“Todavía lo tengo en una caja fuerte”: Jugadores recuerdan sus primeros guantes

6 de marzo de 2025

La emoción de obtener tu primer guante es a menudo algo que los jugadores de béisbol nunca olvidan. Tanto si eres un jugador de Grandes Ligas como si simplemente jugaste béisbol o sóftbol cuando eras niño, hay un significado especial detrás de ese primer guante.

Esta semana, la MLB lanzó la campaña “Primer Guante”, destinada a promover la participación juvenil en Play Ball. Qué mejor manera de iniciar la conversación que centrarse en algo con lo que todos los que han jugado béisbol o sóftbol pueden identificarse: preparar ese primer guante.

Estrellas como el dominicano Juan Soto, Bobby Witt Jr. y Paul Skenes, ex jugadores de MLB como Gary Sheffield y CC Sabathia y otros prospectos, jugadores de sóftbol e incluso actores con vínculos con el béisbol tienen recuerdos claros de sus primeros guantes.

“En quinto grado más o menos, mi primer guante de verdad fue un Wilson A2000”, dijo Skenes. “Mis padres me lo regalaron. Fue un regalo de Navidad. Lo recibí en una pequeña caja de zapatos y pensé que eran zapatos, pero en realidad era un guante”.

Al igual que Skenes, muchos jugadores mencionaron a familiares o amigos que les dieron sus primeros guantes. Skenes, Pete Alonso y los dominicanos Teoscar Hernández y Willy Adames dijeron que recibieron guantes de sus padres. Soto dijo que recibió su guante de un amigo en la República Dominicana. Lo que muchas de estas historias tenían en común era la importancia de ese guante y cómo dio forma a sus viajes en el béisbol.

“Sin mi papá poniéndome ese guante en la mano, no sé si estaría aquí”, aseguró Hernández.

Ese primer guante estaba más fácilmente disponible para aquellos que tenían padres con carreras en las Grandes Ligas. Witt habló sobre cómo obtener un guante Wilson bronceado de su papá, Bobby Witt, quien jugó 16 años en las Mayores. Para el dominicano Fernando Tatis Jr., dice que simplemente le robó un guante a su papá, un veterano de 11 años en la Gran Carpa.

Aquellos que han jugado béisbol o sóftbol probablemente sepan que obtener un guante es solo el primer paso para usarlo; también hay que prepararlo, lo que produce tantos recuerdos especiales para los jugadores. Sin embargo, como dijo Mookie Betts, no hay atajos para preparar un guante: cada uno tiene su propia manera única de hacerlo.

“Tirarte la pelota con otra persona es la forma más fácil”, resumió Betts.

Otros jugadores también tenían métodos bastante sencillos para alistar sus guantes. Jackson Merrill dijo que se sentaba frente a una máquina y atrapaba una pelota continuamente. El venezolano José Altuve pone una pelota en el guante y la coloca debajo de su colchón. Sin embargo, hay muchos métodos comunes para “amansar” un guante que pueden sonar locos para alguien que no está inmerso en el juego.

“Solíamos ponerle vaselina y envolverlo y ponerlo debajo de mi colchón y dejarlo allí por unos días”, contó Adames.

Eso no suena extraordinario en comparación con otro método extremadamente popular.

“Creo que todos hicimos el ‘truco de ponerlo en el horno’”, dijo Skenes.

Así es. Poner guantes en un horno para prepararlos es una táctica común en el mundo del béisbol. Del mismo modo, Tarik Skubal de los Tigres puso su guante en un microondas. No hay una ciencia exacta al respecto, pero la teoría es que el calor de los hornos y microondas suaviza el cuero, haciéndolo más flexible y te permite estirarlo y darle forma más fácilmente.

Sorprendentemente, muchos peloteros todavía tienen sus primeros guantes después de todos estos años.

“Todavía lo tengo en una caja fuerte”, relevó Mike Trout, la superestrella de los Angelinos.

Witt dijo que usó su primer guante durante tres o cuatro años antes de retirarlo, y ahora está en los estantes de sus padres. Merrill y el cerrador de los Atléticos, Mason Miller, dijeron que usaron los suyos durante años y todavía los tienen.

Para otros, esos guantes ya no están, están en algún lugar del garaje de sus padres o han sido entregados a familiares.

“No. Ese guante ya no está”, reveló el jardinero de los Atléticos, Lawrence Butler.

Independientemente de cómo los jugadores obtuvieron su primer guante, sus métodos para prepararlos o si aún poseen esos recuerdos, siempre hay una historia especial detrás de ellos y cómo dieron forma a sus viajes en el béisbol.

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