Kirk aporta poder y defensa estelar en Azulejos: “Es una muralla detrás del plato”

5:23 AM UTC

TORONTO -- A medida que el béisbol de otoño se acerca, los Azulejos tienen un motor de energía en . Y últimamente, el mexicano ha sido clave para encender la ofensiva de Toronto.

Kirk ha sido por mucho tiempo un referente defensivo. Las cifras lo respaldan: lidera las Grandes Ligas en bloqueos por encima del promedio (+14) y ocupa el segundo lugar en carreras de encuadre para receptores (+12). También es un maestro para embasarse, con su música de salsa de entrada al plato que lo ha convertido en favorito de la afición en el Rogers Centre. Pero tras volarse la barda en la victoria 10-4 del lunes --su cuarto jonrón en ocho juegos-- ahora se le puede sumar el rótulo de amenaza de poder legítima.

Vencer al as de los Mellizos, Joe Ryan, no es tarea sencilla, incluso para una alineación de los Azulejos que llegó a este compromiso liderando las Mayores en promedio de bateo (.276), porcentaje de embasarse (.345) y slugging (.452) desde el 8 de mayo. Aun así, Toronto no perdió tiempo en la parte baja del primer inning.

Ya había dos carreras en la registradora cuando Kirk se paró en la caja. Mientras se desvanecía la música y el público guardaba silencio, se acomodó para batear. El primer envío de Ryan lució bueno, y Kirk esperó, mandando la recta sobre la valla del jardín derecho para su 11mo cuadrangular de la campaña.

Con Kirk encendido, el lineup de los Azulejos luce verdaderamente peligroso. Los lanzadores rivales siempre se prepararán para , el dominicano y , pero si Kirk sigue repartiendo batazos a todos los rincones, el reto será aún mayor.

“Nos da otra dimensión en la ofensiva cuando añades su capacidad de sacar la bola del parque”, dijo el mánager de los Azulejos, John Schneider, al destacar el repunte de poder de Kirk. “Nos hace un poco más dinámicos”.

Fuera del clubhouse de los Azulejos, Kirk puede a veces pasar desapercibido en un roster lleno de estrellas. Pero dentro, Schneider no ve un diamante escondido, sino una presencia confiable.

“Dentro de este grupo, con los 26 jugadores y el cuerpo de instructores que lo conocen y confían en él, esto es lo que esperamos de él”, señaló Schneider.

Esa confianza también la comparte el cuerpo de pitcheo, especialmente el veterano , quien ha lanzado a decenas de receptores en 18 temporadas en Grandes Ligas. Tras permitir cuatro carreras en seis entradas el lunes, Scherzer (5-2) se llevó su tercera victoria seguida y no dudó en darle crédito a Kirk por mantener todo bajo control.

“Es una muralla detrás del plato”, destacó Scherzer. “Y lo que hace con el bate, se presenta y conecta hit tras hit importante para nosotros. Es una de las muchas razones por las que somos un gran equipo”.

El jonrón de dos carreras de Kirk le dio a Toronto un colchón temprano y una base sólida para una ofensiva abundante. El fondo del orden se unió rápidamente a la fiesta, con el noveno bate Andrés Giménez castigando a Ryan.

“Ryan tiene una recta de élite, una de las mejores de la liga”, comentó Giménez. “Así que intentamos ser agresivos”.

La agresividad dio resultado. Giménez sacudió su sexto jonrón del año --apenas el segundo desde el 1ro de julio-- y Nathan Lukes agregó un par de dobles para ampliar la ventaja. En total, siete bateadores de los Azulejos impulsaron al menos una carrera y el club terminó con 10 imparables.

Ya sean turnos largos, batazos con dos outs o poder oportuno, la ofensiva de Toronto luce en completa sintonía. Esa química ha impulsado la consistencia del equipo desde principios de mayo y podría ser la clave para llevarlo hasta octubre.

“Todos somos diferentes, pero estamos en la misma página”, externó Giménez. “Queremos ganar y unir la ofensiva. Esta noche lo hicimos y ejecutamos”.

Todavía es temprano para imprimir boletos de postemporada con Medias Rojas y Yankees respirándoles en la nuca. Pero incluso si el pitcheo tropieza, los Azulejos no tienen motivos para entrar en pánico. Esta ofensiva, impulsada por Kirk y compañía, está demostrando que nunca se da por vencida en un juego.