PHOENIX -- Blaze Alexander se lanzó en el jardín izquierdo-central para atrapar de forma espectacular lo que parecía un extrabase seguro de Rowdy Téllez, logrando el último out del sexto inning. La multitud en el Chase Field estalló, al igual que el dugout de Arizona.
Entonces, todos se dieron cuenta de que algo andaba mal. Muy mal.
El jardinero izquierdo Lourdes Gurriel Jr., quien también iba tras la pelota, estaba tendido en el césped, sujetándose la pierna derecha con visibles muestras de dolor.
“Hice la jugada y no tenía idea de lo que había pasado detrás de mí”, relató Alexander tras la derrota de los D-backs por 7-5 en 10 entradas ante los Rangers la noche del lunes. “Hice la jugada, miré a la afición y empecé a correr hacia el dugout. Vi a [el campocorto Geraldo] Perdomo corriendo hacia mí. Me pregunté: ¿qué está pasando? Miré hacia atrás y Gurriel estaba en el suelo”.
Según las repeticiones televisivas, Gurriel se lesionó la rodilla derecha al plantar el pie para evitar chocar con el Alexander, quien se había lanzado. Los dos no llegaron a hacer contacto en la jugada.
Alexander llamó de inmediato a los preparadores físicos del club, y Gurriel finalmente se puso de pie con ayuda, siendo retirado del terreno en un carrito médico.
El piloto Torey Lovullo indicó que aún no se había hecho un diagnóstico sobre Gurriel y que el veterano se someterá a una resonancia magnética este martes, aunque los primeros indicios no eran alentadores.
“Recen por él esta noche”, dijo Lovullo. “Es una situación en la que esperamos lo mejor. No creo que se vea bien, pero antes de especular, prefiero mantenerme neutral por 24 horas hasta verlos mañana. Ojalá recibamos las mejores noticias posibles. Pero no pinta bien”.
Cualquier lesión a Gurriel representaría otro golpe duro para los D-backs, quienes apenas se aferran a una mínima esperanza de clasificar a la postemporada. El toletero cubano llegó al encuentro encendido con el madero, con 32 carreras impulsadas desde el 1ro de agosto, sólo una menos que las 33 de Kyle Schwarber en ese mismo lapso.
A pesar de todo, los D-backs aún siguen con vida matemáticamente, gracias al bajón que sufrieron los Mets en agosto. Sin embargo, al estar 6.5 juegos detrás de Nueva York con solamente 23 encuentros por disputar, necesitan una racha casi histórica en este punto de la temporada.