
ANAHEIM -- El dominicano Julio Rodríguez se refirió la noche del viernes al robo del que fue víctima el mes pasado, un suceso que fue hecho público más temprano en la tarde por la Oficina del Fiscal del Condado de King en Seattle. Los detalles formaron parte de múltiples cargos contra el sospechoso, que también incluyeron dos robos en la casa de su compañero de los Marineros, el también dominicano Luis Castillo.
“Es difícil porque, hombre, yo sólo quiero salir a jugar béisbol y que todos disfruten lo que hago y de alguna manera traerle alegría a la gente una vez que estoy en el terreno y cosas así”, dijo Rodríguez. “Y que haya gente tratando de lastimarme a mí y a mi familia, tratando de quitarme las cosas por las que he trabajado tan duro toda mi vida para poder tener y para poder proveer para mi familia”.
“Y cuando estás ahí afuera ayudando a la gente, ves que estos tipos como que dicen: ‘Oh, me voy a aprovechar de eso’… Y como sin la menor preocupación en el mundo por ti o por tu vida o por tus seres queridos. Y creo que esa fue la parte más difícil de asimilar para mí”.
“Fue un momento muy difícil para mí y mi familia, para ser honesto. Y obviamente, como que lo hicieron público ahora, pero sucedió hace ya un tiempo. Y esas son muchas de las cosas que suceden tras bastidores que mucha gente no sabe. Pero fue muy difícil, a veces estar ahí afuera. Dio mucho miedo”.
El documento de certificación de causa probable publicado por la oficina del fiscal acusó a un hombre de Seattle de 21 años de robos domiciliarios selectivos a cuatro atletas profesionales del área de Seattle, incluyendo a Rodríguez, Castillo, al lanzador de los Dodgers Blake Snell (nativo del área de Seattle) y a Richard Sherman, exjugador de los Halcones Marinos de Seattle de la NFL.
Se cree que cada uno de los allanamientos armados fue cometido por los mismos dos hombres, según la Oficina del Fiscal del Condado de King. Uno de los sospechosos no ha sido identificado públicamente.
En los documentos judiciales también se incluyó un intento de robo por parte de los mismos sospechosos en la casa de Edgar Martínez, Miembro del Salón de la Fama y director de estrategia de bateo de los Marineros, aunque, según los informes, los sospechosos se fueron cuando se dieron cuenta de que había alguien en casa.
La casa de Rodríguez fue robada el 1ro de mayo, según el documento. Su novia era la única que estaba en casa y llamó al 911. Durante la llamada, ella se atrincheró en el baño de la habitación principal, tuvo que susurrar al teléfono para evitar ser escuchada y luego tuvo que usar el peso de su cuerpo contra la puerta del baño para detener al sospechoso, según los cargos.
Los sospechosos huyeron con casi US$200,000 en carteras y joyas de lujo, y fueron perseguidos por la policía, que informó haber escuchado varias detonaciones fuertes que trabajadores de servicios públicos cercanos dijeron a la policía que creían que eran disparos, según el documento.
“Sólo estoy tratando de disfrutar del béisbol y disfrutar mi sueño y jugar”, expresó Rodríguez. “Y, como que tienes a gente tratando de hacerte daño. En mi cabeza, sabes que hay gente mala por ahí, pero una vez que te sucede a ti, y realmente como que enfrentas esa realidad de primera mano, no es una buena sensación. No le deseo eso a nadie más”.
“Y poder estar en tu casa y no sentirte seguro, o sentir que alguien te está observando, o como esperando que te vayas para meterse en tu casa y cosas así, no creo que sea nada bueno. Y no creo que nadie en este mundo esté trabajando para eso, y no creo que nadie merezca eso. Siento que todo el mundo debería trabajar por lo que realmente quiere sin tratar de lastimar a nadie”.
“O sea, alguien pudo haber perdido la vida en la casa, sólo porque una persona está tratando de llevarse tus cosas. Y sólo desearía que la gente pensara un poco más y realmente pensara en la otra persona”.
Rodríguez dijo que ha tenido el apoyo total de los Marineros y de las fuerzas del orden.
“Siempre han estado ahí para nosotros y hablando con la gente, los oficiales de policía y todos para asegurarse de que estemos seguros”, dijo Rodríguez. “Y eso es algo por lo que estoy agradecido porque, mira, no sé qué haría si llegara a perder a alguien que amo”.
La casa de Castillo fue robada dos veces, según los cargos: la primera el 7 de febrero, mientras él estaba en su casa en la República Dominicana justo antes del Entrenamiento Primaveral, y la segunda el 28 de marzo, el mismo día en que abrió el segundo juego de la temporada regular de los Marineros en el T-Mobile Park. Más de US$100,000 en artículos fueron robados entre los dos incidentes, según el documento.
Un día después del segundo robo en la residencia de Castillo, el 29 de marzo, presuntamente tuvo lugar un intento de robo por parte de los sospechosos en la casa de Martínez, según el documento, que decía que se vio el mismo vehículo. El administrador de la casa de Martínez estaba en casa en ese momento y lo reportó a la policía, y no se produjo ninguna entrada.