TORONTO – Max Scherzer está de regreso.
Ha recorrido un largo camino, interrumpido por esa molesta en el pulgar derecho, pero por fin parece que Scherzer está listo para volver con unos Azulejos en ascenso.
Mientras los Azulejos se encargaban de los D-backs al vencerlos por 8-1 la noche del miércoles en Toronto, Scherzer dominaba a una alineación de Triple-A a 500 millas de distancia, en Worcester, Massachusetts, ponchando a ocho bateadores en 4.1 entradas en blanco.
Aun más importante, Scherzer realizó 75 lanzamientos… exactamente 75. Registró el primer out del quinto episodio con su envío número 74 y luego hizo un pitcheo más al siguiente bateador — una recta cantada para strike — antes de salir del montículo al alcanzar su cifra mágica.
Si al despertar puede levantar el pulgar sin gestos de dolor, se espera que haga su próxima apertura en las Grandes Ligas, la primera desde que sólo pudo tirar tres episodios en su debut con los Azulejos el pasado 29 de marzo. Todos los detalles finos lucieron afilados también. Su recta promedió 92.5 millas por hora y alcanzó las 94.2, cifras alentadoras para esta etapa de su carrera.
“Él siempre cree que sus pitcheos están listos. Lo importante es cómo se siente físicamente durante la salida, al día siguiente y en los días posteriores”, dijo el piloto de los Azulejos, John Schneider, el miércoles. “Eso es lo que hemos considerado con él. Cree que puede ponchar a todos ahora mismo. Ya sea a las siete de la mañana o a las siete de la noche, él va a atacarte”.
Los Azulejos han cubierto el turno en la rotación de Scherzer de mil maneras, pero su mejor solución ha sido el zurdo Eric Lauer, quien ofreció cinco entradas de una carrera con ocho ponches el miércoles. Necesitaban una grata sorpresa, y Lauer ha sido exactamente eso.