¿Cuatro títulos de bateo seguidos? Arráez apunta a eso y más

4:37 PM UTC

Ya sea que haya empezado la temporada encendido, frío o en algún punto intermedio, Luis Arráez ha terminado en el mismo lugar desde el 2022: Dueño del promedio de bateo más alto en su liga.

Según algunas métricas, lo que ha hecho el venezolano no tiene mucha explicación.

El bateador zurdo de los Padres no hace swing con una rapidez excepcional (velocidad de bate en el percentil 1), ni hace mucho contacto sólido (tasa de batazos duros en el percentil 1), pero durante tres campañas consecutivas ha hecho contacto con notable consistencia y ha surgido como uno de los bateadores más confiables de Grandes Ligas.

Y después de hacer historia con San Diego la temporada pasada como el primer jugador a nivel de Grandes Ligas en llevarse el título de bateo con tres equipos (también ganó con los Mellizos en el 2022 y los Marlins en el 2023), Arráez tiene la oportunidad de hacer más historia en el 2025.

Una corona de bateo esta campaña convertiría a Arráez en apenas el séptimo jugador en encabezar su liga en promedio en cuatro años seguidos. Sería el primero en hacerlo desde el miembro del Salón de la Fama Tony Gwynn entre 1994 y 1997, y sería el 15to jugador en general con cuatro títulos de bateo o más.

Jugadores en ganar cuatro títulos de bateo o más en forma consecutiva

Tony Gwynn, Padres (1994-1997)
Wade Boggs, Medias Rojas (1985-1988)
Rod Carew, Mellizos (1972-1975)
Rogers Hornsby, Cardenales (1920-2025)
Ty Cobb, Tigres (1907-1915)
Honus Wagner, Piratas (1906-1909)

Pero si miras a los líderes de bateo de la Liga Nacional al comenzar la jornada el lunes, no encontrarás el nombre de Arráez entre los primeros 10. Esto se debe en gran parte a que el veterano empezó el año con apenas dos hits en sus primeros 23 turnos y no puso su promedio por encima de .200 hasta su décimo partido. Tras la jornada del domingo, Arráez liga para .289, lo que lo ubica en el puesto 16 en la Liga Nacional entre los bateadores calificados. Pero no esperes que se quede ahí.

El inicio de Arráez en el 2025 es similar a su arranque del 2024, cuando bateaba apenas .263 después de sus primeros 20 juegos. Pero de ahí al final de la campaña – que incluyó un canje el 4 de mayo de los Marlins a los Padres – bateó .321 para terminar en .314 y liderar la Liga Nacional. Después de ese inicio de 23-2 este año, Arráez ha bateado .330 hasta el domingo.

Entonces, tal vez no sea una sorpresa que, a pesar de sus números actuales, Arráez siga siendo el favorito para ganar la corona de bateo de la Liga Nacional, según el modelo Steamer en FanGraphs, que – antes de la jornada del domingo – lo proyectaba para terminar en la cima de la tabla de clasificación con un promedio de .307. Si esa proyección se mantiene, sería el promedio más bajo de Arráez desde que bateó .294 en el 2021. También sería el promedio más bajo jamás registrado para un campeón de bateo de la Liga Nacional y el más bajo para una corona de bateo en cualquiera de las ligas desde que Carl Yastrzemski de Boston bateó .301 para coronarse en el Joven Circuito en una temporada 1968 bien favorable para los lanzadores, la última antes de que MLB bajara el montículo.

¿Cómo puede Arráez unirse al club de los cuatro títulos?

Si Arráez va a ganar una cuarta corona de bateo consecutiva, tendrá que superar por completo ese lento comienzo. Para hacer eso, necesitará acumular juegos de múltiples hits. Pero eso no debe de ser un problema. Desde el 2022, Arráez encabeza a todos los jugadores con 178 partidos de dos hits o más. Ha tenido 12 en lo que va de esta temporada en 33 encuentros. En comparación, también tuvo 12 en sus primeros 33 choques de la campaña pasada. Terminó con 62, el tope en las Mayores.

Al frente de esa capacidad de Arráez para dar hits está su habilidad élite para no dar swings en blanco y para no poncharse. Su tasa de ponches del 4.3% la temporada pasada fue fácilmente la mejor entre los bateadores calificados. Increíblemente, ha reducido eso por más de la mitad en lo que va del 2025, ponchándose sólo el 2.1% de las veces.

Pero incluso si Arráez vuelve a su forma habitual en términos de frecuencia de hits, podría enfrentar una fuerte competencia por ese cuarto título de bateo.

¿Quién podría ser una amenaza?

Dos amenazas potenciales provienen del propio clubhouse de Arráez. Sus compañeros de equipo en los Padres, Manny Machado y el dominicano Fernando Tatis Jr., amanecieron el lunes de lleno en la carrera. Machado está en la cima de la tabla con un promedio de .324, mientras que Tatis le sigue de cerca con .320, empatado con el primera base de los Mets, Pete Alonso.

Mientras tanto, el utility de los Cardenales, Brendan Donovan, anda por .318 y el campocorto de los Filis, Trea Turner, está haciendo ruido con .310. Y luego está el cañonero de los Dodgers, Freddie Freeman, quien aún no tiene suficientes visitas al plato para calificar, pero batea .376.

Pero la historia nos dice que Machado, Tatis, Alonso y Donovan nunca han bateado .300 o más en una campaña completa. Turner fue campeón de bateo de la Liga Nacional en el 2021 con .328, pero no tiene otras temporadas completas de .300 o mejor.

Freeman, sin embargo, sabe lo que es ligar para .300. Ha alcanzado o superado la marca en seis de las últimas ocho temporadas completas, incluyendo un tope personal de .331 en el 2023. Y eso probablemente lo convierta en el principal competidor de Arráez.

De hecho, el modelo ZiPS de FanGraphs tenía a Freeman ganando la corona de la Liga Nacional con un promedio de .314 hasta el domingo, cómodamente por delante de un final proyectado de .305 para Arraez. En el modelo Steamer que tenía a Arraez liderando el circuito con un promedio de .307 al llegar el domingo, Freeman era segundo con un .301 proyectado.

Freeman nunca ha ganado un título de bateo, pero ha estado cerca. Terminó un punto por debajo del líder Jeff McNeil en la Liga Nacional en el 2022, cuando Freeman bateó .325. También terminó un distante tercero en la carrera del Viejo Circuito en el 2023 (.331) y el 2018 (.309).

Está lejos de ser una garantía que Arráez repita el cambio de rumbo de la campaña pasada y ascienda a la cima de la tabla de promedio. Una buena racha lo pondrá bien encaminado, pero un bache extendido podría crear una brecha demasiado grande para superar. Aun así, definitivamente vale la pena nuestra atención, dadas las históricas implicaciones.

Jugadores con cuatro títulos de bateo o más

Ty Cobb, Tigres (12): 1907-1915; 1917-1919
Tony Gwynn, Padres (ocho): 1984; 1987-1989; 1994-1997
Honus Wagner, Piratas (ocho): 1900; 1903-1904; 1906-1909; 1911
Rod Carew, Mellizos (siete): 1969; 1972-1975; 1977-1978
Rogers Hornsby, Cardenales & Bravos (siete): 1920-2025; 1928
Stan Musial, Cardenales (siete): 1943; 1946; 1948; 1950-1952; 1957
Ted Williams, Medias Rojas (seis): 1941-1942; 1947-1948; 1957-1958
Wade Boggs, Medias Rojas (cinco): 1983; 1985-1988
Dan Brouthers, Buffalo Bisons, Boston Beaneaters & Boston Reds (cinco): 1882-1883; 1889; 1891-1892
Cap Anson, Chicago White Stockings (cuatro): 1879; 1881; 1887-1888
Miguel Cabrera, Tigres (cuatro): 2011-2013; 2015
Roberto Clemente, Piratas (cuatro): 1961; 1964-1965; 1967
Harry Heilmann, Tigres (cuatro): 1921; 1923; 1925; 1927
Bill Madlock, Cachorros & Piratas (cuatro): 1975-1976; 1981; 1983

De los 14 jugadores que han conseguido cuatro títulos de bateo o más en cualquier momento, todos menos dos están actualmente en el Salón de la Fama. Una vez que el venezolano Cabrera – recientemente retirado – llegue a Cooperstown, como se espera, eso dejará a Madlock como la única excepción.

Pero si Arráez reclama una cuarta corona seguida, lo colocaría no sólo en un grupo selecto, sino en un club ocupado exclusivamente por miembros del Salón de la Fama.

Eso haría que el resto de su carrera fuera especialmente interesante.