Padres vuelven a dominar a Dodgers y se adueñan del primer lugar

3:22 AM UTC

SAN DIEGO -- Con 32 juegos por disputar, los Padres están en solitario en la cima del Oeste de la Liga Nacional.

Y el Petco Park ya luce listo para octubre.

Con una victoria de 5-1 sobre los Dodgers la noche del sábado, San Diego superó a Los Ángeles y tomó el liderato divisional. El duelo del domingo será el último enfrentamiento de temporada regular entre estos rivales en 2025. (Con énfasis en “temporada regular”).

Hace apenas una semana, los Padres salieron barridos del Dodger Stadium, con sus aspiraciones de lograr su primer título divisional desde 2006 tambaleando. Pero tras ganar tres de cuatro contra los Gigantes, han derrotado a L.A. en dos ocasiones este fin de semana ante multitudes ensordecedoras en Petco Park.

“Nos dieron un buen golpe”, dijo el zurdo Néstor Cortés. “Nos reagruparamos y tuvimos una buena serie contra San Francisco. Ahora regresamos y ganamos esta serie. Este equipo es resistente”.

Adquirido desde los Cerveceros en la fecha límite de cambios, Cortés hizo honor a su apodo la noche del sábado: estuvo Nasty. El veterano zurdo retiró a los primeros 16 bateadores de los Dodgers que enfrentó y lanzó seis innings en blanco de un solo hit.

Su actuación llegó un día después de que Yu Darvish también limitara a L.A. a un hit en seis capítulos. En toda la temporada, sólo Sonny Gray había dejado a los Dodgers con un imparable o menos en al menos seis innings. Los abridores de San Diego lo hicieron en noches consecutivas.

“Todavía estamos conociéndolo”, dijo el manager de los Padres, Mike Shildt, sobre Cortés. “Cuando entra en ritmo, es realmente bueno. Lo hizo desde el primer bateador y lo mantuvo. Fue un esfuerzo fantástico”.

La ofensiva de los Padres le dio margen con un racimo de tres carreras en el cuarto inning. Ryan O’Hearn abrió con el primer hit del equipo ante Tyler Glasnow, encendiendo la ofensiva. Ramón Laureano empujó dos rayitas con un sencillo, y Jake Cronenworth añadió otra con un elevado de sacrificio.

O’Hearn y Laureano, por supuesto, llegaron juntos desde Baltimore en la fecha límite. Fue uno de los cinco canjes que involucraron a 22 jugadores y que los Padres realizaron ese día, con noches como esta en mente.

“Obviamente, el mayor reconocimiento es para los jugadores”, dijo Shildt. “También para [el gerente general] A.J. [Preller] por adquirirlos. Y para el clubhouse y el cuerpo técnico por la adaptación. Estos muchachos llegaron y han adoptado por completo lo que queremos. Han encajado perfectamente”.

Claro está, si la barrida sufrida el fin de semana pasado ante los Dodgers no significó el final de la carrera divisional, lo mismo ocurre ahora: lo que pase en el duelo del domingo no decidirá todo. Pero, en términos de agosto, será uno de los juegos más grandes.

Los Dodgers ya aseguraron el criterio de desempate en la serie particular, de modo que un triunfo los devolvería al primer lugar. Los Padres, en cambio, podrían ponerse dos juegos arriba por primera vez desde que arrancaron la campaña con foja de 14-3. Además, cuentan con el calendario restante más accesible de las Mayores.

Una victoria el domingo sería una declaración contundente. Y de alguna manera, los Padres tienen un bullpen relativamente fresco para afrontarlo, a pesar de haber utilizado exclusivamente brazos de alta presión en los últimos tres días.

Como cuentan con cinco piezas confiables de alto calibre, pueden recurrir a tres en una noche y mantener dos en reserva. (También ayuda que los abridores han brindado buena cantidad de innings durante esta racha de cinco triunfos).

“Todos queremos estar ahí cada noche”, dijo el preparador estelar y All-Star Jason Adam, “pero en la recta final será clave que siempre tengamos uno o dos disponibles sin haber trabajado el día anterior”.

El sábado, Robert Suárez y Mason Miller no estaban disponibles, por lo que fueron Adam, Jeremiah Estrada y Adrián Morejón quienes aseguraron la victoria. Morejón entró en el octavo inning y consiguió el primer salvamento de cuatro outs en su carrera.

Lo hizo con otro Petco Park a casa llena, de pie en los últimos tres outs, agitando toallas doradas y coreando “Beat L.A.”. Todo un escenario, especialmente para Morejón, cuyo paso por la organización de San Diego ya supera los nueve años, con múltiples altibajos.

“Este es un gran estadio; tenemos una gran afición”, dijo Morejón a través del intérprete Pedro Gutiérrez. “He estado aquí mucho tiempo. Así que estoy muy contento de estar en este momento, cuando todo nos está saliendo bien”.