Con Clemente como su norte, Berríos mantiene vivo el legado de las leyendas boricuas

4:27 PM UTC

TORONTO -- Creciendo en Puerto Rico, no tenía un equipo favorito. Sólo quería ver a las estrellas puertorriqueñas.

Su padre jugó béisbol profesional, así que Berríos creció alrededor del juego y lo ha estado persiguiendo toda su vida, primero en Minnesota y ahora en Toronto. Sin embargo, sus raíces siempre han permanecido en Puerto Rico. Berríos siente un increíble orgullo por su país, lo que continúa moldeando e inspirando hacia dónde se dirige su carrera a partir de ahora.

“Ver a Iván Rodríguez jugando día tras día con la pasión, el amor que ponía en el juego”, dijo Berríos, “pero también aprendiendo sobre Roberto Clemente, vi a Carlos Beltrán, Carlos Delgado, Yadier Molina. Esos muchachos han seguido los pasos de lo que Roberto Clemente hizo por nosotros”.

Clemente es una de las figuras más importantes del béisbol, un gigante del deporte en cualquier terreno de cualquier país. En Puerto Rico, es un héroe, una lección para todo joven jugador. Berríos siempre ha dicho que quiere desarrollar su propio legado y dejar su propio impacto en los niños y en la comunidad que lo rodea, lo que continúa haciendo a través de su proyecto “El Dream”, que regresa para su segunda temporada después de recaudar más de $340,000 (dólares canadienses) en el 2024.

“Todo jugador joven conoce a Roberto Clemente. Mi papá jugó béisbol, mi hermano juega béisbol, así que siempre escuché sobre Roberto Clemente y lo que hizo, no sólo en el terreno sino fuera de él. Es un modelo a seguir. Es nuestra inspiración, no sólo para los puertorriqueños sino para los jugadores latinos. Saber lo que él hizo y saber que tenemos la oportunidad de hacer lo mismo o mejor que él es una gran oportunidad”.

El proyecto “El Dream” trabaja para ayudar a la juventud en Puerto Rico a través de la Fundación La Makina de Berríos, pero también ha establecido raíces en Toronto y en todo Canadá a través de su asociación con la Fundación Jays Care. Ha acogido esta nueva ciudad y este nuevo país desde que fue cambiado a los Azulejos en el 2021, trabajando con Jays Care como embajador de sus programas.

“Me recuerda a cuando era joven, creciendo y soñando con estar donde estoy ahora. Ahora mismo, estoy viviendo mi sueño”, agregó Berríos. “Quiero darles esa oportunidad a los niños de estar cerca de nosotros, de estar cerca de sus modelos a seguir, ídolos, como quieran llamarlo. Es una gran oportunidad para mí. No estoy aquí porque soy José Berríos. Estoy aquí porque Dios me permitió estar aquí. Tengo que aprovechar eso y ser agradecido”.

Todo con Berríos y su trabajo vuelve a sus raíces puertorriqueñas.

Los Azulejos, particularmente a través de su ascenso en la década de 1980, fueron un actor importante en América Latina. Sus primeras raíces se establecieron en la República Dominicana, donde los Azulejos fueron un equipo extremadamente popular durante décadas, y eso ha continuado en una nueva era con los dominicanos José Bautista, Edwin Encarnación, Vladimir Guerrero Jr. y otros. Sin embargo, Berríos tiene su conexión boricua en una de las otras leyendas de todos los tiempos de esta franquicia.

“Sé que Carlos Delgado tiene la Fundación Extra Bases. Lo he seguido desde que era joven”, continuó Berríos, “así que sé que ha estado haciendo y continúa haciendo muchas cosas buenas por la gente con su fundación. Sé que él jugó aquí como muchos puertorriqueños han jugado en Toronto, así que es un placer para mí ser parte de esta gran organización y seguir haciendo cosas buenas por la ciudad”.

Se siente como si Berríos tuviera una capacidad tan grande para todo lo que conlleva ser una estrella de Grandes Ligas. Se ha ganado desde hace mucho tiempo el apodo de La Makina por su legendario compromiso con su acondicionamiento físico. Que Berríos haga 32 aperturas cada temporada es una de las apuestas más seguras en el béisbol.

Berríos también es padre, muy orgulloso de sus hijos que parecen disfrutar el estar en el estadio tanto como él. Sin embargo, todavía se ilumina al hablar de “El Dream” y la Fundación La Makina. Llevando el legado de los grandes jugadores puertorriqueños que lo precedieron en este juego, Berríos quiere añadir su propio legado y dejar un camino para los niños que algún día crecerán y hablarán de haberlo visto jugar para estos equipos de los Azulejos que buscan ganar su primera Serie Mundial desde 1993.