Estamos a finales de agosto y los Padres están en plena lucha por la postemporada, compitiendo por su primera corona del Oeste de la Liga Nacional en 19 años. El enfoque está en el 2025. Como debe ser.
Pero uno de los aspectos menos conversados — y menos apreciados también — de la Fecha Límite de Cambios del gerente general A.J. Preller fue lo bien que preparó la ofensiva de estos Padres para el futuro. Específicamente, cómo el ejecutivo tachó de su lista de tareas del receso de campaña varias cosas con meses de antelación.
Vale la pena señalar ahora, con el dominicano Ramón Laureano bateando con poder y el venezolano Freddy Fermín estableciéndose detrás del plato, que San Diego iba a entrar al invierno con dos grandes interrogantes en la ofensiva: El jardín izquierdo y la receptoría. Ya no será así.
En el bosque izquierdo, Laureano ha sido una bendición. En 25 partidos con los Padres, tiene una línea de .315/.370/.598 con seis jonrones y 20 carreras remolcadas.
“Simplemente he seguido siendo yo mismo”, comentó Laureano. “Lo mismo que he estado haciendo en Baltimore”.
Eso es mucho más fácil de decir que de hacer. La transición ha sido perfecta. Ya se esperaba que los Padres ejercieran la opción del equipo de Laureano de US$6 millones para la próxima temporada. Pero dada la forma en que ha rendido — y cómo ha encajado en San Diego — esa opción luce especialmente favorable para el club en este momento.
Laureano parece estar destinado a convertirse en el patrullero izquierdo titular de los Padres para el Día Inaugural del 2026. Eso ya era parte del precio que los Padres pagaron a los Orioles cuando lo adquirieron en la Fecha Límite. Pero ahora no necesitarán gastar más recursos buscando a un jardinero en este receso de temporada.
Mientras tanto, en la receptoría, Fermín estará bajo control contractual del equipo hasta el 2029. Jugando a diario por primera vez, el venezolano ha lucido sólido, bateando .254 con OPS de .632 y varios hits importantes.
Pero es detrás del plato donde la transición siempre fue más importante. Los equipos no suelen hacer cambios por receptores a mitad de campaña. Especialmente los equipos contendientes. Pero la situación de la receptoría de los Padres era muy difícil y, como dijo Preller el día de la Fecha Límite, “Si vas a ganar un campeonato, no puedes tener eslabones débiles”.
Los Padres estaban muy conscientes de lo complicado que podría ser asimilar a un nuevo cátcher en plena temporada. Hay matices en el aprendizaje de un cuerpo de lanzadores y una nueva organización. Como tal, hicieron mucho trabajo de investigación sobre Fermín. Parte de eso implicó el proceso de scouting habitual: Las herramientas y los dones físicos.
Pero una parte significativa de eso implicó asegurarse de que Fermín sería el tipo de jugador que podría manejar tal transición. San Diego no habría hecho el movimiento de otra manera.
Los Padres tienen marca de 12-8 en los partidos en que Fermín ha recibido. También está haciendo un aprendizaje intensivo sobre este cuerpo de lanzadores, y dijo que lo está asimilando más rápido de lo que lo haría en un entorno tipo primaveral.
“El proceso de aprendizaje con ellos, hacerlo en partidos tan importantes, en momentos tan determinantes, creo que tiene un beneficio”, aseguró Fermín.
Fermín está sentando las bases para los lazos con varios de estos monticulares, que también estarán bajo control para la próxima temporada y más allá de eso.
“Ése es un proceso que también quiero construir aquí, aprendiendo de cada lanzador, explotando sus fortalezas”, dijo Fermín.
Fermín, por supuesto, vino con un precio mucho más alto en lo que respecta al 2026. Los Padres cedieron a dos posibles piezas para la rotación, Ryan Bergert y Stephen Kolek, a los Reales. Las inminentes interrogantes sobre la rotación son casi con seguridad las más grandes del invierno del 2025-26. Sin embargo, San Diego ha desarrollado una habilidad para encontrar a lanzadores en los márgenes bajo el coach de pitcheo Rubén Niebla.
En cualquier caso, es casi seguro que Fermín se unirá a Laureano en la alineación del Día Inaugural la próxima primavera. Si a eso le sumamos el hecho de que Xander Bogaerts ha demostrado que sigue siendo un campocorto más que capaz (lo que significa que Jake Cronenworth también puede quedarse en la intermedia), los Padres llegarán al receso de campaña con una ofensiva mayormente definida.
Es algo secundario en este momento. La lucha por los playoffs tiene prioridad. Pero en medio de esa disputa, Laureano está bateando a placer y Fermín es el ancla del cuerpo de lanzadores, y eso es un buen augurio para la ofensiva de los Padres hasta octubre y más allá de eso.