BALTIMORE — Ni siquiera 3.2 entradas explosivas y sin carreras de Shohei Ohtani en la lomita pudieron sacar a los Dodgers de su mala racha, que continuó con la derrota por 2-1 del viernes por la noche ante los Orioles en el Oriole Park en Camden Yards.
Ohtani — como ha hecho en gran parte de esta temporada — mostró una de las mejores velocidades de su carrera después de ser nombrado inesperadamente como abridor de los Dodgers en lugar de Tyler Glasnow, quien fue descartado por una tensión en la espalda.
Pero la ofensiva de los Dodgers, que de repente se volvió estancada, solo conectó cinco imparables mientras caían en su cuarta derrota consecutiva y su sexto revés en sus últimos siete juegos, anotando tres carreras o menos en cinco de esas derrotas.
El novato de Baltimore, Samuel Basallo, selló el resultado del viernes al conectar su primer jonrón de oro en el Camden Yards ante Tanner Scott (1-3). Los Dodgers, líderes de la División Oeste de la Liga Nacional, se mantienen dos juegos arriba de los Padres, que han perdido cinco partidos seguidos, en la división.
“Individualmente, estamos tratando de encontrar maneras de asegurarnos de que estamos bateando mejor de lo que lo hacemos”, dijo Ohtani a través de un intérprete. “Y creo que un efecto secundario de eso es que estamos un poco demasiado ansiosos y nos ponemos demasiada presión a nosotros mismos.”
Ohtani alcanzó triple dígito en la velocidad del pitcheo 11 veces, un récord personal, durante esta salida improvisada.
Eso incluyó seis lanzamientos de cuatro costuras durante la cuarta entrada, cuando ponchó a Colton Cowser y Emmanuel Rivera después de que Ryan Mountcastle abrió con un doble y llegó a tercera en un lanzamiento descontrolado. El relevista zurdo Anthony Banda relevó a Ohtani y logró que Basallo, también zurdo, bateara para out en rolling, manteniendo a los Orioles sin anotaciones hasta ese momento.
“Incluso hasta la cuarta entrada, hubo mucha tensión y muchos lanzamientos de alta velocidad”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Para mí, no voy a arriesgarlo solo para enfrentar a otro bateador cuando tenemos a un lanzador fresco que sentí que necesitaba encargarse de esos zurdos.”
Ohtani alcanzó una velocidad máxima de 101.5 mph —apenas por debajo de su mejor marca personal de 101.7 mph, registrada en una apertura el 28 de junio contra los Reales. Ponchó a cinco bateadores, permitió tres hits y una base por bolas, y lanzó 44 de sus 70 pitcheos en la zona de strikes.
Ohtani había estado programado para abrir el miércoles, pero fue descartado debido a un resfriado en el pecho, y su apertura se reprogramó originalmente para el lunes. Todo cambió cuando fue incluido en la batería tres horas antes de su duodécima apertura como Dodger, y la primera desde que alcanzó cinco entradas por primera vez el 27 de agosto.
“De hecho, me sentí muy bien al entrar al juego de hoy”, dijo Ohtani. “Probablemente me sentí peor en el Juego 1 y el Juego 2 [martes y miércoles] en Pittsburgh. Empecé a sentirme mucho mejor el último día que estuve allí”.
Freddie Freeman conectó su cuadrangular número 19 para empatar el juego 1-1 en la sexta entrada. Jackson Holliday había abierto el marcador en la parte baja de la quinta, corriendo desde segunda hasta el plato tras un lanzamiento descontrolado del relevista Ben Casparius durante un intento de robo de tercera.
Ohtani, de 31 años, mejoró su efectividad a 3.75 este año, su primero como lanzador desde que firmó con los Dodgers. El principal candidato al premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional batea .277 con 46 jonrones y 87 carreras impulsadas en 138 compromisos como bateador designado.
Su regreso al montículo —que comenzó a mediados de junio— ha sido cuidadosamente manejado, aumentando gradualmente su carga de entradas: desde un inning en cada una de sus dos primeras aperturas hasta 17.1 episodios en sus cuatro salidas de agosto, cada una con siete días de separación.