Negociar boletos, el secreto de Correa para encontrar su ritmo en el plato

21 de junio de 2025

Cuando un jugador pasa por una mala racha, casi nunca se debe a un solo motivo. Pero si buscas una explicación concisa para los números decepcionantes de esta temporada, basta con mirar su tasa de bases por bolas.

A lo largo de su carrera, el puertorriqueño ha negociado pasaportes en más del 10% de sus visitas al plato. Hasta la noche del miércoles, su porcentaje de bases por bolas en el 2025 apenas superaba el 5%, con facilidad el más bajo de toda su trayectoria. Antes de la derrota 4-2 del miércoles ante los Rojos, en un juego abreviado por la lluvia, la caída en su tasa de bases por bolas del 2024 al 2025 era la más pronunciada entre todos los bateadores calificados de Grandes Ligas.

Todo luce indicar que Correa no tiene ningún problema físico. En el 2025, su línea ofensiva es de .245/.289/.365, después de haber cerrado la campaña del 2024 con .310/.388/.517. El boricua simplemente se ha alejado por completo del enfoque que lo ha definido a lo largo de su carrera.

“Todo se trata del balance entre batear y controlar lo que puedes controlar”, dijo Correa el miércoles por la tarde. “Lo que no estoy controlando bien ahora mismo es la zona de strike. Una vez que empiece a hacer un mejor trabajo en ese aspecto, todo lo demás va a caer en su lugar”.

Quizás fue una coincidencia —o tal vez no— pero después de hablar del tema antes del juego, Correa mostró avances al ponerlo en práctica esa misma noche. Negoció boletos en sus primeras dos visitas al plato, triplicando su total de bases por bolas en lo que va de junio.

Obviamente, eso no basta para borrar lo que ha sido un mes difícil para Correa, pero es una señal muy alentadora. Los datos de Statcast respaldan su afirmación: Cuando recupere su enfoque, los resultados deben de volver.

Su velocidad de salida promedio y su ángulo de despegue han disminuido ligeramente este año, pero no lo suficiente como para explicar el cambio en su producción general. Todo se reduce, en gran parte, a las decisiones que toma con respecto a su swing. Correa no sólo está negociando menos transferencias que nunca; también está haciendo swing a un mayor porcentaje de lanzamientos que nunca. Y además, su tasa de swings contra pitcheos fuera de la zona ha aumentado de forma más drástica.

Todo eso se manifiesta como un bateador que ha dejado de controlar la zona de strike, después de haberlo hecho consistentemente durante toda su carrera.

“Tuvo una increíble campaña ofensiva el año pasado”, señaló el manager de los Mellizos, Rocco Baldelli. “Entonces, desde finales del año pasado hasta el inicio de éste, estamos hablando de un lapso de cinco meses. Es el mismo jugador. No ha cambiado mucho físicamente. De hecho, está en mejor forma que al final de la temporada pasada en muchos sentidos. Tiene todo lo que necesita para seguir trabajando y recuperar ese enfoque”.

Parte del problema, explicó Correa, es algo mecánico que le ha hecho difícil frenar el swing a tiempo, lo que lo lleva a tirarles a lanzamientos que preferiría dejar pasar.

“Siento que tengo que resolverlo y ser más consistente”, dijo. “Pensé que mayo fue un gran mes. Pero en junio lo perdí por completo por un momento. Estoy trabajando con los coaches de bateo. Estamos probando algunas cosas hoy y veremos qué pasa. Pero tengo que hacer un mejor trabajo en cuanto a la consistencia, especialmente en esta etapa de mi carrera”.