NUEVA YORK -- Era el Día de las Madres el domingo, claro, pero también era el cumpleaños número 29 de Griffin Canning, y lo celebró a lo grande en el Citi Field. El derecho de los Mets lanzó uno de sus mejores juegos de la temporada, y aunque se fue sin decisión, es el primero en decir que está bien, porque los Mets terminaron derrotando a los Cachorros por 6-2.
Nueva York rompió el empate 2-2 en la parte baja del octavo episodio ante el relevista de Chicago Porter Hodge. Todo comenzó con el puertorriqueño Francisco Lindor, quien hizo swing a una sweeper en conteo de 3-1 y conectó su noveno jonrón de la temporada para darle a los Mets una ventaja de una carrera.
Lindor mostró algo de emoción al recorrer las bases, casi como si hubiera ayudado a los Mets a ganar la Serie Mundial. Pero tenía en mente a su esposa, madre y hermanas en este día especial.
“Fue el momento”, dijo Lindor. “A veces [las emociones] salen. A veces [no lo hacen]. Quería ese turno al bate. Quería embasarme y hacer algo para los muchachos [detrás de mí]. ... No estaba tratando de batear un jonrón. Solo estaba tratando de tener un turno de calidad. Dejar que los grandes hagan lo que hacen”.
Dos bateadores más tarde, los Mets mantuvieron el pie en el acelerador, cuando Pete Alonso anotó la cuarta carrera para Nueva York con un doble de Mark Vientos.
El derecho de los Cachorros, Gavin Hollowell, luego entró desde el bullpen de Chicago y permitió un jonrón de dos carreras a Brandon Nimmo para que los locales pusieran el encuentro en el congelador.
“Tenemos una muy buena alineación. Los coaches continúan preparándonos de la manera correcta, día tras día”, siguió Lindor. “Hacemos un buen trabajo al hablar en el dugout. Se siente bien tener la sensación de que cualquiera [en el equipo] puede hacer el trabajo”.
La explosión ofensiva tardía no le quitó mérito a la gran salida de Canning, ya que estuvo dominante desde el principio, ponchando a los primeros tres bateadores. Cuando terminó su salida después de seis entradas, Canning había retirado a 18 de los 21 que enfrentó. Su única mancha fue permitir un jonrón solitario en el sexto inning a Pete Crow-Armstrong.
“Me sentí bastante bien con todo”, comentó Canning. “Fue una mezcla completa de lanzamientos desde el principio”.
Parecía que Canning estaba a punto de obtener su sexta victoria del 2025 después de que Vientos le dio a Nueva York una ventaja de 2-1 con un jonrón solitario en el sexto episodio ante Matthew Boyd. Pero los Mets perdieron la ventaja en la parte alta del séptimo inning cuando el relevista Reed Garrett permitió un doble productor a Nico Hoerner.
“Tenía todo trabajando hoy. Comenzó con la recta, especialmente en la parte superior para conseguir swings en blanco”, explicó el mánager de los Mets, el venezolano Carlos Mendoza. “También sabemos lo buenos que son el slider y el cambio. Los tres lanzamientos estuvieron finos todo el juego”.
Canning mejoró a 5-1 con una efectividad de 2.36 en ocho aperturas esta campaña. Es la antítesis de lo que pasó con los Angelinos el año pasado, cuando terminó 6-13 con una efectividad de 5.19 en 32 juegos (31 aperturas), su primera temporada completa después de algunos años de contratiempos por lesiones.
Un cambio de aires le ha hecho mucho bien a Canning.
“Me siento bien con los muchachos aquí [en Nueva York]. Siempre es divertido salir, tratar de ganar y jugar para el equipo”, contó Canning. “Todos, dentro y fuera del terreno, han sido de gran ayuda".
Si bien estaba complacido de armar una sólida salida en su cumpleaños, estaba extasiado de que su madre, Julie, estuviera presente.
¿Y adivinen qué? El domingo también fue su cumpleaños. Julie viajó desde California para celebrar con su hijo.
“Estaba feliz de que pudiera venir, muy emocionado”, terminó Canning.