WASHINGTON -- En sus primeros 394 juegos en Grandes Ligas, Shea Langeliers nunca había visto su nombre escrito en el primer turno del orden ofensivo, hasta la noche del martes en el Nacionales Park. Después de esta actuación, quizás el mánager de los Atléticos, Mark Kotsay, no tenga más opción que mantenerlo ahí.
Acostumbrado a batear tercero o cuarto durante la mayor parte de su carrera, Langeliers lució completamente cómodo abriendo la ofensiva. El receptor de los A’s hizo historia en su primer juego como primer bate, al conectar tres jonrones como parte de una jornada de cinco imparables en la victoria aplastante de 16-7 sobre los Nacionales. Con ello, se convirtió en apenas el segundo receptor en la historia de Major League Baseball que dispara tres vuelacercas desde el primer turno al bate, y el primero en lograrlo desde Travis d’Arnaud el 15 de julio de 2019. Además, es el primer jugador desde al menos 1900 que conecta tres cuadrangulares en su primer juego como primer bateador.
“Fue una gran noche para Shea”, exclamó Kotsay. “Ha logrado alcanzar casi otro nivel ofensivamente y ha podido encadenar un turno tras otro, como vimos esta noche”.
Ubicar a un receptor de poder como primer bate podría parecer poco convencional, pero no hubo un análisis profundo ni estadísticas avanzadas detrás de la decisión de Kotsay.
El razonamiento fue sencillo: Langeliers ha sido uno de los bateadores más encendidos en las últimas semanas, así que tenía sentido darle la mayor cantidad de turnos posibles.
“Es una posición en la que sólo abres el juego una vez, y esa es la única vez que realmente lideras el inning”, explicó Kotsay antes del juego. “Probablemente el cuarto bate abre más innings que el primer bateador en un juego. Tenerlo en la parte alta del orden, mientras está bateando tan bien, es una oportunidad para que arranquemos con fuerza”.
Y vaya que arrancaron con fuerza. Sólo hicieron falta cuatro lanzamientos para que Langeliers conectara su primer jonrón del juego: un batazo en solitario de 402 pies (según Statcast) ante el abridor de los Nacionales, MacKenzie Gore. De hecho, Langeliers abrió tres entradas en el encuentro, incluyendo la quinta, cuando sacudió un bambinazo de 387 pies hacia el jardín izquierdo, y el séptimo, cuando completó su segundo juego de tres jonrones con un majestuoso batazo de 419 pies hacia el derecho-central.
El primer cuadrangular, el 20mo en la temporada para Langeliers, lo colocó en un club exclusivo. Se unió a Cal Raleigh, Mike Piazza, Earl Williams y Rudy York como los únicos receptores en la historia que han conectado al menos 20 jonrones en tres de sus primeras cuatro campañas en las Mayores.
Langeliers también se convirtió en apenas el cuarto receptor en la historia con múltiples juegos de tres jonrones en su carrera (d’Arnaud, Gary Carter, Johnny Bench), y sus 15 bases totales igualan la mayor cantidad para un careta en un juego (desde al menos 1900).
Mucho se ha dicho sobre la increíble racha del sensacional novato Nick Kurtz, quien se convirtió en apenas el décimo jugador en la historia de MLB en ser nombrado Jugador del Mes y Novato del Mes de la Liga Americana en un mismo mes (julio). Pero Langeliers ha estado a la par con la impresionante producción de Kurtz en los últimos días.
Desde su regreso tras la pausa del Juego de Estrellas el 18 de julio, Langeliers batea para .435 (30 hits en 69 turnos) y sus 10 jonrones están empatados con el cañonero de los Filis, Kyle Schwarber, como la mayor cantidad en las Mayores en ese lapso.
Un debut tan histórico como primer bate plantea la pregunta: ¿Podría “Shea abridor” convertirse en algo a futuro?
“No lo sé”, dijo Langeliers entre risas. “Quizás sea algo contra zurdos. Ya veremos. Donde Kots crea que puedo producir, estoy dispuesto a ocupar cualquier lugar en el orden”.