Laureano y Miller demuestran que los cambios están dando frutos para San Diego

27 de agosto de 2025

SEATTLE – Los Padres no habrían ganado este juego hace un mes.

Han pasado casi cuatro semanas desde que el gerente general A.J. Preller realizó una ráfaga de canjes, con cinco transacciones que involucraron a 22 jugadores en las horas previas a la Fecha Límite de Cambios del 31 de julio. Y qué diferencia están marcando esos movimientos en San Diego.

La noche del martes, los Padres se llevaron un duelo reñido y lleno de giros en el T-Mobile Park, 7-6. Contaron con un grand slam y un doble del encendido dominicano . Obtuvieron dos imparables de . Sumaron un hit, una base por bolas y un toque sorpresa impulsor del venezolano Freddy Fermín. Y llamaron al lanzallamas para enfrentar a la parte alta del orden de los Marineros en un séptimo inning en blanco.

Hace un mes, ninguno de esos cuatro era parte de los Padres. El martes fue el ejemplo más reciente de su impacto. Para empezar, el lineup de San Diego es ahora mucho más profundo.

“No hay duda de eso, esta es la alineación más profunda en la que he estado”, exclamó Laureano.

Mientras tanto, la llegada de Miller ha cambiado de manera significativa la dinámica de un bullpen que ya era sólido.

“Tienes las piezas todos los días”, señaló el piloto Mike Shildt.

El grand slam de Laureano en el primer inning puso a los Padres arriba 5-0 y, por un momento, parecían navegar tranquilos. El abridor Dylan Cease, quien retiró a los primeros 11 bateadores de Seattle, permitió un jonrón de tres carreras del cubano Randy Arozarena en el quinto y fue relevado tras otorgar una base por bolas a Cal Raleigh.

Gracias a la notable profundidad de su bullpen, Shildt pudo acudir a su preparador estelar, Jason Adam, en ese mismo quinto inning. Pero Adam tuvo un raro tropiezo y permitió un jonrón de tres carreras del venezolano Eugenio Suárez. De pronto, los Frailes estaban abajo en la pizarra.

“Nos dieron una cachetada ahí en la baja del quinto”, dijo Jake Cronenworth. “Y respondimos de inmediato… Eso es lo que somos”.

El propio Cronenworth empató el juego con un sencillo impulsor en la sexta entrada, antes de que el toque sorpresa perfecto de Fermín terminara marcando la diferencia.

“Muy valiente, muy aguerrido”, expresó Shildt. “Eso es lo que mostramos. Quién eres se demuestra cuando no estás en tu momento más cómodo, y no es nada cómodo estar abajo 6-5 después de haber estado arriba 5-0”.

El juego, por supuesto, estaba lejos de terminar, incluso con este bullpen. El cubano Adrián Morejón ponchó a los tres bateadores que enfrentó en el sexto. Shildt decidió darle la séptima a Miller frente a la parte alta del orden de los Marineros, y éste resolvió sin contratiempos. Jeremiah Estrada se recuperó de una mala salida contra los Dodgers con una octava en blanco, y el venezolano Robert Suárez consiguió su 35to rescate.

Los Padres preferirían no depender de su bullpen de manera tan intensa todas las noches. Pero pueden darse ese lujo de vez en cuando, porque son muy profundos. Son pocos (¿o ninguno?) los equipos que cuentan con cinco brazos confiables para situaciones de alta presión.

Ese, claro, es el efecto del cambio por Miller. Los Padres también sumaron al cubano Néstor Cortés y JP Sears, que han aportado en el fondo de la rotación, y a Will Wagner, quien fue recientemente subido en un rol de utilidad desde la banca. Además, las tres adiciones a la alineación titular: Laureano, O’Hearn y Fermín.

“Nos hace un equipo completo”, aseguró Cronenworth sobre los cambios.

Habría sido lógico esperar un período de adaptación para los recién llegados, cuyas vidas cambiaron de un día para otro. Pero, por los resultados, ese período prácticamente no existió.

“Parece como si hubieran estado aquí todo el año”, comentó Cronenworth. “Se comprometieron desde el primer día y, obviamente, nosotros tratamos de hacer el mejor trabajo posible para integrarlos y mostrarles cómo hacemos las cosas aquí. Han sido extraordinarios. No podríamos pedir un mejor grupo de muchachos”.

Shildt destacó el trabajo del personal de los Padres tras bambalinas, ayudando a los nuevos jugadores a sentirse cómodos lo más rápido posible, desde apoyar a sus familias en la mudanza hasta la cultura de bienvenida del clubhouse.

“Eso les permite llegar y ser simplemente peloteros”, reslató Shildt.

O’Hearn puede dar fe de eso.

“Esto habla de dos cosas”, dijo O’Hearn sobre el impacto de los recién llegados. “Creo que habla de este equipo y de la manera en que recibieron a los muchachos con los brazos abiertos, adoptándonos en la familia, por así decirlo. Y también habla del tipo de personas y jugadores a los que A.J. buscó en la Fecha Límite. Todos los que llegaron estaban listos para sumarse de lleno a lo que este equipo intenta lograr aquí”.