NUEVA YORK – Jasson Domínguez irradiaba alegría al llegar a la pared de compañeros exultantes que lo esperaba en el plato, lanzando su casco con su mano derecha hacia el cielo. Los Yankees no habían experimentado un momento como este en casi tres años, y vaya que lo extrañaban.
El dominicano Domínguez fue el autor de lo que describió como uno de los mejores momentos de su joven carrera hasta ahora, al conectar una slider de Luke Jackson por encima del muro del jardín derecho y sellar una victoria remontando 4-3 sobre los Rangers la noche del miércoles en el Yankee Stadium.
“Fue increíble; mi primer walk-off”, dijo Domínguez. “El primero siempre es especial. Tan pronto como la conecté, supe que ese era mi primer walk-off, y lo disfruté bastante”.
Habían pasado 974 días desde el último jonrón de los Bombarderos para dejar tendido a un rival: el 20 de septiembre del 2022, cuando Giancarlo Stanton pegó un grand slam contra el cubano Aroldis Chapman para sentenciar a los Piratas.
Ese batazo coronó un inning enorme en más de un sentido, puesto antes de eso Aaron Judge se había unido a Babe Ruth y Roger Maris como los únicos Yankees en conectar 60 jonrones en una sola temporada.
Si bien el dato del jonrón de oro podría parecer cosa de una trivia, Judge dijo que él y sus compañeros de equipo lo sabían muy bien, bromeando: “Siempre tienen MLB Network aquí. Les encanta mostrar ese tipo de estadísticas en la línea de abajo”.
“El Marciano” aterrizó en el lugar correcto para arreglar esa situación, apareciendo después de que los Yankees remontaran para arruinar la dominante salida de Jacob deGrom.
El jonrón de Cody Bellinger en el séptimo inning inició la escalada; el encendido bateador extendió su racha de juegos dando hit a 15 antes en el partido. Es una cadena que el mánager Aaron Boone atribuye a la selección de lanzamientos y el balance: “Así de simple”.
El batazo de Bellinger rompió una cadena de 15 retirados consecutivos por deGrom. ¿Quieren más simetría? Bellinger ha bateado .383 (de 60-23) durante la seguidilla, y su conexión ante deGrom viajó 383 pies, según Statcast.
Judge empató el juego en el octavo con un sencillo productor. Después de que Luke Weaver trabajara una novena entrada perfecta, el turno de Domínguez llegó con un out y la historia esperando.
Los Yankees han estado soñando durante años con colocar a Domínguez en lugares como este, ayudándolo desde que firmó como un adolescente por mucho dinero hasta su llamativo debut en las Grandes Ligas en el 2023, y luego todo el camino de regreso de la inoportuna cirugía de Tommy John.
Ha habido destellos de éxito: el jugador de 22 años señaló su primer jonrón (ante Justin Verlander) en septiembre de 2023 y su juego de tres vuelacercas contra los Atléticos hace apenas 11 días como sus momentos favoritos anteriores.
“Es difícil superar esos”, confesó Domínguez. “Pero este [el del miércoles] estuvo entre los tres mejores”.
Clasifíquenlos como quieran, pero el cañonazo de 398 pies ante Jackson merece su lugar, y también Domínguez.
“Es divertido estar cerca de él, porque tiene una buena perspectiva de las cosas”, comento Boone, “pero realmente estás empezando a ver lo talentoso que es. Lo ves correr, ves la velocidad, ves el poder. También ha dado algunos hits importantes para nosotros”.
Ryan Yarbrough escuchó (y sintió) el jonrón de Domínguez antes de verlo. El zurdo estaba en el clubhouse con algunos otros compañeros de equipo, viendo el juego en una transmisión retrasada, cuando la multitud anunciada de 40,359 personas estalló.
“Sabíamos que algo grandioso había sucedido”, aseguró Yarbrough, y una vez que el video alcanzó el swing de Domínguez, el lanzador dijo que él y sus compañeros de equipo estaban “saltando de alegría”.
Fue un final emocionante para un duelo reñido, con Yarbrough ahora tomando turnos regulares en la rotación después de cambiar de un rol de relevo largo. Enfrentando a deGrom, a quien Judge llamó “uno de los mejores lanzadores de nuestra generación”, Yarbrough aceptó el desafío.
Yarbrough limitó a Texas a tres hits, sin dar bases por bolas y ponchando a ocho; una impresionante actuación después de los 10 ponches de Will Warren en el primer duelo de la serie del martes.
Jake Burger conectó el primero de sus dos bambinazos ante Yarbrough en el quinto inning, ofreciendo apoyo a deGrom mientras el derecho destrozaba a los Yankees. Cuando hizo su debut en el 2014 en la Serie del Subway, la ex estrella de los Mets recordó haber visto a Derek Jeter llegar al plato, lo que provocó que el diestro pensara: “OK, esto es en serio”.
Vistiendo un uniforme diferente esta vez, enfrentándose a un capitán diferente, deGrom estuvo como en sus mejores tiempos. El triple de Anthony Volpe en el segundo inning fue todo lo que deGrom permitió por un tiempo; DJ LeMahieu impulsó esa carrera con un roletazo, pero los Yankees no lograron nada más contra él hasta que Bellinger mandó a las tribunas una recta en la última entrada de deGrom.
Burger conectó su segundo cuadrangular del juego ante Tim Hill en el séptimo, un inning en el que Sam Haggerty también envió un lanzamiento de Ian Hamilton al segundo piso. Todo fue un preludio para el batazo de Domínguez y la salvaje celebración que le siguió, con Judge y Volpe vertiendo agua helada sobre la espalda de su joven compañero, el mejor tipo de ducha fría para terminar la noche.
“Simplemente se está convirtiendo en un jugador sólido, sólido para nosotros”, resumió Judge sobre Domínguez. “Si vamos a llegar lejos e ir a donde queremos este año, él va a ser una gran parte de eso”.