Abreu y Devers, los polos opuestos de la primera serie de Boston

31 de marzo de 2025

ARLINGTON -- El gran momento del venezolano y la histórica cantidad de ponches del dominicano dominaron los titulares durante la primera serie de los Medias Rojas esta temporada, que concluyó con una victoria y tres derrotas contra los Rangers en el Globe Life Field, la última el domingo por 3-2.

Uno de los jugadores sobre los que los Medias Rojas tenían cierta inquietud de cara a la campaña era Abreu, aunque sólo fuera por una enfermedad que lo marginó durante semanas en el Entrenamiento de Primavera y lo limitó a 20 turnos al bate (un hit) en seis juegos de la Liga de la Toronja.

En el último ejemplo de por qué las estadísticas de la pretemporada no aparecen en el dorso de la tarjetita de béisbol de nadie, Abreu ha brillado desde el principio. El bateador zurdo se fue de 10-7 con cinco bases por bolas -- la última de las cuales fue intencional mientras los Medias Rojas intentaban remontar el domingo -- dos dobles, dos jonrones y seis carreras impulsadas.

Ahora en su segunda temporada completa en Grandes Ligas, Abreu parece estar listo para llevar su juego a un nivel superior.

“Excelente”, dijo el mánager de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora. “Hizo algunos ajustes. Y como dije, no hablamos de él en el Entrenamiento de Primavera, porque estaba enfermo. Había un plan establecido en la temporada muerta y lo ejecutó. Se puede ver que ahora está cubriendo diferentes lanzamientos. Siempre ha sido paciente, y creo que ahora que se siente bien en el plato, tiene equilibrio y es capaz de alcanzar la recta, y no hay pánico. No hay persecución (de bolas malas)”.

Dice algo que Abreu se haya ganado el respeto de Jacob deGrom.

“Está moviendo bien el bate, así que él era el único en su alineación al que no quería dejar que me ganara”, reveló deGrom. “Se presentó en un par de situaciones con corredores en base y pude lanzarle incómodo y retirar al siguiente. Sólo estaba tratando de ser fino, justo en los bordes (del plato)”.

Como de costumbre, Abreu dejó que su bate y su guante hicieran la mayor parte de su conversación.

“Me siento bien”, mencionó Abreu. “Siento que todo va bien en del lado individual. Sólo necesito mantenerme humilde en el plato e intentar hacer mi trabajo”.

Los Rangers no lamentaron ver a Abreu irse de la ciudad de Arlington. En seis partidos de por vida en el Globe Life Field, su línea ofensiva es de .571/.654/1.381.

Raffy en el lado equivocado de la historia

No fue una sorpresa ver a Devers tener un comienzo lento mientras se adapta a sus primeros días como bateador designado a tiempo completo. Pero nadie podría haber predicho que tendría cuatro días como éstos (de 16-0, 12 ponches).

Devers es el primer jugador en poncharse 12 veces o más en sus primeros cuatro partidos de una temporada de MLB.

Los dos problemas están relacionados: El timing y llegarle a tiempo a la recta. Devers hizo alteraciones con la colocación de su pie que no han dado resultados hasta ahora.

“Eso es algo que hemos notado”, dijo Cora. “Sin profundizar demasiado en ello, si no estás conectado a tierra, no vas a llegar a tiempo. Obviamente sabemos que Raffy necesita alcanzar la recta. Cómo vamos a llegar allí es la pregunta”.

Pero Devers no es el único bateador de Boston que tuvo una mala serie con el madero.

Los jugadores que no se llamaban Abreu y Kristian Campbell tuvieron una línea de bateo de .118/.192/.136, con OPS de .328 y 38 ponches en 110 turnos al bate.

“Simplemente no apoyamos a los muchachos cuando estábamos en base, y eso comienza conmigo”, declaró el tercera base Alex Bregman. “Tuve muchas oportunidades en esta serie. Los muchachos hicieron un buen trabajo al embasarse delante de mí, y tengo que ser mejor y cumplir en esos momentos, y lo seré. Tengo mucha confianza en que vamos a cambiar esto bastante rápido”.