Luzardo domina con los Filis, ¿gracias a sus... peculiares rituales?

6 de mayo de 2025

inició su rutina previa a su apertura dos horas y 20 minutos antes del primer lanzamiento del viernes a las 6:45 p.m. en el Citizens Bank Park.

Caminó hacia el terreno a las 6:16 p.m.

Hizo su primer lanzamiento a las 6:20 p.m.

Estos tiempos no son casualidad.

“Soy extremadamente supersticioso”, confesó el venezolano nacido en Perú, el sábado en el Citizens Bank Park.

Por ejemplo, a Luzardo, quien usa el Nro. 44, le encantan los números 4 y 8.

“Soy alguien de números”, dijo el serpentinero. “Desde que era más joven, los 4 y los 8 han sido de buena suerte. El 8 siempre ha sido un número de la suerte para mí. En mi primera temporada de Grandes Ligas [con los Atléticos], me dieron el 44. Nunca me preguntaron. Simplemente me lo dieron. Yo dije, ‘Sí, nunca lo dejaré’.

“Siento que veo el 44 mucho en todas partes. Es mi número. Me gusta”.

Entonces, los días en que Luzardo lanza, la hora en que empieza su rutina previa a la apertura, la hora en que camina hacia el terreno y la hora en que hace su primer lanzamiento deben sumar un 4 o un 8.

El 2-2-0 en su rutina previa a la apertura suma cuatro.

El 6-1-6 cuando caminó hacia el terreno el viernes sumó 13. Pero, uno más tres es igual a cuatro.

“Encuentro la manera de que funcione para mí”, señaló Luzardo.

El 6-2-0 cuando hizo su primer pitcheo sumó ocho.

“Es al minuto exacto”, comentó Luzardo. “Dos horas, 20 minutos en cada ocasión, así que estoy preparado para cuando salgo. El salir y el primer lanzamiento, podría variar un minuto o dos, más o menos, pero casi siempre es igual. Pero en el pasado, si no me he comunicado bien, si estoy mirando y son las 6:20 y es un ocho y nos quedan 10 segundos, es como, ‘Tengo que hacer este lanzamiento antes de que sean las 6:21’. Pero lo hago saber -- saldré a esta hora y el primer lanzamiento será a esta hora”.

Las supersticiones deben de estar funcionando. Luzardo tiene marca de 3-0 con efectividad de 1.94 en sus primeras siete aperturas con los Filis. Es el mejor porcentaje de carreras limpias para un lanzador de los Filis en sus primeras siete salidas con la organización (sin una presentación de relevo) desde la efectividad de 1.89 de Roy Oswalt en el 2010.

Pero los números no son las únicas supersticiones de Luzardo.

Sus gafas son las más reconocibles. Luzardo usaba lentes deportivos de niño, porque tenía problemas para ver las señas del receptor. Continuó usándolas mientras ascendía en el béisbol profesional, aunque su vista es casi perfecta y no usa gafas ni lentes de contacto de otra manera.

Luzardo abandonó las monturas a principios del 2021 y lanzó mal. Las trajo de vuelta en la segunda mitad de la campaña del 2021. No ha dejado de usarlas desde entonces.

“Solían ser recetadas”, explicó Luzardo. “Luego un día las dejé en casa en el 2022. Estábamos en Atlanta. Dije, ‘Tengo que ir a buscar lentes. No puedo lanzar sin ellos. Entonces, fui a una tienda Oakley en Atlanta y compré un par normal. Lancé bien y desde entonces dije, ‘No puedo cambiarlas’”.

En el pasado, Luzardo usaba el mismo guante negro los días de los partidos. Este año, está usando dos guantes: Uno negro y uno color crema.

¿Por qué dos?

“Porque este año dije que no habría supersticiones”, comentó.

Luzardo vio el humor en sus palabras. Sonrió.

“Lo estoy desglosando poco a poco”, dijo. “No puedo simplemente eliminarlas todas de una vez”.

Luzardo saltará sobre la línea de foul de la misma manera. Saldrá del dugout de la misma manera.

“Por ejemplo, si lanzo la primera entrada y no permito carrera, trato de salir del dugout de la misma manera, dando los mismos pasos”, dijo. “Los últimos dos pasos, los doy por encima”.

Luzardo dijo que pide el mismo café los días en que le toca lanzar: Café frío con leche de almendras.

“Voy a Starbucks”, comentó. “Siempre es Starbucks. Soy un gran aficionado a las cafeterías locales, pero los días de mis aperturas tengo que ir a Starbucks”.

Antes de la pretemporada, Luzardo decidió dejarse crecer el cabello. Dijo que no se lo cortará ahora, lo que significa que si todo sale como los Filis esperan, Luzardo tendrá una buena melena para finales de octubre.

“Ojalá me llegue hasta aquí”, continuó Luzardo, señalando sus hombros.

Entonces, aparte de las gafas, el guante, el cabello, la rutina previa a la apertura, el primer paso en el terreno, el primer lanzamiento en el terreno, saltar sobre la línea de la misma manera, salir del dugout de la misma manera y el pedido de café, Luzardo realmente no tiene nada que necesite hacer específicamente un día de juego.

“Digo que no soy supersticioso, pero soy bastante supersticioso”, dijo sonriendo de nuevo.

Es interesante, porque una vez que Luzardo sube al montículo, todo eso desaparece.

Hay un plan de juego, por supuesto. Pero no es que Luzardo pueda lanzar cierto pitcheo en cierto conteo. Debe ajustarse constantemente, según la situación frente a él. Debe improvisar si cierto lanzamiento no está funcionando.

“Mi papá siempre me dice que meto demasiadas cosas en mi calendario”, culminó Luzardo. “Soy muy de [controlar todo] al minuto. En la temporada baja, siento que tengo todo programado bastante bien. Entonces, siento que trato de hacer eso aquí [en el estadio] tanto como sea posible, porque una vez que estás en el juego, no puedes controlarlo. Soy fanático del control. Mi familia lo sabe”.