BOSTON – ¿Bajón de segundo año? Más bien, ¡chispa de segundo año!
El venezolano Wilyer Abreu no sólo es el bateador más encendido de los Medias Rojas al inicio de la temporada, sino que está marcando el paso en Grandes Ligas.
En sus primeros 10 partidos del año, su línea ofensiva es de .483/.595/.897 con tres dobles, tres jonrones y 12 carreras impulsadas. Además, encabeza las Mayores con OPS de 1.492.
Tomando en cuenta que Abreu se perdió las primeras tres semanas de la Liga de la Toronja debido a un virus gastrointestinal, su arranque ha sido más impresionante todavía.
Pero también es fruto del intenso trabajo que realizó durante la temporada muerta para convertirse en un bateador más completo que en su año de novato, cuando tuvo una línea de .253/.322/.459 con 15 cuadrangulares, 58 carreras producidas, 40 bases por bolas y 125 ponches.
En este inicio del 2025, Abreu ha demostrado mayor control de la zona de strike, con ocho pasaportes y apenas cuatro ponches.
“Ése fue un enfoque durante la temporada muerta y también en los Entrenamientos Primaverales”, destacó Abreu. “Siento que el año pasado me ponché mucho. Y cuando no me poncho, siento que tengo una buena oportunidad de contribuir al equipo y darle fuerte a la pelota. Entonces, para mí fue muy importante tratar de reducir los ponches y enfocarme en la zona de strike”.
Abreu también está usando todo el terreno nuevamente. Eso es algo que mostró durante su convocatoria de 28 juegos en el 2023, pero que no hizo con la misma frecuencia la campaña pasada.
“Ése es el bateador que vimos hace dos años”, comentó el timonel de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora. “Puede aprovechar la pared. Trabajó fuerte en la temporada muerta en su swing y en su cuerpo, y ahora mismo su comienzo es increíble”.
Abandonar el enfoque de jalar la bola del año pasado le dio resultados a Abreu cuando conectó un batazo decisivo contra el Monstruo Verde, que les dio a los Medias Rojas una victoria por 5-4 en 10 entradas sobre los Cardenales en el primer encuentro de la doble-cartelera del domingo.
“Obviamente, tratar de usar todo el terreno es de gran ayuda”, dijo Abreu. “Y más aun aquí en Fenway, cuando tratamos de usar el Monstruo a nuestro favor. Si puedo hacer eso de manera consistente, va a ser un muy buen año para mí”.
No es como si lo del año pasado fuera para ignorar. Como novato, Abreu ganó un Guante de Oro de la Liga Americana en el jardín derecho. Fue aun más notable si se considera que el bosque derecho del Fenway Park es considerado el más difícil de cubrir en Grandes Ligas. En el segundo juego del domingo, Abreu atrapó una línea y realizó un tiro certero a la antesala para sacar a Lars Nootbaar. El disparo fue de 90.7 millas por hora, según Statcast.
Si Abreu logra elevar su nivel ofensivo, podría convertirse en uno de los jardineros más completos del juego.
El año pasado, Abreu tuvo un buen inicio, pero perdió impulso el 2 de junio, cuando sufrió un fuerte esguince en el tobillo derecho. Aunque regresó 10 días después, su bate nunca volvió al nivel que tenía antes de la lesión.
El oriundo de Maracaibo, de 25 años, suele pasar desapercibido dentro de un núcleo joven y talentoso que incluye al mexicano-americano Jarren Durán, Triston Casas y Kristian Campbell. Pero él nunca se queja de eso.
El reservado Abreu siempre ha preferido dejar que su bate y su guante hablen por él.
“Como siempre digo, no trato de hacer más de la cuenta”, expresó Abreu. “Sólo seguir con mi plan y tratar de controlar la zona de strike. Para mí, ésa ha sido una gran clave y eso es lo que estoy tratando de hacer”.