SEATTLE -- A Julio Rodríguez no le iban a decir que no nuevamente en el territorio de “Zona de No Vuelo” que ha hecho suyo en el T-Mobile Park, especialmente después de una de sus oportunidades perdidas más frustrantes dos días antes.
El jardinero central de los Marineros realizó un notable robo de jonrón durante la primera entrada de la derrota 3-2 de Seattle contra los Yankees, trayendo de vuelta al terreno una bola que – según la proyección de Statcast – habría viajado 397 pies y se dirigía a superar la pared entre el jardín izquierdo y el central.
Pero los Yankees dieron el golpe decisivo cuando Aaron Judge dio un largo cañonazo en el octavo inning para romper un empate 2-2, un jonrón solitario de 444 pies ante Carlos Vargas que salió de su bate a 117.7 mph.
“Lo que él está haciendo, yo lo hago en el PlayStation tal vez”, dijo Rodríguez. “Es la pura verdad”.
Los Marineros habían limitado a Judge a cuatro hits en 11 turnos con un doble, un boleto y tres carreras impulsadas en la serie antes de ese turno, lo cual fue bastante impresionante dado que el dos veces ganador del Premio JMV de la Liga Americana está en medio del mejor año de su carrera hasta ahora.
“Es lo que es”, siguió Rodríguez. “Definitivamente es un gran jugador y es muy divertido de verlo. Ahora solo podemos verlo desde lejos”.
Incluso con el 15to jonrón de Judge, líder en MLB y quien elevó su promedio de bateo a .412 y su OPS a 1.279, Rodríguez igual protagonizó el momento más destacado del día.
Con su épico engarce, Rodríguez también se vengó de Trent Grisham, quien conectó un vuelacercas en el tercer inning del encuentro del lunes con un batazo que rebotó en el guante de Rodríguez y pasó sobre la cerca del jardín central. La conexión podría no haber tenido suficiente distancia si no hubiera rozado el guante.
Grisham conectó otro cañonazo más tarde en ese juego, uno que viajó más lejos y también pasó por encima de Rodríguez, quien no pareció medirla tan bien.
“Probablemente por eso estaba todavía más emocionado”, confesó Rodríguez, “porque obviamente tuve una oportunidad de hacer una jugada en ese primer partido de la serie, y luego en este, pude hacerlo de verdad. Así que estaba muy emocionado, especialmente evitando una carrera también”.
En la épica atrapada del miércoles, Rodríguez cubrió 96 pies hacia atrás y a su derecha con 6.5 segundos de tiempo de oportunidad. Sincronizó su salto para atrapar la pelota en el punto más alto de su brinco, por encima de su hombro izquierdo y justo frente a un grupo abarrotado de fanáticos, todos los cuales le dieron el espacio necesario para asegurar la esférica.
Después de aterrizar de nuevo en la superficie de juego, Rodríguez dio algunos saltos y luego apretó el puño con emoción.
Statcast proyectó que el elevado habría sido un cuadrangular en 13 parques.
Sports Info Solutions confirmó que fue el cuarto robo de jonrón en la carrera del talentoso patrullero central, quien todavía busca su primer Guante de Oro.
"Sin embargo, espero hacer muchas más jugadas así”, dijo Rodríguez.
Rodríguez se robó su primero el 24 de junio del 2023, atrapando un elevado de 403 pies del cañonero de los Orioles Ryan O’Hearn en Baltimore. Casualmente, realizó otro robo en el Oriole Park el 17 de mayo pasado, esa vez al venezolano Anthony Santander con un fly de 406 pies. Ambas se parecieron a la jugada del lunes.
Sin embargo, su mejor robo -- al menos en cuanto a espectacularidad -- fue el que hizo contra su compatriota Fernando Tatis Jr. en el T-Mobile Park el 8 de agosto de 2023, cuando hizo creer a todos que la bola había superado la pared antes de mostrarle dentro de su guante con una gran sonrisa después de que Tatis comenzara a recorrer las bases.
Rodríguez ha sido uno de los mejores defensores del center field, clasificando en el percentil 97 con cinco outs por encima del promedio.