CHICAGO -- Los Medias Rojas habían anotado solo una carrera en sus primeras 24 entradas después de la pausa del Juego de Estrellas y estaban en peligro de ser barridos en el Wrigley Field.
Seguramente, el venezolano Wilyer Abreu estaba bien al tanto de todo eso cuando se paró en el plato en la parte alta del séptimo con su equipo abajo por una carrera. El líder de jonrones de Boston esta temporada intentó – sin suerte – tocar la bola ante el primer lanzamiento, poniéndolo en desventaja en la cuenta.
Fue el strike más afortunado de Abreu esta campaña. Contra el siguiente lanzamiento, bateó un largo jonrón de dos carreras hacia el jardín derecho que impulsó a los Medias Rojas a una victoria de 6-1 el domingo.
Aunque normalmente no es de los que muestran mucha emoción en el terreno, Abreu lanzó su bate y les gritó a sus compañeros mientras recorría las bases. Su batazo clave no solo le dio a los Patirrojos su primera ventaja del juego, sino la primera en la serie de tres duelos.
Boston (54-47) ahora llega a una serie de tres partidos en Filadelfia con el momentum de su lado, habiendo ganado 13 de sus últimos 16.
“Obviamente, un gran jonrón y un gran momento para nosotros para mantener la racha o para comenzar una nueva”, dijo Abreu. “Pero para mí, fue muy importante darle esas carreras al equipo para ayudarnos a ganar”.
Quién sabe qué habría pasado si el toque de bola de Abreu hubiera sido exitoso. Probablemente habría conseguido un sencillo, colocando corredores en primera y segunda sin outs.
“Intentó tocar, tratando de embasarse porque el tercera base estaba jugando en la posición de campocorto”, dijo el dirigente de los Patirrojos, el boricua Alex Cora. “Nos gusta, [y] no nos gusta. No importa. Está tratando de embasarse. Y luego consiguió un buen lanzamiento y lo jaló hacia su banda. Wily es un buen jugador, un buen defensor y un buen bateador”.
Dos entradas más tarde, Abreu desató otro batazo hacia la derecha, su 20mo. jonrón de la temporada, para sentenciar el juego. En su temporada de novato hace un año, Abreu dio 15 jonrones en 399 turnos al bate. Ya tiene cinco cuadrangulares más esta campaña en 122 turnos al bate menos.
“Me siento muy bien físicamente”, aseguró Abreu. “Y también, siento que la experiencia ha sido la clave para mí. Siento que la experiencia me ha ayudado mucho este año en comparación con el año pasado”.
Después de un par de derrotas saliendo de la pausa que pusieron fin a su racha de 10 victorias seguidas, lo último que necesitaba Boston era ser barrido en la primera serie de la segunda mitad por segunda temporada consecutiva.
El año pasado, sin embargo, Boston no tenía a Alex Bregman en el roster.
En la parte alta del octavo, el dirigente boricua Alex Cora hizo que su líder bateara como emergente por Masataka Yoshida contra el zurdo Drew Pomeranz. Bregman respondió con un vuelacercas de tres carreras hacia el jardín izquierdo para ampliar la ventaja en lo que había sido un fin de semana tenso para los Medias Rojas.
El as Garrett Crochet ganó tiempo para que la ofensiva encontrara el ritmo, batallando durante seis sólidas entradas en las que permitió una carrera con ocho hits, dos bases por bolas y cinco ponches. El zurdo lanzó 100 pitcheos, 64 de ellos en strike.