
TUCSON, Arizona -- Cuando se dice “Brasil” en términos del deporte, el fútbol, lógicamente, llega a la mente de la mayoría.
Sin embargo, la selección brasileña que se encuentra en Tucson para la segunda clasificatoria para el Clásico Mundial de Béisbol 2026 para la acción de esta semana quiere dejar su huella en el deporte del bate y la bola. Con una mezcla de veteranos y jóvenes -- la cual incluye al prospecto de 18 años, Lucas Ramírez, hijo de Manny -- Brasil pretende ser uno de los dos países clasificados para el Clásico cuando concluya este torneo entre dicho país, Colombia, Alemania y China.
“Estamos conscientes de que Brasil es una potencia en el fútbol”, dijo el dirigente de la selección, Daniel Yiuchi Matsumoto, quien busca ayudar a la nación a su segundo Clásico, tras perder sus tres juegos en su única participación en el evento en el 2013. “No son muchos que saben que en Brasil, tenemos béisbol. Es un reto para nosotros venir aquí, con nuestro historial, pero confiamos en que vamos a tener un resultado positivo y una vez clasifiquemos, el mundo verá lo que tenemos”.
Brasil está clasificado como número 23 en béisbol por la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol. Entre los nombres llamativos del roster, aparte de Lucas Ramírez, se encuentran veteranos como Leonardo Reginatto, Thiago Da Silva, Bo Tasahshi y Eric Pardinho, siendo este último un prospecto del pitcheo de los Azulejos que lanzó en Triple-A el año pasado.
“Para mí es un orgullo representar mi país”, dijo Reginatto, un veterano de múltiples circuitos latinoamericanos tras ser un prospecto de los Rays y luego los Mellizos hace unos 15 años. “Nosotros sabemos la importancia que hay (de) jugar este torneo... no solamente clasificar, pero para nosotros poder jugar contra selecciones de niveles extraordinarios nos representa muchas cosas”.
Efectivamente, Brasil no clasifica para un Clásico en más de una década. En este torneo, su fuerte podría ser su pitcheo, con Da Silva, Takahshi, Pardinho y Arthur Tsujiguchi encabezando el cuerpo monticular.
Para Reginatto, este torneo significa bastante para el futuro del béisbol en su país.
“Sabemos la importancia y si clasificamos -- con el favor de Dios, va a salir así – podemos ayudar el béisbol en Brasil a ser más reconocido y (que se) desenvuelva más, a desarrollarse más y quizás un día tener una liga profesional allá, que es el sueño de muchos jugadores”.
De hecho, la veteranía de Reginatto, quien ha jugado en México y Venezuela en los últimos tiempos, podría ser clave.
“Yo creo que a pesar de los años, me he mantenido jugando. He podido ganar una Serie del Caribe, he ganado dos veces en Venezuela”, dijo Reginatto sobre su trayectoria en América Latina. “Todo eso son experiencias que uno acumula a lo largo de la carrera de uno. Ahora, como uno de los más viejos del equipo, quiero pasar a todos todo lo que he aprendido un poquito a ellos.
“Representar Brasil para mí es un sueño, una de las cosas que me mantienen jugando béisbol todavía. Quizás sea mi último, así que quiero salir de aquí clasificado".