TORONTO -- Quizás estos no sean los mismos viejos Azulejos.
Cuando la calma se transformó en caos la noche del lunes en el Busch Stadium, los Azulejos mostraron aquello de lo que han venido hablando durante los últimos cuatro meses. Siguen repitiendo que esta temporada se siente diferente, y eso es exactamente lo que luce ser algo distinto.
La victoria por 5-4 fue una de las mejores del año, un triunfo rescatado de lo que parecía una derrota segura, luego de haber dejado escapar un juego que tenían bajo control. El contexto es la parte más fea, encabezada por el cubano Yariel Rodríguez permitiendo un jonrón de tres carreras al panameño Iván Herrera en la parte baja de la octava entrada que le dio la ventaja a los Cardenales. Pero la verdadera historia es cómo los Azulejos respondieron, preparando el escenario para que el mexicano Alejandro Kirk tuviera una gran noche y guiara al equipo a su novena victoria en los últimos 11 juegos.
Primero apareció el dominicano Jonatan Clase, el noveno bate en el orden ofensivo, quien llegó al encuentro con un OPS de .540. Clase sorprendió a todos al conectar un batazo de 415 pies por el jardín derecho-central ante el cerrador Ryan Helsley para empatar el juego, silenciando a una afición local que apenas segundos antes estaba enloquecida. Clase era el último jugador en el roster del que se esperaba un momento así, pero últimamente ha habido algo de magia en la parte baja del orden ofensivo.
La octava entrada de Rodríguez fue para el olvido, pero volvió al montículo en la novena con determinación, lanzó su característico chorro de agua al aire y regresó al trabajo como si estuviera molesto con el terreno. Necesitó sólo ocho lanzamientos para retirar el episodio, ponchando a los dos últimos bateadores con swings antes de bajar del montículo golpeando el aire con los puños y gritando con energía.
Rodríguez fue parte del problema, pero también ayudó a que Kirk encontrara la solución.
Kirk ya había conectado un jonrón más temprano en el juego, un cañonazo al jardín central que pareció sacado del repertorio del dominicano Vladimir Guerrero Jr. Ese batazo le dio algo de colchón a los Azulejos en ese momento, 3-0, una ventaja que parecía suficiente. Pero Kirk volvió a aparecer en el décimo inning, con un doble por el jardín izquierdo que volvió a inclinar la balanza a favor de Toronto.