NUEVA YORK -- En un futuro cercano, Francisco Lindor y su esposa Katia pondrán en marcha la Fundación Lindor, una nueva iniciativa que se sumará a la creciente lista de obras de caridad del campocorto puertorriqueño.
A lo largo de su carrera, Lindor ya ha hecho mucho bien. Desde el 2020, ha donado más de US$1 millón a la Montverde Academy, la escuela secundaria en que estudió en la Florida. Ese dinero se ha destinado principalmente a Lindor Hall, un edificio de dos pisos para la escuela intermedia que cuenta con laboratorios de ciencia y tecnología de vanguardia. También estableció el Fondo de Becas Francisco Lindor para ayudar a estudiantes que de otra manera no tendrían los recursos económicos para asistir a Montverde.
Entre los esfuerzos filantrópicos adicionales de Lindor se encuentran los proyectos de ayuda por los huracanes en Puerto Rico, así como iniciativas de salud y bienestar, proyectos ambientales y encuentros con estudiantes.
Por ésas y otras razones, los Mets nombraron a Lindor como su nominado para el Premio Roberto Clemente -- el honor más alto de MLB fuera del terreno de juego -- por tercer año consecutivo. Major League Baseball anunciará al ganador durante la Serie Mundial.
“Eso significa que estoy haciendo sentir orgulloso a mi papá”, dijo Lindor sobre su nominación. “Eso significa que estoy ayudando a otros. Estoy representando a Puerto Rico, a mi familia y a la familia Clemente de la manera correcta. Entonces, estoy feliz de tener otra oportunidad de ganarlo”.
Independientemente de si Lindor gana el premio este año, tiene la intención de intensificar sus obras caritativas a través de la Fundación Lindor, que se lanzará en un futuro cercano. La esposa de Lindor, Katia, dirigirá la fundación con la intención de proporcionar becas para que los estudiantes asistan a la universidad. En un tributo a la formación de Katia como violinista, los Lindor centrarán sus esfuerzos en aquellos que busquen dedicarse a las bellas artes.
“Hay muchas cosas para los atletas, pero no todo el mundo llega a ser un atleta profesional”, comentó Lindor. “Mi esperanza y mi meta es dar a la gente cosas que yo no pude conseguir. No recibí educación universitaria, así que tal vez pueda ayudar a otros a educarse.
“Será especial, porque cuando puedes tener una fundación, significa que tienes los recursos para ayudar a otros. Soy afortunado de tener mucho más de lo que merezco. Entonces, creo que sería parte de mi legado. Creo que mis hijas y mi hijo van a crecer y, con suerte... querrán ayudar a los demás. Van a tener algo de lo que sentirse orgullosos. Entonces, estoy emocionado por eso”.
Como puertorriqueño, Lindor a menudo ha hablado del Premio Clemente como un objetivo de su carrera, entendiendo lo mucho que Roberto Clemente significó para su país. La fundación de Lindor debe de acercarlo un paso más a la realización de esa visión, independientemente de si gana el premio este año o más adelante en su carrera.
“Sería un sueño”, confesó Lindor. “Probablemente le daría el trofeo a mi papá y le diría, ‘Esto eres tú. Tú me inculcaste esto y fuiste quien hizo que yo fuera la persona que soy hoy en día en lo que a eso se refiere’. Sería especial, sin duda. Sería algo que atesosaría por el resto de mi vida”.