Berríos luce sólido. ¿Podrá colarse en la rotación de Toronto para octubre?

3:54 PM UTC

TORONTO -- Septiembre es una larga y lenta partida de cambios para la rotación de los Azulejos. Ya pasó de seis a cinco brazos y para octubre, otro abridor podría quedarse sin asiento.

El historial importa, pero cada uno de los cinco veteranos de esta rotación tienen uno. También influye un cierto “¿Qué has hecho por mí últimamente?”, lo que hace que cada inning que lance en la recta final sea absolutamente crucial.

La derrota por 3-2 ante los Astros la noche del miércoles en el Rogers Centre pasó más por la ofensiva, que casi logra una remontada al final, y por Jeff Hoffman, quien permitió su 15to jonrón de la temporada en el noveno episodio. Esto no recae sobre Berríos, pero fue alentador ver al derecho puertorriqueño volver a lucir “normal”.

Eso es lo que siempre se espera de Berríos, quien durante una década ha sido uno de los lanzadores más consistentes del planeta. Sin embargo, los últimos dos meses no han sido sencillos. En 11 aperturas desde principios de julio, Berríos registraba efectividad de 5.47 antes del miércoles, así que los Azulejos deben de haber quedado satisfechos con sus 5.1 entradas de labor firme, en las que permitió sólo dos carreras.

“Me animó mucho lo que mostró”, dijo el piloto de Toronto, John Schneider. “Para empezar, su recta fue mucho mejor. Su ritmo y mecánica, mucho mejores y su curva también estuvo muy bien”.

La vara está más alta en esta época del año. Si la postemporada empezara hoy, Shane Bieber probablemente sería el abridor del Juego 1 por los líderes del Este de la Liga Americana, con Kevin Gausman y Max Scherzer detrás de él en algún orden. Chris Bassitt ha estado más estable que Berríos últimamente, y quizá sea el más versátil entre los dos, capaz de lanzar desde el bullpen con poco descanso o en cualquier otra situación que requieran los Azulejos. Como le gusta decir a Schneider, “Chris maneja lo raro bastante bien”.

Un cuarto abridor no se necesitaría sino hasta un hipotético Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Americana, aún lejano en el calendario, pero eso es lo que los Azulejos intentarán resolver durante las próximas tres semanas. Las lesiones y el rendimiento influirán, pero por ahora, Berríos está peleando por su lugar.

Hace dos años, Berríos fue el abridor número 2 de Toronto en la postemporada, un día que todo fanático de los Azulejos preferiría olvidar. Fue en el infame Juego 2, de vida o muerte, en la Serie de Comodines ante los Mellizos, cuando Toronto decidió remover a Berríos tras sólo tres entradas para traer a Yusei Kikuchi, en un intento agresivo por cambiar el ritmo del juego y darle la vuelta al orden ofensivo de Minnesota.

Los Azulejos fueron eliminados ese día con una derrota por 2-0, por lo que no hubiera importado si traían al dominicano Pedro Martínez en su mejor versión. Pero el sabor amargo de esa decisión aún persiste para Berríos. Esos tres innings tal vez fueron los momentos más firmes y decididos que haya tenido vistiendo este uniforme.

EL CAMINO A SEGUIR PARA BERRÍOS

En resumen, Berríos ha perdido algo de velocidad tanto en su sinker como en su recta de cuatro costuras. Antes del juego del miércoles, su sinker promediaba 92.1 millas por hora (una baja de 1.3 mph respecto al 2024) y su recta de cuatro costuras 93 mph (una disminución de 1.1 mph). Perder hasta un solo punto de velocidad cuando ya vives en las bajas 90 mph es un terreno riesgoso. Esto también ha derivado en una disminución en los porcentajes de abanicos con ambas rectas, poniendo más presión sobre su pitcheo rompiente.

¿La buena noticia? Tanto el sinker como la recta de cuatro costuras de Berríos estuvieron cerca de sus velocidades del 2024 la noche del miércoles. Claro, eso fue con siete días completos de descanso -- un lujo que rara vez se tiene en octubre -- pero sigue siendo un paso en la dirección correcta.

Se proyecta que Berríos haga tres aperturas más en la temporada, lo que marcaría su séptima campaña completa consecutiva (excluyendo el 2020) alcanzando las 32. Lo mostrado el miércoles lo encamina nuevamente, pero si quieren que estas decisiones difíciles sean más fáciles, esos últimos tres juegos tendrán que ser los mejores de Berríos.