Mets pierden el control del Comodín en medio de una racha en picada

1:05 AM UTC

NUEVA YORK -- Durante las últimas semanas, mientras perdían una y otra vez, desperdiciaban ventajas y dejaban escapar juegos de formas inexplicables, los Mets al menos encontraban consuelo en que aún mantenían una ventaja en la lucha por el Comodín de la Liga Nacional.

Esa última pizca de ventaja desapareció oficialmente a las 7:26 p.m. ET del sábado, cuando los Mets dejaron a dos corredores en base para sellar una derrota de 3-2 ante los Rangers —la octava consecutiva—. Con ello, los Mets cayeron en un empate temporal por el último cupo del Comodín con los Gigantes, que jugaban más tarde esa misma noche. Fue la primera vez en toda la temporada que los Mets dejaron de tener control sobre su propio destino de postemporada.

“Tenemos que arrancar ya —rápido”, dijo el manager Carlos Mendoza. “Eso es lo más importante. Tenemos que hacer el trabajo, punto”.

Ha sido una caída difícil de creer para los Mets, que hace apenas dos semanas tenían una ventaja de cinco juegos. Desde entonces, los Gigantes —un equipo que incluso se desprendió de piezas en la Fecha Límite de Cambios, incluyendo al relevista Tyler Rogers, quien fue enviado a los propios Mets— lograron alcanzarlos.

Con miembros del equipo de los Mets de 2007 presentes en el Citi Field, fue justamente Rogers quien inició la caída de la noche. Aunque el novato Brandon Sproat parecía estar en control con seis innings en blanco y solo 70 lanzamientos, Mendoza se mostró preocupado por la caída en la velocidad de su recta de cuatro costuras, que había alcanzado 98.7 mph al inicio del juego pero había bajado a los bajos 90s.

En lugar de arriesgar con el novato (quien luego se confirmó que estaba físicamente bien), Mendoza recurrió a Brooks Raley y luego a Rogers, quien no pudo sobreponerse a un error por interferencia del receptor al comenzar el octavo inning. Dos carreras terminaron anotando para empatar el juego.

En el noveno, Francisco Lindor no pudo atrapar un batazo en línea que cayó en el jardín izquierdo para sencillo. Tres bateadores después, Wyatt Langford conectó un sencillo al centro contra Edwin Díaz que dio la ventaja a los Rangers. Los Mets intentaron reaccionar en el cierre del inning gracias a Juan Soto, cuyo jonrón número 40 del año más temprano en el juego le permitió convertirse en el protagonista de la temporada 40-30 número 16 en la historia de Major League Baseball. Pero no pudieron empatar.

En cambio, los Mets cayeron a una marca de 31-49 desde el 13 de junio, solo mejor que los Mellizos y los Rockies en ese lapso.

“Ya no sé qué más hacer”, dijo Soto.

En un silencioso clubhouse tras el juego, los jugadores repitieron muchas de las mismas expresiones de desconcierto que han compartido durante septiembre. Uno tras otro, hablaron del talento que hay en el grupo. Dijeron que todos están trabajando duro y de la manera correcta. No entienden por qué esa combinación no ha dado como resultado un béisbol ganador.

Y sin embargo, a pesar del talento y la preparación, los Mets no han jugado bien. La derrota del sábado incluyó el error de Álvarez, la jugada fallida de Lindor y otros detalles. En el sexto inning, colocaron a sus dos primeros bateadores en base, pero un out en revirada a segunda de Brett Baty frenó la ofensiva. En el octavo, pusieron a un corredor en segunda sin outs, pero no lograron moverlo.

Son errores fundamentales en un momento en que los Mets deben jugar casi a la perfección. Porque si no lo hacen, otro equipo sí lo hará. Los Gigantes llegaron al sábado tras ganar 14 de sus últimos 18 juegos. Los Rojos, aunque más rezagados, tienen el criterio de desempate a su favor frente a los Mets. Si los tres equipos terminan con el mismo récord, serían los Rojos quienes avanzarían a la postemporada.

Eso incluye a los Mets, que tienen una nómina más alta que la de Gigantes y Rojos combinadas.

“Tenemos el talento”, dijo Soto. “Mira a tu alrededor. Hay grandes jugadores —por todos lados—, grandes coaches. Y tenemos una gran afición. Así que creo que este es un equipo de postemporada”.

Por más que Soto, Lindor y otros crean que eso es cierto, la idea de ser un equipo de postemporada dejará de ser una cuestión de opinión muy pronto. En dos semanas, será una realidad... o no.

“Todo se resume a ganar juegos”, dijo Lindor, quien añadió que, a pesar de todos los problemas de los Mets, habría firmado por esta oportunidad al comenzar los Entrenamientos de Primavera. “Aquí estamos. Tenemos que lograrlo. Yo tengo que lograrlo. Y lo bueno es que todos aquí están luchando por el otro. Todos sentimos que nos estamos preparando de la manera correcta. Ojalá el béisbol se ponga de nuestro lado”.