Marineros vencen a Cardenales y se colocan a 2.0 juegos de Houston en el Oeste de la L.A.

6:52 AM UTC

SEATTLE – Los últimos dos juegos de la serie de los Marineros en Atlanta, cuando dispararon 10 jonrones y sumaron 28 carreras en 12 entradas, demostraron lo poderosa que puede ser la alineación de Seattle cuando todo funciona a la perfección.

De regreso a casa el lunes para abrir una estadía crucial de siete compromisos, los Marineros exhibieron su poder de una manera mucho más sostenible en la victoria 4-2 sobre los Cardenales, que los dejó a 2.0 juegos de los Astros en la carrera por el Oeste de la Liga Americana.

No se trata de anotar 18 carreras cada noche o de pegar cinco cuadrangulares de manera constante. Se trata de sentirse siempre al acecho, sabiendo que en cualquier momento puede llegar un ataque de varias anotaciones.

“Ofensivamente, sabemos que podemos golpear y golpear rápido”, dijo el piloto Dan Wilson. “Durante todo el juego de hoy, aunque no anotamos temprano, la energía estaba ahí. Sabíamos que íbamos a seguir en este partido”.

Así fue el lunes, incluso cuando los Marineros llegaron al sexto inning abajo 2-0.

El abridor de San Luis, Miles Mikolas, dominó temprano a Seattle, retirando en orden las primeras tres entradas y dejando varados a corredores tras dobles de apertura en las siguientes dos. Luego, el venezolano Leo Rivas abrió la parte baja del sexto con una base por bolas de nueve lanzamientos, y los Marineros --en su tercer turno completo al orden-- comenzaron a producir.

“Ese gran sexto inning empezó con una base por bolas”, dijo Wilson. “No se puede pasar por alto. Fue un gran turno de Leo, embasándose para iniciar el ataque”.

El cubano-mexicano Randy Arozarena conectó un sencillo al central para poner hombres en las esquinas y sacar del juego a Mikolas. El relevista Gordon Graceffo otorgó boleto a Cal Raleigh en cuatro lanzamientos para llenar las bases. Entonces llegó el dominicano Julio Rodríguez, quien tras dejar pasar el primer envío, conectó el segundo al jardín izquierdo para producir la primera carrera de Seattle y poner de pie a la afición en el T-Mobile Park. Antes de que pudieran volver a sentarse, Josh Naylor disparó un doble al callejón entre derecho y central, remolcando dos más y dándole la ventaja a los Marineros, 3-2.

Naylor luego se robó su base número 25 de la temporada, estafando la antesala mientras Graceffo se concentraba demasiado en el quisqueyano Jorge Polanco, quien de inmediato lo impulsó con elevado de sacrificio.

“Fue una jugada muy inteligente, agresiva, que nos dio una enorme carrera de seguro”, destacó Wilson. “Así es como él ve el juego. Cualquier ventaja que le des, la va a aprovechar”.

Todo ese ataque --desde la base por bolas de Rivas hasta la carrera anotada por Naylor-- duró 14 lanzamientos. Antes de esos 14 envíos, Seattle apenas había conectado tres hits y dejado dos corredores en posición de anotar. Después de esos 14, los siete siguientes bateadores fueron retirados en fila.

Pero gracias a esa ráfaga, los Marineros tenían chispa, ventaja y seguro.

Esa se ha convertido en la norma para Seattle, a lo largo de sus altibajos recientes. En cada una de sus últimas ocho victorias --desde la blanqueada 1-0 en Baltimore--, los Marineros han anotado la carrera decisiva como parte de un inning de múltiples rayitas.

“Sabíamos que íbamos a poder anotar”, externó Wilson. “Creo que estos muchachos tuvieron los turnos de calidad que necesitaban y lograron ese rally de cuatro carreras. Una noche muy importante para nosotros en lo ofensivo, viniendo de estar abajo por dos hasta tomar ventaja de dos”.

La fórmula de ataque rápido sólo funciona si el pitcheo mantiene todo al alcance, y los brazos de Seattle lo hicieron. Bryan Woo volvió a trabajar seis innings tras dos aperturas sin lograrlo, igualando su marca personal con nueve ponches, con un jonrón de dos carreras de Alec Burleson en el cuarto como único daño en su línea.

Woo registró su 20ma apertura de calidad de la temporada, empatado con el dominicano Cristopher Sánchez de Filadelfia como el líder en todas las Mayores.

“Pensé que estaba lanzando muy bien”, manifestó Wilson. “Lo enfrentaron fuerte en algunos turnos, pero me pareció que controló el partido de gran manera”.

La ofensiva respondió justo cuando salió Woo, dejando el escenario perfecto para el bullpen, y Matt Brash, el venezolano Eduard Bazardo y el mexicano Andrés Muñoz trabajaron tres entradas tranquilas para concretar la victoria.