¿Comprar o vender? Esa es la pregunta que todos quieren hacerle al gerente general de los Diamondbacks, Mike Hazen.
¿Y cuál es la respuesta? Aún está por determinarse.
“Lo dije antes y lo repito: necesitamos jugar mejor”, dijo Hazen. “Ahora tenemos menos oportunidades para hacerlo de cara a la Fecha Límite de Cambios, pero necesitamos mejorar significativamente — no es que tengamos que ganar cada juego, pero sí debemos empezar a encadenar victorias. Y hasta ahora, simplemente no lo hemos logrado. Así que no estoy en contra de cambiar nuestra perspectiva en cuanto a cuál podría ser la estrategia en la fecha límite, pero siento que con cada día que pasa, nos vemos más acorralados y obligados a tomar una decisión que sea la mejor para el equipo o para la organización”.
Tras sufrir una enorme cantidad de lesiones en la primera mitad de la temporada, los Diamondbacks comenzaron la segunda mitad en la periferia de la carrera por el Comodín de la Liga Nacional. Entraron el viernes a 5.5 de distancia, pero con cuatro equipos por delante que deben superar.
No es un camino fácil, especialmente con su as Corbin Burnes y los cerradores A.J. Pukk y Justin Martínez fuera por el resto de la temporada (y parte del próximo año) debido a cirugías Tommy John. El receptor venezolano Gabriel Moreno estará fuera al menos hasta finales de agosto.
A pesar de eso, Hazen todavía está dispuesto a intentar sumar algunas piezas antes de la fecha límite, si su equipo empieza a jugar mejor. Pero el tiempo para hacerlo se está agotando, y deberán lograrlo frente a un par de equipos difíciles tras el receso: los Cardenales y los Astros.
Si deciden convertirse en vendedores, los Diamondbacks tienen varios jugadores que podrían interesar a otros equipos. Agentes libres pendientes como los derechos Zac Gallen y Merrill Kelly, el relevista Shelby Miller, el primera base Josh Naylor, el jardinero Randal Grichuk y, en particular, el antesalista Eugenio Suárez, generarían interés.
Hazen tiene una idea de cuales equipos estarían interesados en varios jugadores de su equipo, pero aún no ha entablado conversaciones profundas sobre qué obtendría a cambio. Ha recibido llamadas de equipos preguntando: “Si decidieran vender, ¿estarían dispuestos a hablar sobre el Jugador X o Y?”
“No hemos llamado a nadie para decirle: ‘Este es un trato que haríamos contigo, y si dices que sí, lo cerramos ahora mismo’”, dijo Hazen. “Y eso es normalmente lo que se necesita. Se necesita que yo les diga: ‘Lo haré’, no que esté jugando con un ‘bueno, podría, tal vez’. Creo que una vez que le dices a un gerente general: ‘Lo haré mañana’, eso cambia el tono de la negociación. Entonces dicen: ‘OK, podríamos adquirir a ese jugador si damos lo suficiente y él lo hará’. Aún no he hecho eso”.
Hazen dijo que no tiene ninguna presión por parte del socio gerente Ken Kendrick para reducir la nómina, después de que el equipo comenzara el año con un gasto récord de US$195 millones.
En cambio, como ha sido durante toda su gestión, Kendrick le ha dado libertad para decidir.
“La oportunidad de salir al mercado y comprar es siempre lo que [Kendrick] quiere hacer, y siempre nos ha dado los recursos para hacerlo”, dijo Hazen. “Hemos hablado sobre los desafíos de nuestra situación actual en comparación con el resto de la liga, y en relación con la cantidad de lesiones que hemos tenido en el bullpen, y también sobre cuál es la oportunidad realista de recuperarnos de eso”.