ha aceptado jugar donde lo necesiten.

Pero los Medias Rojas estaban enrachados cuando Devers aún estaba con ellos, hasta el fin de semana pasado, cuando sorprendieron a los Yankees con una barrida de tres juegos en el Fenway Park. Lograron mantenerse encendidos al ganar dos de tres frente a los Marineros en Seattle. Y si consiguen algo más que tambalear en lo que queda de este viaje de nueve juegos por la Costa Oeste — con los Gigantes y los Angelinos aún por enfrentar — antes de cerrar junio en casa ante los Azulejos, tal vez puedan demostrarles a todos, incluso a ellos mismos, que siguen siendo un equipo de postemporada, aun sin Devers como su bateador designado.

Después de que Garrett Crochet volviera a lucir como una estrella la tarde del miércoles y los Medias Rojas consiguieran jonrones de uno de sus jóvenes, el méxico-estadounidense Marcelo Mayer, y otro de Trevor Story, le pregunté a Dave O’Brien, excelente narrador del equipo en NESN, cómo se sentía el equipo de Boston en Seattle.

“Tan sorprendidos como estaban en el avión”, dijo O’Brien, “los jugadores asimilaron todo mucho más rápido de lo esperado. Fue como, ‘Bueno, ya está hecho. Vamos a seguir’”.

Los jugadores no fueron los únicos sorprendidos por la noticia de que Devers, aún en las primeras etapas de un contrato de 10 años y US$313.5 millones, había sido cambiado por los lanzadores Jordan Hicks y Kyle Harrison, además de los prospectos James Tibbs III y el dominicano José Bello. Devers había sido el mejor bateador de Boston desde el último cambio impactante del equipo: El traspaso de Mookie Betts — uno de los jugadores más completos que hayan tenido los Medias Rojas — a los Dodgers en el 2020. Desde entonces, Boston se ha familiarizado más con el sótano del Este de la Americana que con la Serie Mundial, a pesar de haber ganado más títulos (cuatro) que cualquier otro equipo en este siglo.

Ahora Boston ha sido reinventado de nuevo, sobre la marcha, y empieza a construirse alrededor de jóvenes como Mayer (quien ya suma cuatro vuelacercas desde su ascenso), Roman Anthony — considerado el mejor prospecto del béisbol antes de su ascenso desde Triple-A Worcester — y Kristian Campbell. Tienen a Crochet, quien ha brillado como un verdadero as este año, y han visto al cubano Aroldis Chapman, con 37 años, dominar otra vez en la novena entrada. Y por supuesto, todavía cuentan con el puertorriqueño Alex Cora como dirigente.

Ahora tienen que demostrar que pueden producir ofensiva sin Devers, una vez que Bregman — quien cargó con la ofensiva tanto como Devers— esté de vuelta. Pronto lo recuperarán, al igual que al japonés Masataka Yoshida, quien había sido un hombre olvidado en el Fenway Park por un tiempo. Este fin de semana también se reincorporó el venezolano Wilyer Abreu, uno de sus jugadores más completos el año pasado.

Esto fue lo que dijo Story, quien superó una terrible sequía ofensiva a principios de temporada, sobre su jonrón del miércoles frente a Seattle y otra serie ganada por los Medias Rojas:

“Es importante”, destacó Story. “Es un punto crucial de la temporada. Puede irse en cualquier dirección y aún queda mucho béisbol. Sentimos que respondimos bien después de algo tan grande e impactante”.

El contexto de lo que pasó con Devers es claro, y no sólo porque ocurrió bajo la larga sombra del cambio de Betts, una decisión que permanecerá en Fenway Park para siempre: Los Medias Rojas parecían haber encontrado su camino después de lo que se sintió como un centenar de derrotas por una carrera esta campaña. Acababan de barrer a los Yankees, sumando cinco triunfos en seis juegos ante Nueva York este año.

Story tiene razón: La temporada de los Medias Rojas puede ir en cualquier dirección. Por ahora, esa temporada sigue adelante y ha encontrado a Devers. Esto se va a poner bueno. Y quizás el equipo de Boston también.