Cerveceros mantienen el hambre de victoria tras ver cortada su racha récord

17 de agosto de 2025

CINCINNATI -- Como lo contó uno de los jugadores, cuando los Cerveceros regresaron al clubhouse el domingo tras finalmente experimentar lo que se siente perder un juego de béisbol en agosto --a pesar de que ya era 17 del mes-- fue Christian Yelich quien rompió el silencio.

“[Olvídenlo]”, dijo, usando una expresión más colorida, luego de una derrota de 3-2 en 10 innings ante los Rojos. “Volvamos y hagámoslo de nuevo mañana”.

Con eso, la música comenzó a sonar. El reggae parecía la elección adecuada después de que la racha récord de la franquicia de Milwaukee de 14 victorias consecutivas llegara a su fin en el Great American Ball Park, donde el receptor venezolano William Contreras conectó un jonrón de dos carreras que dio la ventaja con un out en la novena entrada --el más reciente de muchos momentos de “¿eso realmente acaba de pasar?” durante esta racha-- sólo para que Cincinnati empatara en la parte baja y luego ganara en el décimo inning.

Los Rojos se mantuvieron como el único equipo en las Grandes Ligas que no ha sido barrido esta temporada. Los Cerveceros se resignaron a intentar iniciar una nueva racha ganadora el lunes en el Wrigley Field.

“Es un recordatorio para nuestros muchachos de que cada pitcheo cuenta y que esto no se acaba hasta que se acaba”, dijo el mánager de los Cerveceros, Pat Murphy. “Lo sabemos porque lo hemos vivido esta semana. Pero estamos mostrando señales de ser humanos”.

Esas señales incluyeron un bullpen que estaba “agotado, totalmente agotado” tras dos victorias dramáticas en los primeros dos juegos de esta serie, lo que llevó a decisiones poco comunes en los momentos más críticos del juego final. Y todo comenzó para los Rojos con un error poco común, el tipo de falla que los Cerveceros suelen provocar en sus rivales mientras construyen el mejor récord de las Mayores y la racha ganadora más larga del año, no cometer ellos mismos.

Si iban a perder un juego, dijo el abridor colombiano José Quintana, “me alegra que hayamos perdido un juego así. Nunca queremos perder, pero si seguimos jugando así, podemos seguir ganando. Estamos bien. Fue una buena batalla”.

Esperan contar con más brazos disponibles para los duelos que se vienen, y necesitarán de todos ellos para una doble cartelera dividida el lunes, en la tarde y en la noche, en Wrigley. Pero estuvieron lejos de estar completos el domingo, cuando los Rojos remontaron no ante los brazos habituales de los innings finales, sino frente a una combinación de Tobias Myers y Grant Anderson, quienes entraron en acción porque los relevistas de mayor uso --Aaron Ashby, Jared Koenig, Nick Mears, el dominicano Abner Uribe y Trevor Megill-- ya habían trabajado en los dos primeros juegos de la serie, en los que el bullpen de Milwaukee cubrió 7.2 entradas el viernes y 5.2 innings el sábado.

Además, los Cerveceros decidieron no utilizar al refuerzo adquirido en la Fecha Límite de Cambios, Shelby Miller, quien lanzó el sábado por la noche y aún se recupera de la lesión en el antebrazo que lo mantuvo fuera la mayor parte de julio y principios de agosto.

Las decisiones del cuerpo de pitcheo no fueron lo único que diferenció el juego del domingo de los 14 anteriores. Después de que Contreras le conectara un cuadrangular a Emilio Pagán --la segunda oportunidad de salvamento fallida del cerrador de Cincinnati en menos de 24 horas-- los Rojos se beneficiaron en la novena entrada cuando Brice Turang, quien se había movido de la segunda base al campocorto un inning antes, cometió un raro error en una roleta de Will Benson que dio inicio al rally del empate.

“Extraño”, fue cómo Turang describió el efecto de esa bola. Murphy, reconociendo su parcialidad, dijo que ni siquiera debería haber sido considerado un error.

Sea como sea, los Rojos se pusieron en posición de anotar por primera vez ante Myers, quien ha subido y bajado entre Grandes Ligas y ligas menores esta temporada, así como entre la rotación y el bullpen. Hasta ese momento, tenía una labor inspirada, pues tras el error y un elevado, había sacado seis outs en relevo de Quintana con sólo 24 pitcheos.

Pero Murphy quería un rodado. El consenso en el dugout fue que llamar a Anderson era lo más prudente.

Esta vez, el movimiento no funcionó. El error de Turang llevó a una carrera sucia con un sencillo de José Treviño, y extendió el juego hasta el imparable de oro de Austin Hays ante Anderson en el inning 10.

“La retrospectiva es 20/20”, dijo Murphy. “Tan limitados como estábamos, que el juego haya sido cerrado y que lucháramos así, estoy muy orgulloso de ellos. Ese fue un batazo enorme de Contreras en un momento clave. Eso dice mucho de él y de lo que es capaz.

“Es desafortunado. Fue mucho pedirles a Grant y Tobias, pero estoy orgulloso de todos hoy”.

Incluso con la derrota del domingo, los Cerveceros llegaron a Chicago con 29 victorias en sus últimos 34 juegos.

“La unión que tenemos en el clubhouse, todos se apoyan”, destacó Quintana, quien se batió con el zurdo Andrew Abbott hasta el séptimo inning en un día en que Milwaukee necesitaba esa profundidad. “Ha sido increíble. Vamos a seguir jugando día a día de la misma manera. Ha sido una racha muy buena.

“Es increíble cuando formas parte de la historia de una organización y rompes la marca de triunfos consecutivos. Ha sido increíble. Queremos más. Vamos a mantener el hambre”.