CLEVELAND -- Durante unos tres minutos, Julio Rodríguez y el resto de los Marineros tuvieron que esperar.
En la jugada anterior, el dominicano Rodríguez se había esforzado corriendo a toda velocidad tras dar un batazo dentro del cuadro que convirtió en un sencillo de dos carreras que le dio la ventaja a Seattle en el séptimo inning.
Pero casi inmediatamente después de que terminó la secuencia, el manager de los Guardianes, Stephen Vogt, pidió revisar la sentencia, lo que resultó en que Rodríguez y los 34,136 fanáticos en el Progressive Field miraran fijamente la pantalla gigante de 13,000 pies cuadrados en el jardín derecho para determinar si había sido quieto u out.
Después de la revisión de tres minutos, el jefe de la cuadrilla de umpires, Mark Wegner, anunció que la sentencia original se confirmaba y que Rodríguez en efecto había llegado quieto.
Esa carrera terminó siendo el factor decisivo, ya que el bullpen de los Marineros hizo el trabajo el resto del camino en la victoria de Seattle por 4-2.
“Esas dos carreras fueron todo”, dijo el manager de los Marineros, Dan Wilson.
Antes del batazo de Rodríguez, Dominic Canzone había dado un sencillo y Cole Young había tomado una base por bolas, además de un boleto intencional a Cal Raleigh intercalado entre una jugada de selección y un rodado.
Después de trabajar la cuenta al máximo y dejar pasar un “sweeper” en la frontera de la zona de strike, Rodríguez conectó un batazo por el medio del terreno que fue tomado por Daniel Schneemann, quien se volteó e hizo un tiro a 80.3 mph a primera, pero no pudo sacar al veloz Rodríguez.
Con el batazo, J.P Crawford anotó desde tercera base y Young, quien nunca dejó de correr, hizo lo propio desde segunda.
“Tremenda jugada para nosotros”, resumió Wilson.
De hecho, fue un momento tan importante que Rodríguez no se dio cuenta de lo que había sucedido exactamente hasta que terminó la detención del juego.
“Miré la pizarra y dije, ‘¿anotamos dos carreras?’”, comentó Rodríguez. “Mucha viveza por parte de [Young]”.
“De verdad que puede correr”, mencionó Wilson. “Fue tan importante para nosotros en ese momento que se volara por la línea y llegara a primera base. Está haciendo el trabajo en todas las facetas del juego”.
Rodríguez también alcanzó una velocidad de sprint de 30.9 pies por segundo en la carrera.
“Tan pronto como le pegué supe que necesitaba llegar a primera”, dijo Rodríguez. “Sentí que llegué primero, y una vez que vi la repetición me di cuenta de que fue muy cerrado”.
Lo ocurrido ayudó a darle la victoria a Bryce Miller, quien hizo su mejor apertura en lo que ha sido un año difícil para el joven de 27 años. Lanzó seis innings – un tope personal este año – y permitió dos carreras con dos hits y una base por bolas, junto a tres ponches. Las únicas carreras de Cleveland en su contra llegaron con un jonrón de Schneemann.
Las primeras rayitas del juego para Seattle fueron cortesía de un vuelacercas de dos anotaciones de Randy Arozarena en el quinto inning, ante el abridor de los Guardianes, Tanner Bibee.