SAN LUIS – El número 4, sinónimo en todo San Luis y en la Nación Cardenal con el legendario ex receptor Yadier Molina, regresa al dugout de los Cardenales… por dos noches.
El 10 veces All-Star, ganador del nueve Guantes de Oro y dos veces campeón de la Serie Mundial volverá a ponerse el uniforme y estará en el dugout de los Cardenales esta noche y el sábado, cuando el equipo se enfrente a su rival, los Cachorros, en el Busch Stadium. Molina, quien brilló con los Cardenales del 2004 al 2022, tenía previsto estar en San Luis a principios de agosto por asuntos personales, y se comunicó con la organización para explorar la posibilidad de regresar a Busch Stadium y ponerse el uniforme.
El puertorriqueño, quien será el manager de la selección de Puerto Rico en el próximo Clásico Mundial de Béisbol y aspira a dirigir en Grandes Ligas, fue invitado por el manager Oliver Mármol a sentarse junto a él en el dugout. Mármol cree que tener a Molina con el equipo será beneficioso para un club joven que puede aprender mucho de las casi dos décadas de experiencia que acumuló detrás del plato.
“Creo que será una experiencia realmente especial por muchas razones”, dijo Mármol. “Es excelente para la organización, para los jugadores y para la afición.
“Aunque solo sea por dos días, lo aprovecharé, porque tener ese nivel de experiencia en el dugout y cerca de los jugadores… él tiene una manera única de comunicar lo que significa el éxito”.
Se cree que esta será la primera vez que Molina regrese al Busch Stadium desde el último juego de la temporada 2023, cuando su gran amigo y ganador de 200 partidos, Adam Wainwright, se retiró. Molina fue contratado por los Cardenales como asistente especial del presidente de operaciones de béisbol, John Mozeliak, pero no pudo cumplir con la mayoría de esas responsabilidades debido a asuntos familiares, según el club. Molina terminó su carrera como jugador en el 2022 ayudando a los Cardenales a ganar el título de la División Central de la Liga Nacional y clasificar a los playoffs — el último pase del club a la postemporada hasta la fecha.
Considerado ampliamente como uno de los mejores receptores defensivos en la historia de MLB, Molina se destacó por su capacidad para bloquear lanzamientos y retirar corredores en intento de robo. Fue una pieza clave en los equipos de los Cardenales que ganaron la Serie Mundial en 2006 y 2011. Durante sus 19 temporadas en Grandes Ligas, todas con San Luis, formó parte de 13 equipos que llegaron a playoffs y cuatro que ganaron el banderín de la Liga Nacional.
Al momento de retirarse como jugador en 2022, Molina era el líder histórico en outs realizados por un receptor y el segundo con más Carreras Defensivas Salvadas (130). Entre los jugadores activos ese año, lideró a los receptores en pickoffs (55), porcentaje más alto de corredores atrapados robando (40.21%) y asistencias (845). También, junto con Wainwright, estableció los récords de MLB de más juegos iniciados (328) y más victorias (213) como batería — marcas que muchos historiadores del béisbol consideran imbatibles.
Aunque fue conocido principalmente por su defensa al inicio de su carrera, Molina también se convirtió en un bateador consistente. En 2,224 juegos en MLB — todos con los Cardenales — acumuló 2,168 hits, 176 jonrones y 1,022 carreras impulsadas, con un promedio de bateo de .277. Su mejor temporada ofensiva fue en 2012, cuando bateó para .315, con 22 cuadrangulares y un OPS de .874.
Mármol, quien fue el coach de banca del equipo durante varios años y dirigió a Molina en su última temporada, cree que el legendario receptor tiene todas las herramientas para ser un gran manager algún día.
“Tiene una mente brillante para el béisbol y una gran pasión por enseñar”, dijo Mármol. “Está totalmente conectado con el juego, y la combinación de todo eso creo que le permitirá dirigir al más alto nivel”.