DENVER -- Cada prospecto de élite tiene una herramienta: la habilidad que puede llevarlos a las Grandes Ligas y definirlos una vez que estén allí.
Algunos prospectos son buenos para hacer contacto, otros poseen una férrea disciplina en el plato u ofrecen una velocidad vertiginosa. Algunos fildean bien y otros tienen potentes brazos para lanzar.
En el caso del dominicano Ronny Mauricio su herramienta es su habilidad para batear con mucha fuerza.
Y esa habilidad ha definido a Mauricio durante gran parte de su carrera en las Ligas Menores, y eso quedó demostrada hace dos años desde su primer día en las Grandes Ligas.
Y aún después de dos cirugías de rodilla, batear sigue siendo lo que Mauricio hace mejor. El prospecto número nueve de los Mets exhibió su potente swing con un jonrón de 456 pies para abrir el marcador en la paliza de los Mets por 8-1 sobre los Rockies el sábado, impulsando la pelota a 110.3 mph hasta el segundo piso del Coors Field. Fue el jonrón más largo de un Met esta temporada y el 14to más largo en las Grandes Ligas hasta la fecha.
Una lista parcial de quienes han bateado la bola más lejos que Mauricio esta temporada: Mike Trout, Aaron Judge, Ronald Acuña Jr. y Kyle Schwarber.
En una cálida noche en Denver, Mauricio no fue el único en conectar la pelota con fuerza, ya que Jared Young y Jeff McNeil también pegaron jonrones, y Francisco Lindor conectó tres hits con una fractura en el dedo del pie, dándole a Clay Holmes un amplio respaldo. Pero el jonrón de Mauricio fue claramente el más impresionante de todos, aterrizando varias filas arriba en el segundo piso del jardín derecho.
Cuando bateó la curva de Germán Márquez, Mauricio supo el resultado de inmediato. Retrocedió unos pasos, admirando el batazo, antes de lanzar su bate y comenzar a trotar lentamente por las bases.